viernes, 28 de julio de 2017

La Primavera y las Alergias, 1ª parte


Tratamientos
LAS MANIFESTACIONES ALÉRGICAS, TAN COMUNES EN PRIMAVERA, OBEDECEN A
CUADROS DE HIPERSENSIBILIDAD O REACCIONES
                               EXAGERADAS A SUSTANCIAS QUE EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS  ESTÁN EN
NUESTRO MEDIO SIN QUE NOS CAUSEN PROB LEMAS.                                                  EN LA PERSONA ALÉRGICA ESAS SUSTANCIAS SON RECONOCIDAS COMO EXTRAÑAS Y                                                                                                                DESENCADENAN UNA REACCIÓN DE DEFENSA    
                           INMUNITARIA LLAMADA ANAFILAXIA.
Las Alergias primaverales
   La llegada de la primavera supone un incremento ambiental de sustancias capaces de producir alergia, principalmente polen, polvo, humedad, parásitos de animales como los ácaros, plumas, pelos….
   Estas sustancias producen de manera explosiva una reacción inmunitaria de rechazo que se pondrá en marcha cada vez que el individuo entre en contacto con este elemento “extraño”.
   Existen sustancias no relacionadas con la estación que pueden también producir alergia, principalmente los medicamentos; por ejemplo:
Se considera que un 10% de personas asmáticas de inicio en la fase adulta son sensibles a la Aspirina.
   Las sustancias extrañas descritas. Son los llamados mediadores de la anafilaxia, entre los que se encuentran la Histamina y la Bradiquinina, responsables de los síntomas alérgicos locales.
   Los síntomas que produce la alergia en el organismo son principal mente urticaria, picor, rinitis con secreción nasal clara y estornudos, inflamación ocular con enrojecimiento, lagrimeo y escozor, y a nivel pulmonar, dificultad de la respiración o asma por aumento de la secreción de mucosidad y constricción de la vía aérea.   Estos síntomas pueden desencadenarse solos o combinados, afectando a uno o varios órganos, y ser de intensidad y duración variable.
TRATAMIENTO
   El tratamiento preventivo se basa en identificar el alergeno o sustancia causante de la Alergia y suprimir o evitar su contacto: Por ejemplo: animales con pelo o plumas, almohadas u objetos que contengan plumas, plantas, moqueta, peluches, ciertos cosméticos, medicamentos o colorantes, metales como el cromo, el cobalto, el níquel...
FITOTERAPIA
   Ciertas plantas medicinales tienen una acción antiinflamatoria y antialérgica parecida a la de los medicamentos clásicos utilizados comúnmente, que se denominan antihistamínicos (frenan la secreción o actuación de los mediadores de la anafilaxia).
   Las plantas antialérgicas no tienen los efectos secundarios que habitualmente los medicamentos de síntesis tienen, como somnolencia, sequedad de boca, habituación...
Entre estas plantas destaco: Grosellero negro, Fumaria, Llantén, Pensamiento, Helicriso,  Manzanilla dulce, Celidonia, Agrimonia, Ajedrea... Algunas, como el Llantén, tienen también propiedades antibióticas, por lo que se utilizarán en estados alérgicos respiratorios desencadenados por un proceso infeccioso, como una bronquitis o un resfriado mal curado.
FUMARIA (Fumaria officinalis)
  
Su nombre viene de “humo”, por su apariencia externa algodonosa. También se la denomina palomilla o gitanilla. De ella utilizamos la parte aérea. Contiene Fumarina o Protopina, que le confiere propiedades antihistamínicas, antiasmáticas, antiarrítmicas y antiinflamatorias.
   Contiene sales de potasio, con acción diurética. Los flavonoides y ácidos fenólicos que contiene tienen acción antiespasmódica sobre la vía biliar.
Es un buen depurativo y antitóxico por la presencia de ácidos alifáticos (fumárico, cítrico, glicólico, láctico, málico, succínico). Se utiliza principalmente en alergias, eczemas cutáneos, ictericia y digestiones difíciles.
LLANTÉN (Plantago lanceolata, L.)                                                                                                                            
Se emplea la planta entera, preferiblemente las hojas. Contiene mucílagos, pectina, taninos y un glucósido cromogénico llamado catalpol, de propiedades antibactenanas.
   Tiene acciones importantes a nivel respiratorio, de la piel y el sistema digestivo. Por su efecto antihistamínico, antipruriginoso, antialérgico, antiinflamatorio, astringente, antitusivo, emoliente y cicatrizante, puede ser útil tanto en uso externo, para picaduras, alergias, herpes, afecciones oculares… como en uso interno, para Bronquitis, Asma, Tos, afecciones de la Boca y la Garganta, alteraciones inflamatorias del sistema digestivo (gastritis, úlcera, diarrea).
HELICRISO (Helicrysum italicum): Se utiliza la sumidad florida.
   Contiene aceite esencial (nerol, alfa-pineno, eugenol, linalol), flavonas (apigenol, luteolol), flavonoles (Kaempherol, quercetol), flavonones (naringenol) son los más numerosos y glucósidos (helicrisina, salipurpósido, isohelicrisina, isosalipurpósido).
   El quercetol es el que le confiere una acción antialérgica, depurativa hepática y antiinflamatoria.
   Está indicado en Asma, Bronquitis, Alergias en general, Dermatosis, Urticaria, Eczemas, Psoriasis, Hepatitis...
El Grosellero negro tiene propiedades antialérgicas y  carece de efectos secundarios.
Del Ginkgo con las mismas propiedades, se extrae tintura madre.
HOMEOPATIA
   En homeopatía hay que atender a lo que se denomina “el terreno” de predisposición a padecer fenómenos de alergia, mediante una observación minuciosa de las características orgánicas, tipológicas, psicológicas y de predisposición a padecer distintos tipos de enfermedades, que se reúnen comúnmente en los individuos que sufren de alergia.
   Estos hallazgos clínicos nos ayudarán a determinar el “medicamento de fondo”, imprescindible para una mayor reacción del organismo a los medicamentos homeopáticos agudos, que tratan los síntomas que desarrolla una persona en su manifestación alérgica.
   Son básicos en las alergias estos medicamentos, ya que hay individuos que manifiestan una hipersensibilidad de su sistema inmunitario frente a sustancias ambientales cotidianas, las cuales son difíciles de suprimir completamente.
   Uno de los medicamentos habitualmente utilizados en cuadros de alergia es SULFUR 30 CH, que cubre los estados de alergia combinada en cuanto a manifestaciones cutáneas y respiratorias, no obstante, el criterio de elección de estos medicamentos no puede ser generalizado ni sistemático.
   Los medicamentos “de fondo” se suelen administrar en tubo-dosis de glóbulos, 1 o 2 veces por la semana.
   Seguramente, la inmunología moderna va a hacer énfasis nuevamente en la noción de terreno. La vía fue abierta por el Dr. Dausset (Premio Nobel de Medicina), quien, gracias al descubrimiento del sistema HLA, mostró que en algunas enfermedades se presenta de forma significativa una correlación con determinados antígenos tisulares (elementos inmunitarios propios del organismo).
La homeopatía y la inmunología se reúnen cuando se habla de la concepción del sistema de defensa del organismo.
PREVENCIÓN
    En caso de alergia a los distintos tipos de polen, se hace un tratamiento específico con POLLENS 30 CH, 1 tubo-dosis cada semana antes de la primera florescencia (febrero) y hasta el otoño (octubre). Si se producen los síntomas de alergia antes de la prevención hay que administrar el mismo preparado en gránulos varias veces al día, espaciando las tomas según la mejoría. Su composición se corresponde a los pólenes de las gramíneas
(Poa pratensis, Pao privilis, Avena pubescens, Dactylis glomerata) ya los árboles que más incidencia tienen en España: pino, Castaño, Álamo, Sauce, Olmo, Carpe, Roble, Arce, Haya, Fresno, Plátano, Aligustre, Saúco, Ciprés, Morera, Olivo.
TRATAMIENTO GENERAL
   Cualquiera que sea la manifestación clínica, hay que prescribir sistemáticamente POUMON HISTAMINE 15 CH, 5 gránulos 2 veces al día. Es un ejemplo claro del concepto de medicamento homeopático, está realizado a base de los elementos que producen en el organismo la alergia, pero diluidos y dinamizados.

 

 

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