viernes, 29 de septiembre de 2017

Aromaterapia: Introdución a la Aroma terapia, 2ª parte


MODOS DE UTILIZACIÓN DE ACEITES ESENCIALES
   Los aceites esenciales pueden utilizarse de muchas maneras:
+ Baño aromático: En aromaterapia es una vía idónea, pues al mismo tiempo que los aceites esenciales penetran por nuestra piel, resultan inhalados.
   Aporta relajación general y tonificación del sistema nervioso y de la piel. Mezclar 20 gotas de aceites esenciales y verter en el agua del
baño.
+ Difusión: Para disfrutar de este medio simple y agradable debemos proveemos de un vaporizador, y verter en él 4 mililitros de aceites esenciales elegidos según nuestros gustos y necesidades.
   Para una casa unifamiliar, se puede difundir esta mezcla una hora repartida en diferentes momentos del día, según se desee. ¿Qué es un vaporizador? Es un aparato eléctrico que sirve para propulsar en un espacio determinado los aceites esenciales y las esencias contenidas en un receptáculo de vidrio. Así, las moléculas aromáticas y sus principios activos estallan sobre la pared del recipiente y liberan sus aromas en el ambiente. El objetivo del microdifusor es permitir que los principios activos de los aceites esenciales alcancen el aparato respiratorio con el fin de ayudar, por ejemplo, a corregir ciertos problemas o simplemente por el placer de los sentidos.
÷ Loción terapéutica: Una loción terapéutica puede contener de un l0 a un 25% de aceites esenciales. Su objetivo es conseguir que el cuerpo absorba una gran cantidad de ellos con una intención terapéutica rápida. Basta con mezclar en una misma botella de 10 a 25 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal (almendra dulce o girasol, por ejemplo) para conseguir 100 mililitros. Seguidamente, realizaremos una fricción sobre la zona que queremos aliviar, intentando que penetre bien.
+ Aceite corporal: El aceite para el cuerpo puede contener de un 2 a un 10% de aceites esenciales. Sus objetivos son suavizar, calmar y regenerar los tejidos superficiales (piel) y cuando el masaje es más profundo, tonificar y descongestionar los tejidos musculares medios y profundos. Tiene una acción preventiva. Se mezclan de 2 a 10 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal de almendra... para conseguir 100 mililitros. Aplicar una buena cantidad por todo el cuerpo.
+ Aceite facial: El aceite para la cara puede contener de un 1 a un 2% de aceites esenciales. Según la elección de los aceites esenciales, este aceite fácil podrá hidratar una piel seca y rugosa y devolverle la elasticidad y la flexibilidad, o bien sanear las pieles grasas con excesiva producción de sebo. Este aceite devolverá a las pieles mixtas la suavidad y el brillo del rostro. Se puede mezclar de 1 a 2 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal de borraja, onagra, pepita de uva o almendra dulce para conseguir 100 mililitros.
+ Inhalación: Esta técnica consiste en meter en un bol con agua hirviendo de 25 a 35 gotas de aceites esenciales, teniendo principalmente efectos descongestionantes de las vías respiratorias y de la piel facial. Colocar seguidamente sobre la cabeza una toalla - cubrir bien para conservar el máximo vapor aromático-, inclinarse lentamente sobre el bol de agua con los ojos cerrados, intentando mantener una respiración más relajada durante alrededor de cinco minutos. Repetir de 3 a 5 veces al día en casos de sinusitis, por ejemplo.
Totalmente contraindicado en personas con asma.
+ Ungüento: Un ungüento puede contener hasta un 5% de aceites esenciales. Es ideal para el tratamiento de llagas, picaduras, quemaduras, furúnculos o dolores articulatorios localizados. Ciertos ungüentos se preparan a base de cera y de miel de abeja. Se trata de licuar el ungüento para añadir los aceites esenciales y mezclarlo bien. Aplicar sobre las zonas afectadas.
Relación de algunos aceites esenciales utilizados en aromaterapia
Anís. Pimpinella anisum L. (semillas). Acciones principales: Relajante neuromuscular y gastrointestinal.
Artemisa arborescente. Artemesia arborescens (cabezuelas). Acciones principales: inflamación de la mucosa respiratoria, alergias                                                                                                                                               

Canelero. Cinnamomum zeylanicum (corteza). A.P.: Poderoso antiinfeccioso, tónico general, afrodisíaco.
Ciprés. Cupressus sempervirens (ramos). A.P: Hemorroides, varices, prostatitis.
Coriandro dulce. Coriandrum sativum (planta). A.P.: Fatiga de origen digestivo, pesadez de estómago.
Eucalipto. Eucalyptus globulus (hojas). A.P: Vías respiratorias, bronquitis, expectorante, tónico respiratorio.
Jengibre. Zingiber officinalis (rizomas). AP: Estimulante gastrointestinal, opresión respiratoria de origen digestivo.
Lavanda. Lavandu la angustifol ia (flores). A. P.: Relajante, calmante, estrés, espasmos nerviosos, insomnio, piel, picaduras, quemaduras.                                                                                                                                

Limonero. Citrus limonum (L.) (Cáscara). A.P: Previene las infecciones invernales en los niños y los problemas del hígado y del páncreas.                                                                                                               
Mandarino. Citrus reticulata (hojas). A.P.: Problemas digestivos de origen nervioso, particularmente en los niños.
Manzanilla noble. Chamaemel um nobile (cabezuelas). A.P.: Neurosis, equilibra el sistema nervioso central.
Melisa. Melissa officinalis (hojas). A.P.: Calmante, favorece la digestión y el sueño, agitación mental.
Menta. Mentha piperita L. (planta florida). A.P.: Tónico, estimulante general del sistema gastrointestinal, cólicos, úlceras, introversión.                                                                                                                                    Menta verde. Mentha spicata (planta florida). A.P.: Tónico para el sistema nervioso, fatiga cerebral, ayuda a fluidificar y evacuar la bilis.                                                                                                                                  

Pachuli. Pogostemon cablin (flores). A.P.: Sequedad de la piel, eczema seco, psoriasis, favorece la regeneración de los tejidos cutáneos y venosos.
Pino albar. Pinus sylvestris L. (ramos enteros). A.P.: Regulariza las secreciones pancreáticas, estimulante de la zona genitourinaria en el hombre, problemas respiratorios.
Salvia. Salvia officinalis L. (planta florida). A.R: Desarreglo del ciclo menstrual, pérdidas irritantes, antiinfeccioso, estimulante hormonal.                                                                                                                    

Sándalo. Santalum album L. (tronco). AP.: Favorece la calma y la meditación.
Valeriana. Valeriana officinalis L. (raíces). A.P.: Relajante, sedante, angustia y agitación cardiaca en personas de edad avanzada.                                                                                                                                               

Zanahoria. Daucus carota L. (frutos). A.P.: Colesterol, regenerador de la célula hepática.

La capacidad de percibir los olores no disminuye con la edad, pero con el paso de los años
es menor la capacidad para distinguirlos y reconocerlos.
+ Perfume: Es el procedimiento más simple, es suficiente con mezclar, según nuestros gustos, los aromas que nos agradan o estimulan. Aquí comienza la elaboración, asociar ciertos aceites esenciales que se prestan a la elaboración de un perfume único, el nuestro. Es necesario tomarse cierto tiempo, gota a gota, para llegar a elaborar un perfume exclusivo. Podemos aplicar este producto así tal cual sobre nuestra piel o bien mezclarlo con un poco de alcohol de 90º •
+ Complejo: Un complejo es una asociación aceites esenciales cuyo objetivo n efectos terapéuticos muy precisos Se administra por vía bucal, y es necesario ser prudente en la fabricación y administración de esta mezcla. Se deben conocer las bases de la aromaterapia y seguir los consejos de un aromaterapeuta.
+ Miel aromática: La formulación de una miel aromática tiene en su base los mismos principios que el complejo. Es la asociación de diversos aceites esenciales, pero en una proporción menor. Se puede volver a añadir, en unos 250 mililitros de miel pura no pasteurizada, de 30 a 50 gotas de mezcla formulada de aceites esenciales. Para obtener una buena mezcla hace falta licuar la miel poco a poco y volver a añadir los aceites esenciales, mezclar bien con una cuchara de madera unos 15 minutos, introducirla después en un bote y dejarla enfriar. Se puede consumir este preparado puro, a razón de una cucharada de té de 3 a 5 veces al día, o añadiéndolo en una taza de agua hirviendo.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Aromaterapia: Introducción a la aromaterapia, 1ª parte


   La historia de la Aromaterapia se remonta al hombre primitivo, se pasea por Oriente, por el mundo de los egipcios y griegos, de los árabes…. Hasta nuestro siglo, en el cual los avances científicos han permitido a los investigadores sentar las bases de una sabia y dulce terapia.

SU HISTORIA

   La historia de la aromaterapia nos acerca al hombre prehistórico, quien ya había descubierto que algunas
plantas, al quemarlas, desprendían olores agradables y vapores saludables. Algunos documentos demuestran
que en Oriente se empleaban alambiques primitivos hace ya unos 5000 años, aunque probablemente se utilizasen más para producir perfumes que para obtener aceites esenciales. En los textos médicos ayurvédicos de India primitiva se citan esencias aromáticas como parte integrante de muchos de sus tratamientos.
   Ya entre la población precolombina estaba difundida la práctica de 1levar al cuello pequeños recipientes con aceites olorosos o flores perfumadas pulverizadas.
   Sabemos que los egipcios, verdaderos maestros en tratar plantas aromáticas, las emplearon con fines terapéuticos, mágicos y litúrgicos, y probablemente alcanzaron el grado de destilación adecuado para obtener esencias como la de cedro, canela y trementina, utilizadas para elevar el espíritu y conservar el cuerpo tanto vivo como muerto. Papiros que datan de 2900 años a d. C. nos muestran el uso que daban a las plantas aromáticas, así como que los aceites de cedro y ciprés eran importados, lo cual indica que ya había un comercio de aceites.
   Para egipcios y griegos los perfumes eran de origen divino, la divinidad egipcia indicaba su presencia con deliciosos olores, y los dioses del Olimpo, sirviéndose de los perfumes, ejecutaban sus metamorfosis.   Teofrasto, discípulo de Aristóteles, en su “Tratado de los olores”, define y clasifica los aromas y sabores de las plantas oficinales (1). Hipócrates ya señalaba en sus escritos la importancia del aprovechamiento médico de las inhalaciones con vapores de plantas aromáticas, y entre las que dedica amplia atención se encuentra el tomillo.
   Avicena, médico y filósofo árabe, quien nos dejó valiosos documentos en los que describió más de 800 plantas y sus efectos en el cuerpo humano, es considerado el descubridor del método de la destilación de los aceites esenciales.
   El interés que las diferentes culturas, a lo largo de la historia, han mostrado que la aromaterapia entró en decadencia a partir del siglo XIX; un interés renovado se inicia a principios del siglo XX.
   En los años 30, el químico francés René-Maurice Gattefossé realizó investigaciones aún hoy fundamentales sobre aromaterapia. Descubrió que muchos de los aceites esenciales utilizados en su empresa de perfumes eran mejores antisépticos que los productos químicos añadidos para este fin a los perfumes y aceites esenciales. Gracias al azar se interesó todavía más por este tema. En una explosión de laboratorio quedó totalmente quemada una de sus manos, de forma instintiva, la introdujo en un recipiente lleno de aceite esencial de lavanda. Dejó de sentir dolor, se curó de forma rápida sin sufrir ningún tipo de infección y sin prácticamente cicatrices.
   En Italia, hombres como Giovanni Gatti, Renato Cajola y Paolo Rovesti, se ocuparon de la demostración clínica de las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales. En 1964, el francés Jean Valnet, quien se interesó por las propiedades curativas de los aceites esenciales después de comprobar su eficacia en el tratamiento de las heridas de los soldados durante la Segunda Guerra Mundial, publicó ‘Aromatherapie”, y más tarde Paul Belaiche, entre otros, recopiló estudios que aún hoy son la base de la aromaterapia en todo el mundo.
(1). Cualquier planta que se utilice como medicina.


ACEITES ESENCIALES

   La aromaterapia, al igual que la fitoterapia, aprovecha los poderes curativos del mundo vegetal, pero en lugar de utilizar la planta entera o parte de ella, aprovecha únicamente su aceite esencial. Esta potente sustancia aromática se aloja en unas diminutas glándulas que se encuentran en la superficie exterior de raíces, tronco, hojas, flores o frutos de la planta, o bien en el interior de estas estructuras. Según el tipo de planta, las partes más aromáticas pueden ser leñosas como la raíz, el rizoma, el tronco y la corteza, o partes verdes como las hojas, las yemas, las flores, los frutos y las semillas.
   El naranjo es particularmente interesante porque produce tres aceites esenciales distintos según el órgano del árbol, de diferentes olores y propiedades.
   Normalmente, los componentes de la planta no están en la planta en la misma configuración que en el aceite esencial una vez obtenido, sino que están preformados o combinados, por ejemplo en forma de heterópsidos, en este caso son liberados por la acción de fermentos presentes en la planta o simplemente por la acción del vapor o del calor en el curso de la destilación.
   Hemos de tener en cuenta que dentro de las miles de plantas que crecen en la tierra, sólo unas pocas producen aceite esencial, y algunas de éstas, en ínfima proporción.
   Se precisan dos toneladas de pétalos de rosa para producir medio kilogramo de aceite esencial, ya que el rendimiento de una planta no supera en algunos casos el 0,01 %. La primera conclusión que se obtiene de estos datos es que un aceite esencial, si es puro y no ha sido sometido a ningún proceso de dilución, es caro. Los aceites esenciales son en general incoloros, aunque existen algunos azulados, amarillos, verdosos o rosáceos. Su consistencia es variable, según el tipo de planta.
   La palabra aceite puede inducir a engaño, puesto que la mayor parte de los aceites esenciales no son grasos, tanto es así que una gota vertida sobre un papel no deja restos de untuosidad. Consisten en sustancias que al difundirse en el ambiente alcanzan fácilmente nuestra nariz.


EL OLFATO
Curiosidades
  
Nuestra civilización está redescubriendo el sentido del olfato.
   A través de la revista
“National Geographic”, el Moneli Chemical Sense Center de Filadelfia ha realizado una investigación sobre la capacidad olfativa de 126.000 personas en todo el mundo. Uno de los resultados parece ser que la capacidad de percibir los olores no disminuye con la edad, pero con el paso de los años es menor la capacidad para distinguirlos y reconocerlos. Asimismo, del estudio se desprende que el olfato femenino generalmente se conserva mejor.

VIAS DE ADMINISTRACIÓN
   Las principales vías de administración de los aceites esenciales son la inhalación, la aplicación tópica y los baños.
   Las hipótesis de trabajo de los investigadores estriban en que los aceites esenciales actúan como estimulantes del sistema nervioso central cuando son inhalados y en que pueden atravesar las paredes de los capilares y de los tejidos celulares si se aplican de forma tópica sobre la piel. Una vez al interior del organismo, si bien sus efectos son numerosos y variados, destacan sobre todo sus propiedades antisépticas, bacteriostáticas, antivirales, antifúngicas y antiinflamatorias.


Los aceites esenciales y la olfacción
   Las partículas de aceite esencial inhaladas se depositan directamente en el techo de la nariz, donde se encuentran las células receptoras del sistema olfatorio. De cada célula receptora surgen pequeños filamentos (cilios) que registran la información que reciben de los aromas y la transmiten a través de bulbo olfatorio hasta el centro del cerebro. Desde aquí, la información se envía en forma de mensajes electroquímicos hacia el área del cerebro asociada con olfacción. Estos impulsos estimulan la liberación de sustancias neuroquímicas que pueden tener efectos sedantes, relajantes, estimulantes o euforizantes. El cerebro puede enviar además otros mensajes a zonas del organismo en las que se observarán los efectos físicos de los aceites.
   Las partículas aromáticas también atraviesan las fosas nasales y llegan a los pulmones.


Los aceites esenciales y la piel
   Las pequeñas moléculas de aceite esencial atraviesan con facilidad la piel cuando se hallan disueltas en un portador o dispersas en agua. Estas moléculas se sirven de los poros y de los folículos pilosos para alcanzar los capilares sanguíneos. Una vez en el torrente sanguíneo, son transportadas por todo el organismo y filtradas por las células y los fluidos corporales. Los aceites esenciales también pueden atravesar las membranas mucosas.

En España, la aromaterapia es una terapia todavía poco conocida y utilizada, respeto al uso que se hace de ella en países como Francia, Alemania, Reino Unido, estados Unidos…