viernes, 30 de septiembre de 2016

Huesos: Como reforzarlos, 2ª parte


EL MODELO ALIMENTARIO ACTUAL
   En la gran mayoría de los países ricos se observa una ingesta energética que supera con frecuencia las necesidades
(condición sine qua non para la aparición de sobrepeso u obesidad), una excesiva ingesta de proteínas y grasas (que proceden mayoritariamente de alimentos de origen animal) y un aporte inferior al de las recomendaciones en glúcidos complejos (almidón) y fibras alimentarias, ambos sólo presentes en los alimentos de origen vegetal, y también en muchos casos por una ingesta subóptima de micronutrientes (vitaminas y elementos químicos).
   Efectivamente, éstas son las traducciones nutricionales de los cambios alimentarios experimentados en este último siglo, que pueden definirse en gran parte como una “animalización” y “refinamiento” de la dieta.
   Estos desequilibrios pueden considerarse hoy como factores de riesgo nutricionales de las llamadas enfermedades de la civilización, entre las que figura en la actualidad la Osteoporosis acompañando a la Aterosclerosis, la hipertensión, la obesidad, la diabetes no insulino dependiente, el cáncer y el estreñimiento.   Al hablar de este aspecto de la relación que existe entre alimentación (o nutrición) y salud, dos cuestiones son de obligada aclaración:
1) Todas las alteraciones citadas tienen en común el hecho de ser multifactoriales, es decir, que múltiples factores (no sólo nutricionales) pueden contribuir a su aparición.
2) En ningún caso se puede establecer una relación causa-efecto entre un factor nutricional (o un alimento) y una patología concreta, pero sí, en todo caso, correlaciones positivas o negativas, de ahí que se presenten los factores nutricionales como factores de riesgo.

Ciertos  desequilibrios nutricionales pueden considerarse como factores de riesgo de
la Osteoporosis, Aterosclerosis, hipertensión, obesidad........
 

La Osteoporosis es un problema de salud pública que genera un coste social enorme y tiene como tratamiento de elección la prevención.

Múltiples factores pueden estar implicados en su desarrollo, entre los que pueden figurar algunos de los desequilibrios nutricionales presentes habitualmente en nuestro modelo alimentario.

Las medidas dietéticas a considerar para su prevención y control pueden incluirse en cualquier plan dietético que tengan por objeto buscar el equilibrio alimentario y nutricional, plan en el que, por múltiples razones, la ingesta adecuada de frutas y hortalizas ocupa un lugar destacado además de por sus cualidades nutricionales por sus características organolépticas.

 

 

jueves, 29 de septiembre de 2016

Huesos: Como reforzarlos, 1ª parte


Algunos de los desequilibrios nutricionales más frecuentes son un factor de riesgo de la osteoporosis, actualmente un problema de Salud Pública.
Un consumo adecuado de frutas y hortalizas contribuye a su prevención.
Algunos datos sobre el hueso

   El hueso es un tejido extraordinariamente importante para nuestro organismo, tanto desde el punto de vista
cuantitativo como cualitativo. Representa un 16 % del peso corporal, siendo un 60-65 % mineral.
   Desempeña múltiples funciones, mantiene la estructura corporal, protege vísceras y tejidos, alberga la médula ósea y es esencial para el movimiento. Se trata de un tejido dinámico que está en constante renovación, síntesis (formación) y resorción (destrucción) durante toda la vida. En los primeros períodos de la vida, durante toda la fase de cre
cimiento y hasta los 30 años, el proceso de síntesis es más importante. El pico máximo de masa ósea parece alcanzarse hacia esa edad, y pocos años después empieza a predominar la resorción, es decir, se empieza a perder hueso, éste es un proceso lento conocido como osteopenia fisiológica. Así, por ejemplo, se estima que la pérdida fisiológica de hueso es del orden de un 30 % para el hombre.
   En el caso de la mujer hay que añadir a esta pérdida propia de la edad, la que se produce tras la menopausia debida a causas hormonales, en total, algunos autores señalan que puede llegar a perder el 50 % de su masa ósea durante la menopausia.

OSTEOPOROSIS, FACTORES DE RIESGO
   La osteoporosis es la resultante de un desequilibrio entre los procesos “programados” de síntesis y resorción del hueso en favor de esta última, que puede producirse por múltiples factores, teniendo como consecuencias, a nivel del tejido, una pérdida de masa ósea y una alteración de la micro-arquitectura del hueso, y como manifestación clínica la fractura: fémur, cadera, muñeca, vértebras... Una de las características principales de estas fracturas es que se producen con mínimos impactos (fracturas “espontáneas”), y son más frecuentes en el llamado hueso trabecular (o esponjoso, que representa un  20-25 % del hueso total del esqueleto. Se trata de un síndrome común en los países desarrollados, que afecta principalmente a la mujer, en la actualidad se considera que aproximadamente 3 millones de mujeres españolas sufren osteoporosis. Las causas de esta diferencia entre sexos hay que buscarlas en las modificaciones hormonales consecutivas a la menopausia, una mujer puede perder durante los 5 primeros años de menopausia (que es un período fisiológico y no una enfermedad) el 15 % de la masa ósea.

Además del sexo existen otros factores de riesgo:
- Edad avanzada
- Sedentarismo (el ejercicio aeróbico practicado de forma regular es fundamental en todas las etapas de la vida)
- Herencia (antecedentes familiares)
- Amenorrea en la mujer joven (dietas muy restrictivas, anorexia nerviosa, práctica deportiva intensa...)
- Factores comportamentales (tabaco, alcohol, exceso de café...)
- Desequilibrios pondérales (tanto obesidad como delgadez)
- Raza blanca
- Trastornos intestinales (que interfieran en la absorción normal de los nutrientes necesarios)
   Por último debo señalar, por supuesto, los desequilibrios nutricionales que son el objetivo principal de este artículo.


El ejercicio practicado de forma regular es fundamental en todas las etapas de la vida

 

 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Ojos: Cuidados especiales en verano, 4ª y última parte


Las vitaminas son necesarias para prevenir y tratar las afecciones oculares.
Vitamina A
   Es una vitamina muy importante para la visión. Una deficiencia de ella produce la hictalopía o ceguera nocturna (dificultad para poder ver con cierta claridad en condiciones de escasa iluminación) y favorece la aparición de conjuntivitis. La total ausencia de esta vitamina puede provocar lesiones considerables en la córnea.
   Entre los alimentos ricos en vitamina A se encuentran los aceites de hígado de pescado, el hígado, la mantequilla, yema de huevo, leche, queso, zanahorias, espinacas, nabos, maíz, tomate, melocotón, melón y calabacín.
Vitamina C
   Gracias a sus cualidades antioxidantes protege a los ojos de los efectos nocivos de la luz. Es imprescindible para que el cristalino permanezca transparente y evitar así la formación de cataratas.
   Los alimentos más ricos en vitamina C son los cítricos, las hortalizas de hoja verde, el perejil, las fresas y la mayoría de las frutas.
Vitamina E
  
Es un excelente antioxidante y previene el envejecimiento prematuro de los ojos; por tanto, su presencia retrasa la aparición de la vista cansada o presbicia y la formación de cataratas. Mejora la circulación de los vasos capilares más pequeños, numerosos en la retina.
   Los vegetales de hoja verde crudos, aceite de soja, germen de trigo, semillas, nueces, almendras y huevos, son alimentos ricos en vitamina E.                                                                                                                                  

Vitamina B2
   Previene el deterioro de los ojos, las uñas, la piel, el pelo y enfermedades tan importantes como las cataratas.  La ausencia prolongada de esta vitamina puede producir hipersensibilidad a la luz, causando ardor y quemazón en los ojos, inflamación de la boca, ulceraciones en la lengua e inflamación ocular.
   Aunque la Vitamina B2 se puede tomar sola, se obtienen mejores resultados tomando el complejo B completo.
   Entre los alimentos ricos en vitamina B2 destacan el germen de trigo, la levadura de cerveza, almendras, girasol, hígado, queso, leche y vegetales.


MINERALES
Selenio: Actúa con la Vitamina E. Juntos tienen una función antioxidante, eliminando los radicales libres responsables del envejecimiento. Previene la aparición de cataratas.
   Entre los alimentos ricos en selenio cabe resaltar las algas marinas, mariscos, pescados, huevos, leche, cereales enteros, verduras y levadura de cerveza.
Cinc: Es un oligoelemento importante para la oxigenación de los tejidos. Ayuda al organismo a liberar los radicales libres como el bióxido de carbono. Es importante para la retina.
   Está presente en las semillas de calabaza y girasol, levadura de cerveza, hortalizas de hojas verdes, salvado, germen de trigo, leche y huevos, entre otros alimentos.
Silicio: Es importante para fortalecer los huesos y prevenir el envejecimiento prematuro, así como la irritación de las membranas mucosas. Ayuda a que la conjuntiva se encuentre en buen estado.
   Las verduras de hojas verdes, linaza, avena, manzana, uvas, cebollas, almendras son las mejores fuentes de silicio.


Ejercicios para los Ojos
Consejos útiles para mantenerlos sanos
Para relajar los ojos
    Los ejercicios que se proponen son muy recomendables para relajar los ojos y aliviar el cansancio y la tensión acumulada durante la jornada. El mejor momento para practicarlos es por la noche, antes de acostarse.
• Cubre los ojos con las palmas de las manos. Ejerce una ligera presión durante unos minutos sobre las cejas y los pómulos, sin tocar los glóbulos oculares.
• Con el dedo índice y el pulgar presiona firmemente los lados de la nariz en la parte más alta, durante unos 30 segundos. Éste es un buen método para liberar las tensiones.
• Presiona con los dedos índices el ángulo externo de los ojos, durante 30 segundos. Repite el ejercicio tres veces.
• En el caso de ojos cansados y secos, parpadea con rapidez, abriendo los ojos y cerrándolos con fuerza. Este ejercicio también sirve para aclarar la visión cuando se vuelve borrosa.


Para mejorar la visión
    Este sencillo ejercicio relaja a la vez que mejora la visión. Se consiguen unos excelentes resultados si se realiza con asiduidad.
• Coloca una vela encendida a la altura de los ojos y a una distancia de unos cincuenta centímetros. Mira fijamente la llama de la vela sin parpadear, resistiendo el máximo tiempo posible, sin forzar demasiado. Cuando los ojos se llenen de lágrimas, ciérralos y visualiza en el punto del entrecejo la llama de la vela. Permanece así unos 5 minutos.


Para fortalecer los músculos
  La práctica de este tipo de ejercicios fortalece notablemente los músculos oculares, consiguiendo así unos ojos más sanos.
• Sentada/o cómodamente y con la cabeza recta, mueve los ojos lentamente de abajo arriba y viceversa. Repite diez veces la operación.
• En la misma postura mueve los ojos de izquierda a derecha y viceversa diez veces.
• Continuando con la misma serie, ahora muévelos en diagonal, (izquierda arriba derecha abajo y al revés), procurando buscar un punto de referencia para no desviar la mirada.
• Posteriormente realiza ejercicios circulares en ambos sentidos sin mover la cabeza.
• Con el dedo índice a la altura de los ojos y a unos veinte centímetros de distancia, intercambia la mirada de cerca a lejos y al revés, es decir, hasta el dedo y del dedo a la pared que tengas enfrente, durante diez veces.


BAÑOS OCULARES
  Los baños oculares están indicados en el alivio de la irritación, enrojecimiento y fatiga ocular, conjuntivitis e inflamación de los párpados.
Banes de miel  
  
Se hierve una cucharada de miel en l50 ml de agua durante 5 minutos. Una vez tibia se empapan gasas y se aplican sobre los ojos.
Lavados de manzanilla  
  
Se hace una infusión con 35 g de flores de manzanilla en un litro de agua. Se deja entibiar la infusión y se lavan los ojos con ella. También se pueden aplicar compresas empapadas.
Baños de pétalos de rosas
Se hierven durante 10 minutos 50 g de pétalos de rosas rojas en un litro de agua. Cuando la infusión está tibia se lavan los ojos, varias veces al día.  

 

 

martes, 27 de septiembre de 2016

Ojos: Cuidados especiales en verano, 3ª parte


2 Indicaciones: El hinojo es muy adecuado para la blefaroconjuntivitis.
Vía externa ocular (Baños oculares, compresas tibias….)
ACIANO (Centaurea Cygnus)                                                                                                                             
Familia: Gencianáceas.
Parte utilizada: Capítulo floral.
Acción: Depurativa, diurética antiedematosa, astringente, antiinflamatoria, antiinfecciosa y antipirética.    También actúa como tónico digestivo-eupéptico.                                                                                             

Indicaciones: Conjuntivitis, blefaritis, síndrome catarral, proceso infeccioso con fiebre y afectación ocular.
CINERARIA (Cineraria maritíma)
Familia: Cinerariáceas. Es el llamado “molinero polvoriento”.
Parte utilizada: Planta entera.
Acción: Descongestiva, antiinflamatoria, regenerante de la córnea. También actúa sobre el cristalino.
Indicaciones: Conjuntivitis subaguda o crónica, opacidad corneal y catarata (con frecuencia de origen traumático).
EUFRASIA (Euphrasia officinalis)
Familia:
Escrofulariáceas.
Parte utilizada: Planta entera.
Acción: Astringente, antiinflamatoria y descongestiva.
Indicaciones: Conjuntivitis, inyección conjuntival con irritación y picor, blefaritis y catarro ocular.
HINOJO Familia: Umbelíferas. (Foeniculum vulgare)
Parte utilizada: Frutos, ocasionalmente raíz y hojas.
Acción: En uso externo es antiinflamatorio. Vulnerario y antiedematoso.                                                                   

LINO (Linurn usitatissimum)
Familia: Lináceas.
Parte utilizada: Semillas.
Acción: Por su abundancia en mucílagos, tiene una acción protectora y emoliente. Tiene propiedades regenerativas, antiinflamatorias, antialergénicas y de acción antiinfecciosa local.
Indicaciones: Procesos inflamatorios de origen alérgico o irritativo, heridas corneales e infecciones (orzuelo, furunculosis, abscesos).
MALVA (Malva sylvestris)
Familia: Malváceas.
Parte utilizada: Hojas, flores.
Acción: Emoliente, balsámica y antiedematosa.
Indicaciones: Catarro conjuntival, blefaritis, conjuntivitis, heridas, procesos infecciosos (orzuelo, abscesos, furunculosis) y prurito ocular de causa irritativa.                                                                                                              

NOGAL (Juglans regia)
Familia: Juglandáceas.
Parte utilizada: Hojas, fruto y cotiledones (primeras hojas de la planta).
Acción: Antiséptica, astringente, queratinizante, depurativa, antiinflamatoria.
Indicaciones: Conjuntivitis, eczemas, heridas, procesos infecciosos (abscesos, orzuelo, forúnculos) y úlcera corneal.
LLANTÉN (Plantago major)                                                                                                                           
Familia: Plantagináceas.
Parte utilizada: Hojas y planta entera.
Acción: Muy adecuada como astringente, emoliente, balsámica, antiinflamatoria y espasmolítica. También recomendada como cicatrizante.
Indicaciones: Es ideal para aliviar el catarro ocular. Se recomienda también en alergias respiratorias, blefaritis y conjuntivitis.
Sus propiedades le permiten actuar como protector ocular.


Infusiones

   Infundir 10 gramos de la mezcla de plantas a utilizar en 250 ml de agua durante 10 minutos. Realizar los baños oculares con una bañerita ocular o con gasas estériles, tres veces al día.
Compresas
   Hervir entre 70 y 100 gramos de la mezcla de plantas a utilizar en medio litro de agua durante 10 minutos. Infundir el preparado durante 10 minutos más y filtrarlo, empapando posteriormente gasas estériles. Aplicar compresas tibias durante 20 minutos. El cocimiento se debe realizar en cada nueva aplicación.

ALGUNAS FÓRMULAS
Compresas para la conjuntivitis
Manzanilla 30 g
Nogal 30 g
Llantén 50 g
Hinojo 20 g
Infusión-baños oculares para la higiene ocular y conjuntivitis
Manzanilla 25 g
Eufrasia 25 g
Malva 25 g
Aciano 25 g


Para el tratamiento de afecciones en los ojos
Los siguientes compuestos homeopáticos están indicados para el tratamiento
de afecciones oculares como la conjuntivitis, blefaritis, el molesto escozor el picor y la irritación.                                                                                                                                                  Los gránulos se deben disolver en la boca y tomar en periodo de ayunas.

APIS MELLIFICA (8ch)
Conjuntivitis con edema palpebral.                                                                                                                            
Orzuelo reincidente.
EUPHATORIUM PERFOLIATUM (15CH)
Congestión y enrojecimiento de ojos.                                                                                                                          
Dolores oculares que se agravan
con la presión.
EUPHRASIA OFFICINALIS (9ch)
Manifestaciones catarrales del ojo.
Inflamación de la córnea.
Conjuntivitis.
Blefaritis.
Queratitis.
Iritis.                                                                                                                                                                  
GELSEMIUM SEMPERVIRENS (9ch)
Trastornos de visión.
Pesadez de párpados.
HAMAMELIS VIRGINIANA (9ch)
Hemorragias subconjuntivales de traumatismo ocular.
MERCURIUS SOLUBILIS (9ch)
Conjuntivitis
Blefaritis
Ulceración de córnea.
PULSATILLA (9ch)
Conjuntivitis                                                                                                                                               
GELSEMIUM SEMPERVIRENS (9ch)
Trastornos de visión.
Pesadez de párpados.
HAMAMELIS VIRGINIANA (9ch)
Hemorragias subconjuntivales de traumatismo ocular.
MERCURIUS SOLUBILIS (9ch)
Conjuntivitis
Blefaritis
Ulceración de córnea.
PULSATILLA (9ch)
Conjuntivitis                                                                                                                                                                  
RUTA GRAVEOLENS (9ch)
Fatiga ocular.
SILICEA (9ch)
Orzuelo repetido.
STAPHYSAGRIA (9ch)
Eczema con costra y supuración en el borde de los ojos.
Orzuelos.

 

 

 

lunes, 26 de septiembre de 2016

Ojos: Cuidados especiales en verano, 2ª parte


Efectos de los rayos solares
   Sin la adecuada protección, una exposición prolongada o excesiva a la luz solar intensa, además de resultar muy molesta y causar deslumbramiento, puede producir efectos nocivos en los tejidos oculares. Estas lesiones se manifiestan desde un leve enrojecimiento de la conjuntiva hasta la deshidratación de la mucosa ocular. La opacidad del cristalino puede verse afectada y, en casos más graves, hasta puede producirse un daño irreversible en la retina.
   Tanto la luz natural como la artificial generan con facilidad los destructivos radicales superóxidos, responsables de que el cristalino vaya perdiendo su transparencia, favoreciendo por tanto la aparición de cataratas.
   En lo que respecta a la retina, su sensibilidad a los rayos solares -sobre todo a los nocivos rayos ultravioleta- hace posible que una exposición intensa, aunque sea de corta duración, produzca efectos nefastos. Si la lesión se localiza en la zona central (fóvea), se corre el peligro de perder casi por completo la agudeza visual.
   A partir de estas observaciones puede entenderse la necesidad de utilizar gafas de sol con filtros de protección. Estos forman una barrera eficaz contra las radiaciones solares de excesiva intensidad, así como a las longitudes de onda corta de los rayos ultravioleta e infrarrojos.
   Cuando se protege el sistema retinario fotópico (diurno) de las excesivas radiaciones, al mismo tiempo se crea una defensa para el sistema retinario escotópico (nocturno), permitiendo la visibilidad en condiciones de mínima iluminación. En pocas palabras, cuando durante el día se utiliza protección frente a las radiaciones de sol intensas, la visión nocturna experimenta una notable mejoría.


   A la hora de elegir unas gafas de sol, no sólo priman los condicionantes estéticos y las modas. Es imprescindible tener en cuenta otros factores de vital importancia, como la protección frente a los rayos ultravioletas e infrarrojos, el índice de atenuación óptica y el color de las lentes.
   Según la normativa de la CE al respecto, unas gafas adecuadas nunca deben cambiar la visión de los cuatro colores fundamentales (azul, rojo, amarillo y verde) y han de absorber el paso de rayos ultravioletas e infrarrojos en una proporción alta, media o baja, que se detallará en la etiqueta adjunta.
Importancia del color
  La elección del color de las gafas de sol depende de la sensación cromática del usuario, así como los posibles efectos de la vista.
• El verde es uno de los colores más utilizados, sobre todo por las personas hipermétropes. La capacidad de absorción de la banda de los infrarrojos y de la del ultravioleta es media, no obstante, hay que tener en cuenta que algunos tonos de verdes atenúan en exceso los colores rojos.
• El marrón es el color preferido por las personas que tienen miopía. Reduce la transmisión en la gama de los azules y aumenta los contrastes. Posee diferentes porcentajes de absorción.
• El amarillo es muy utilizado en la práctica de deportes. Produce un efecto de mayor luminosidad y merma la transmisión de los azules.
• El rosa apenas se usa, aunque es ideal para trabajos de escritorio, ya que constituye una eficaz barrera contra las radiaciones ultravioletas.
• El gris es sin duda el color más utilizado. Al ser neutro permite una transmisión uniforme del espectro visible, por lo tanto los colores se ven en su estado natural.


La elección de las gafas de Sol
Índice de atenuación óptica
    Existe una amplia gama de lentes que van desde los muy claros a los que son muy oscuros.
• Prácticamente incoloras: Los filtros apenas tienen color.
• Muy claras: Los filtros son ligeros.
• Medias: Son las lentes más utilizadas, por su diversidad de aplicaciones.
• Oscuras: Se utilizan en condiciones de luz muy intensa (zonas nevadas o desérticas, países tropicales).
• Muy oscuras: Su uso se limita a condiciones de luminosidad extrema.


1 Aplicación en alteraciones o enfermedades oculares
Tomo por vía interna (Infusiones, extractos, tinturas…)
ÁRNICA (Arnica montana)
Familia: Compositae (Asteráceas).
Parte utilizada: Flor y ocasionalmente las raíces.
Acción: Antiinflamatoria, astringente. Mejora de la microcirculación. También es antibiótica y antifúngica.
Indicaciones: Hematomas, derrame vascular, inflamación conjuntival, traumatismos.
   El Árnica debe emplearse en forma muy diluida, ya que en dosis altas puede ser tóxica. Lo adecuado serían 5g por litro de infusión o 10 gotas de TM (1:10).
AGRACEJO (Berberís vulgaris)
Familia: Berberidaceae.
Parte utilizada: Corteza de raíz, hojas y frutos.
Acción: Actúa a nivel del metabolismo por su acción digestiva y antiespasmódica. Es espasmolítica, hipo- tensora y mejora la función hepática. Sus frutos son ligeramente laxantes.
Indicaciones: Se utiliza asociado a otras plantas de tipo drenador como a zarzaparrilla o la vara de oro, y ejerce una acción descongestiva y desintoxicante sobre aquellos organismos con tendencia a conjuntivitis de tipo tóxico-metabólico.                                                                                                                                           

BARDANA (Arctium lappa)
Familia: Compositae (Asteráceas).
Parte utilizada: Raíz, hojas y frutos.
Acción: Antibacteriana antifúngica, astringente y cicatrizante, colerética y diurética (que ayuda a la eliminación de toxinas).
Indicaciones: Conjuntivitis con edema, infecciones (furunculosis, absceso, orzuelo (forúnculo pequeño que nace en el borde de los párpados) y heridas.
CALENDULA (Ca1endu1a officinalis)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                          
Parte utilizada: Flor.
Acción: Analgésico-antiinflamatorio, antiséptico, cicatrizante, antibiótico y fungicida.
Indicaciones: Conjuntivitis con dolor y lesión superficial que puede llegar hasta la ulceración corneal, furunculosis y abscesos.                                                                                                                                              

COLA DE CABALLO (Equisetum arvense)
Familia: Equisetáceas.
Parte utilizada: Tallos estériles.
Acción: Regenerador del tejido conjuntivo, remineralizante, hemostático (contiene la hemorragia), cicatrizante, antiedematoso y antiinflamatorio.
Indicaciones: Conjuntivitis, edemas subpalpebral (bajo los párpados), herida corneal y sufusiones hemorrágicas de causa vascular o traumática.
EQUINACEA (Equinacea angustifolia)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                                 
Parte utilizada: Raíz.
Acción: Antiinflamatoria, antiinfecciosa, inmunopotenciadora, cicatrizante y antiviral.
Indicaciones: Abscesos, furunculosis, heridas, inflamación con tendencia a la infección (supuración), conjuntivitis vírica, orzuelos y toma prolongada de antibióticos.
HAMAMELIS (Harnmainelis virginiana)
Familia: Hamamelidaceae.
Parte utilizada: Hojas y ocasionalmente la corteza.
Acción: Astringente, cicatrizante, hemostática, venotónica, protectora capilar y bactericida.
Indicaciones: Congestión venosa, eritema, prurito, hemorragia capilar e inyección conjuntival.
MANZANILLA (Matricaria chamomilla)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                             
Parte utilizada: Capítulos florales.
Acción: Importante acción antiinflamatoria, vulneraria, antiséptica, antimicrobiana y espasmolítica. Es muy recomendable como sedante.
Indicaciones: Conjuntivitis, eczemas, heridas oculares, contusiones e inflamación local.                                
MYRISTICA (Myristica sebifera)
Familia: Myristicaceae.
Parte utilizada: Savia roja de la corteza.                                                                                                                 
Acción: Antiinflamatoria, antiinfecciosa y descongestiva de tipo linfático.
Indicaciones: Procesos inflamatorios con tendencia a la infección (flemón, absceso, orzuelo). Se usa con frecuencia como preparación homeopática a dosis decimales (D3-D6).                                                                       

VARA DE ORO (Solidago virgaurea)
Familia:
Compositae (Asteráceas).                                                                                                                              
Parte utilizada: Sumidad florida y hojas.
Acción: Diurética, venotónica, vasoprotectora, astringente, antiinflamatoria, antiséptica. Sedante e hipotensora.
Indicaciones: Retención líquida con edema e hipertensión, fragilidad capilar con tendencia al derrame conjuntival, heridas y ulceraciones locales.


 

domingo, 25 de septiembre de 2016

Ojos: Cuidados especiales en verano, 1ª parte


 La exposición a los rayos solares, el polen, el cloro y las bacterias que contiene el agua de las piscinas son algunos de los agentes veraniegos que pueden afectar la salud de nuestros ojos,
provocando diversas afecciones como conjuntivitis, irritación, enrojecimiento y otras lesiones de carácter más grave.
   E1 ojo es, sin duda, unos de los órganos más delicados y a la vez más agredidos del organismo. El constante trabajo bajo luz artificial o el estar delante de la pantalla de un ordenador, la televisión, el estrés, la fatiga, la edad y hasta una alimentación desequilibrada son factores que influyen negativamente en la salud ocular. De ahí la necesidad de tomar medidas preventivas y prestar las oportunas atenciones a este órgano vital. Todos estos cuidados deben extremarse en verano, periodo en el que entran en juego otros agentes externos como las radiaciones solares, el polen, el cloro y las bacterias que contienen el agua de las piscinas, que pueden provocar conjuntivitis, hinchazón, irritación y enrojecimiento de los ojos o incluso lesiones irreversibles.

Conjuntivitis

   La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, membrana que une el globo ocular con la pared interna del párpado. Esta membrana, continuamente lubrificada por las lágrimas y el moco, cumple la importante función de favorecer el deslizamiento de los párpados.
   En función de las causas existen diferentes tipos de conjuntivitis; las más frecuentes son la conjuntivitis catarral y la primaveral.


Conjuntivitis catarral

   Se reconoce fácilmente por sus síntomas, esto es, la irritación que suele afectar a ambos ojos o la sensación de que ha entrado un cuerpo extraño en el saco conjuntival, acompañados de ardor y picor muy molesto y  fotofobia (molestia a la luz). Los ojos presentan un aspecto enrojecido y por las mañanas están legañosos.
   Este tipo de conjuntivitis es muy contagiosa, por lo que se deben extremar las normas higiénicas. El tratamiento consiste principalmente en la aplicación de compresas y en las irrigaciones y lavados frecuentes de la superficie conjuntival con infusiones de pétalos de rosas, manzanilla e eufrasia.


Conjuntivitis primaveral

   Esta afección de origen alérgico se manifiesta en primavera, pero también en verano. Se trata de una hipersensibilidad a sustancias como el polen, el polvo, la caspa y el pelo de los animales.
   Afecta con mayor facilidad a los jóvenes y a los niños y los síntomas suelen ser ardor, picor, lagrimeoconstante y fotofobia. La mejor medida de tratamiento y prevención es evitar el contacto de la persona afectada con el agente responsable, aunque esta actuación resulta un tanto complicada, ya que dicha sustancia puede estar muy extendida, como ocurre en el caso del polvo o del polen.


Conjuntivitis de piscina
   Se denomina así porque se puede contraer al bañarse en piscinas cuyas aguas están contaminadas por la Clamidia oculo-genitalis, un microorganismo que muestra cualidades propias de virus y de bacterias, y que afecta tanto a la mucosa conjuntiva como a la mucosa de las vías urinarias.
   Una buena medida preventiva es la utilización de gafas de agua a la hora de tomar el baño. De esta forma también se protege a los ojos de otras sustancias irritantes como el cloro.
   La sintomatología que presenta este tipo de conjuntivitis es muy similar a las anteriores: sensación de picor y ardor de ojos, guiños e intolerancia a la luz.


Conjuntivitis simple
   Esta conjuntivitis apenas reviste complicaciones y suele aparecer tras un día de mucho viento o después de un paseo en moto. Se manifiesta como un enrojecimiento en forma de rayas convergentes que van desde la periferia hacia la pupila.
   El tratamiento es muy simple: basta con aplicar en los ojos un colirio a base de Eufrasia, Hidrastis y agua de Hamamelis, tres veces al día.


Irritación y enrojecimiento de los ojos
   Una de sus principales causas es la contaminación ambiental, factor un tanto complicado de controlar ya que los agentes irritantes están suspendidos en el ambiente.
   Los filtros de aire aminoran el problema en el hogar, pero esa medida, naturalmente, es inviable en el exterior.
   La irritación ocular también se debe a otros factores como el cloro, la fatiga ocular, un uso inadecuado de las lentes de contacto, a no dormir suficientes horas, trabajar durante largos periodos sin descansar, etc.


Inflamación de los parpados
   La blefaritis o inflamación de los párpados puede tener su origen en diversas causas, desde una amplia gama de infecciones de carácter local hasta problemas de refracción.
   La limpieza de los bordes palpebrales con una solución de ácido bórico al 3% es una buena medida de emergencia, pero sólo hasta la consulta con el especialista.


 

 

 

sábado, 24 de septiembre de 2016

Ojos perfectos: Cométicos naturales para realzar tu mirada. 3ª y última parte


ELIGE EL MAQUILLAJE SEGUN EL COLOR DE TUS OJOS
* Los ojos castaños no combinan muy bien con tonos morados suaves. Los colores que más les favorecen son los lápices azulados.
* Las mujeres con ojos verdes deben evitar pintarse los ojos del mismo tono verde, y escoger maquillaje azul y morado.
* A los ojos azules les favorecen especialmente los tonos amarillentos y naranjas, mientras que los azules y morados no son muy recomendables.


Sombras

   Existen diferentes texturas de sombras para ojos (cremosa, líquida, polvo suelto,...) y múltiples colores. Las puedes aplicar con la yema de los dedos para obtener un efecto más natural o con un pincel para conseguir un resultado más sofisticado.
   Una vez hayas determinado la forma más adecuada de maquillarte los ojos en relación a la forma, debes encontrar su equilibrio, es decir, la distancia que hay entre las tres líneas imaginarias que forman el ojo (ceja, párpado superior y párpado inferior). Lo ideal es que entre la ceja y el párpado superior haya un 60% de la distancia y un 40% entre los dos párpados. Si tu ojo se corresponde con este modelo, ponte sombra en la parte más profunda del ojo. Si no, maquíllate con colores neutros, como el beige, el marrón o el gris, para lograr el equilibrio perfecto.
   En cuanto a los colores, los mates son más naturales, mientras que los satinados dan brillo y mucha luminosidad, por lo que se recomiendan para la noche. A la hora de maquillarte, es importante que seas precavida y emplees una sombra de tono irisado, o en todo caso, una mezcla de sombras irisadas y brillantes de la misma tonalidad, para dar un aspecto más luminoso. Extiende la sombra, repartiendo el tono irisado en el exterior del ojo y el más tenue en el interior del párpado. Utiliza el brillo en la parte superior del párpado, hacia la ceja.
Además, recuerda que...
> La sombra clara se coloca debajo de las cejas, la más oscura marca la profundidad y la intermedia se utiliza como relleno.
> Las sombras mate absorben la luz y dan sensación de profundidad.
Mascaras

   La función principal de la máscara es resaltar la longitud y el volumen de las pestañas. Además, su contenido en proteínas sirve para protegerlas y mantenerlas sanas. Para aplicar la máscara tienes que seguir varios pasos:
> Póntela siempre después de la sombra y el delineador, con la ayuda de un aplicador.
> Limpia el exceso con un cepillo para pestañas, porque es fácil que queden grumos.
> Aplica máscara de nuevo, estirando hacia afuera, para mantener la forma que quieres dar a tus pestañas.
> Con un peine especial para pestañas, separa con cuidado las que han quedado unidas por la máscara.
Distintos tonos
  
Al igual que las sombras, existe una aran variedad de colores además del clásico negro.
> Marrón: La puedes usar durante el día. Da volumen a las pestañas.
> Violeta: Combina muy bien con los ojos oscuros o verdes.
> Amarilla: Sirve especialmente para la noche, si tienes los ojos verdes, marrones o azules.                                     
 
> Azul: Es perfecta para resaltar los ojos de color almendra.
> Negro: Queda bien con cualquier tipo de ojos, y la puede utilizar de día y de noche.


 
SI LLEVAS GAFAS...
  
Si tu problema ocular es la miopía, intensifica tu mirada con el maquillaje, para conseguir que tus ojos parezcan más grandes. En cambio, si tienes hipermetropía, maquilla tus ojos de forma más discreta.
TRUCOS DE MAQUILLAJE
   Para disimular las ojeras utiliza antes del maquillaje un corrector claro, difuminándolo con ligeros toques por toda la ojera.
   Si tienes bolsas en los ojos, no te maquilles con tonos claros, ya que harás que aumente su volumen. Si usas un corrector más oscuro justo debajo de la bolsa, conseguirás disimularla un poco. Cuando tengas enrojecida la línea de las pestañas, con un lápiz blanco para ojos dibuja una línea y luego aplícate la máscara.