TRATAMIENTOS
La Psoriasis es una enfermedad de la piel,
que en la mayoría de los casos evoluciona de modo crónico y de forma benigna.
Se tiene conocimiento de ella desde la antigüedad, y está extendida en todo el
mundo, afectando de un
La
Psoriasis se caracteriza por
regiones de piel inflamada, de tipo superficial y simétrico, bien delimitada,
que puede afectar a áreas muy concretas o extenderse en grandes zonas del
cuerpo. La localización en la cara no es normal que se dé.
La capa superior de la piel muestra un engrosamiento y unas zonas de descamación fina asociada a escamas de color plateado y opalescente que pueden producir un intenso picor y ardor ocasional.
La manifestación, el grado de evolución y el desarrollo de la enfermedad varía mucho de un caso a otro, aunque de modo general se manifiesta de modo alternante los periodos de brote y en los de remisión, en los cuales desaparecen los síntomas.
Existen
diversas formas de Psoriasis. La más
común (90%) es la Psoriasis vulgaris,
cuya localización puede afectar preferentemente las zonas de flexión y
extensión de rodillas, codos, axilas, pliegue anal, así como cuero cabelludo y
cejas. Otras manifestaciones de la enfermedad, aunque no tan frecuentes son la
afectación inflamatoria y artrósica de las articulaciones y la sobre-infección
de la piel en las zonas afectadas al desaparecer la protección cutánea a las
bacterias, apareciendo pequeños micro-abscesos o pústulas sobre las escamas. La capa superior de la piel muestra un engrosamiento y unas zonas de descamación fina asociada a escamas de color plateado y opalescente que pueden producir un intenso picor y ardor ocasional.
La manifestación, el grado de evolución y el desarrollo de la enfermedad varía mucho de un caso a otro, aunque de modo general se manifiesta de modo alternante los periodos de brote y en los de remisión, en los cuales desaparecen los síntomas.
Dentro de la Psoriasis vulgar hay una forma que se caracteriza por desencadenarse en la juventud, que afecta frecuentemente a varios miembros de la familia y es de probable mecanismo autoinmune, es decir que el propio organismo reacciona contra elementos propios produciendo una reacción inflamatoria. Hay otra forma que aparece en edades más avanzadas sin probable relación autoinmune ni desarrollo familiar evidente.
CAMBIOS QUE SUFRE LA PIEL EN LA PSORIASIS
La piel
está formada por tres capas superpuestas, denominadas desde la superficie al
interior, epidermis, dermis superficial y dermis profunda. La epidermis tiene
un grosor de En la Psoriasis se produce un recambio celular acelerado de la piel, lo cual lleva a una ampliación de la capa de células superficiales que al poder juntarse entre sí se descama de modo excesivo y se produce una alteración funcional de la piel con la consiguiente desprotección de los agentes externos (infecciones) y deshidratación. También se produce un aumento de la circulación superficial con enrojecimiento inflamación local.
La Psoriasis cura sin dejar cicatrización y no se altera el crecimiento del pelo. Al remitir la lesión queda a menudo una falta de pigmentación residual o, al contrario, una híper-pigmentación.
CAUSAS DE LA PSORIASIS
Parece ser
que hay una cierta predisposición hereditaria a padecer la enfermedad. Cerca de
un 30% de los pacientes con Psoriasis
tiene algún familiar con la misma afección, aunque no hay una relación ni en el
momento de aparición ni en su intensidad, ya que estas características son muy
variables. Debido a esta variabilidad individual cada vez se da más importancia al factor psicológico en la afección de la enfermedad, que se centra en situaciones vivenciales de separación, como es la pérdida del contacto físico o psicológico con personas queridas. A nivel social y sentimental, las personas que padecen esta enfermedad sienten un sentimiento de injusticia y reproche frente a este estado de separación. El hecho de que la enfermedad evolucione a brotes estaría en relación a que estas situaciones conflictivas se repiten y se solucionan parcialmente en el tiempo y por esto las lesiones cutáneas predominan en determinados momentos como fase descamativa o como fase inflamatoria.
Sin embargo, además de estas situaciones psicológicas, hay ciertos factores que pueden desencadenar los brotes de psoriasis, como son heridas o inflamaciones cutáneas, procesos infecciosos respiratorios, enfermedades eruptivas de la infancia (sarampión, varicela...), alcohol, ciertos medicamentos, diabetes, hipersensibilidad a ciertos alimentos, obesidad, osteoporosis. Todo lo cual reafirma que la manera de vivir estados de separación puede inducir a determinados estados de ánimo que deriven en otras patologías relacionadas, y ciertas enfermedades pueden producir a la larga un estado de separación con sentimiento de injusticia y angustia asociadas.
Parece cierta una predisposición hereditaria a padecer la enfermedad.
Cerca de un 30% de los pacientes con psoriasis tiene algún familiar con la misma afección, pero esta relación es arriesgada, pues las características son muy variables.
Cerca de un 30% de los pacientes con psoriasis tiene algún familiar con la misma afección, pero esta relación es arriesgada, pues las características son muy variables.
TRATAMIENTO DE LA PSORIASIS
Es
importante tener en cuenta las medidas que tienen influencia positiva sobre la
enfermedad y que sin lugar a dudas pueden disminuir tanto la intensidad como la
frecuencia de los brotes. Así, evitaremos circunstancias agresivas para la piel
como son la exposición y el contacto de sustancias potencialmente tóxicas o
alergénicas (óxido de nitrógeno, derivados sulfurados....), y como norma
dietética, seguir una alimentación integral, rica en fibras y pobre en grasas
de origen animal. El mar y la exposición solar suelen ser claramente beneficiosos, aunque en este último apartado es importante tomar ciertas precauciones.
Se debería dar mucha más importancia al aspecto psicológico antes mencionado de separación, ya que si éste se determina realmente en parte del paciente, es una pieza clave en la evolución de la enfermedad, mediante la búsqueda de comportamientos que superen estas circunstancias adversas. Es importante, por tanto, encontrar una gran ayuda y apoyo familiar y social, sobre todo teniendo en cuenta que la propia enfermedad por parte del paciente y de los demás, puede agravar el conflicto de separación por miedo al contagio o a una cierta aversión.
Sin embargo
la Psoriasis sigue siendo una incógnita
en su evolución ya que hay una gran variabilidad en su manifestación y
evolución posterior. Es por ello que se la ha llamado la enfermedad caprichosa,
ilógica y excéntrica (Suglia 1993).
Esto hace que el tratamiento sea muy personalizado en relación a los factores predisponentes de cada persona.
Como medidas de tratamiento directo tenemos la fotoquimioterapia, los retinoides, el Ditranol y la Cortisona, como terapéutica clásica no han demostrado su eficacia a largo plazo, debido a sus múltiples efectos secundarios y al efecto rebote que producen en algunos casos al abandonar el tratamiento. Por todo ello se hace necesario valorar alternativas naturales que no presentes estos inconvenientes.
Cada vez se da más
importancia al factor psicológico en la afección a la enfermedad. A nivel
social y sentimental, las personas que padecen Psoriasis sienten un sentimiento
injusticia y reproche frente a este estado de separación. Esto hace que el tratamiento sea muy personalizado en relación a los factores predisponentes de cada persona.
Como medidas de tratamiento directo tenemos la fotoquimioterapia, los retinoides, el Ditranol y la Cortisona, como terapéutica clásica no han demostrado su eficacia a largo plazo, debido a sus múltiples efectos secundarios y al efecto rebote que producen en algunos casos al abandonar el tratamiento. Por todo ello se hace necesario valorar alternativas naturales que no presentes estos inconvenientes.
Tratamientos
+ Aplicación local de preparados que protegen y
engrasan la piel, así como de cremas y lociones hidratantes. + Tomar Vitamina D3 en combinación con aceite de pescado o aceites vegetales ricos en glicéridos y Vitamina E, como el de onagra, borraja, maíz, lino, germen de trigo. La riqueza de estos aceites naturales en ácidos grasos tipo omega parece influenciar positivamente en el proceso inflamatorio de la Psoriasis.
+ Como suplementos vitamínicos debemos de considerar las Vitaminas A, E, C y B, que intervienen en el crecimiento y reparación de la piel.
÷ Muchas veces brotes agudos pueden ser reprimidos con una terapia selectiva de UV tipo A, ya que parece tener un efecto inhibidor sobre la multiplicación celular de la piel.
+ Otra alternativa es el tratamiento homeopático, que toma una consideración muy especial de las particularidades de cada paciente, ya que los remedios son seleccionados de acuerdo con la constitución del paciente, el aspecto local de la lesión y los síntomas asociados.
+ La Fitoterapia puede ayudarnos a mejorar los cuadros agudos de la enfermedad al poder incidir sobre la función metabólica y cutánea, la modulación.
Para
potenciar el sistema inmunitaria, se utilizan Plantas como la Equinácea, el Eleuterococo y el Ginkgo
biloba.
Por sus efectos depurativos y drenadores
hepáticos se utilizan el Abedul, el Helicriso, la Fumaria y la
Escrofularia. La Melisa, el Marrubio y la Avena actúan como moduladores del sistema nervioso y hormonal, teniendo la Avena también un efecto directo sobre el cuidado de la piel.
El Grosellero negro tiene una acción importante sobre el metabolismo de la piel, favoreciendo su crecimiento y regeneración.
Para el sistema nervioso se deben tomar
Infusiones de Pasiflora, Valeriana
(raíz), Espino albar y Azahar.
La yemoterapia incluye
el tratamiento con
las partes de crecimiento de la planta (yemas), con una gran riqueza en
determinados principios activos de la planta. Aplicado a la Psoriasis contamos con el Nogal, indicado en Psoriasis con tendencia a la infección. Se prescribe en dilución
homeopática decimal, 40 gotas tres veces al día.
A nivel de Fitoterapia local, la pomada de tintura madre de Mahonia aquifolium tiene un efecto antiinflamatorio importante, junto a una mejora en el desprendimiento de las escamas psoriásicas, que ayuda a una mejor reepitelización de la piel. Ofrece una muy buena tolerancia y es considerada agradable debido a sus características protectoras.
En aplicación local también podemos aplicar cataplasmas de Arcilla en las zonas afectadas, potenciadas con 20-30 gotas de extracto de Bardana.
Si afecta a amplias zonas del cuerpo se pueden realizar baños de Arcilla, posteriormente aclararse y aplicar en las zonas afectadas aceite de Crisálida o cerato de Calaguala. Si hay un gran componente inflamatorio se puede aplicar una emulsión de Manzanilla, Aloe, Llantén y Caléndula. Los baños se pueden realizar incluyendo plantas ricas en mucílago, que actúan como emolientes (Lino, Malvavisco, Milenrama, Llantén y Pensamiento) y potenciarlo con extracto de propóleo.
Como ejemplo de tratamiento con fitoterapia tendríamos la combinación de Grosellero Negro, Helicriso y Ginkgo biloba en cápsulas de extracto seco asociada a una infusión a base de Melisa, Equinacea y Centella Asiática, esta última de gran propiedad antiinflamatoria y cicatrizante. Además, aplicaríamos dos veces al día una crema a base de Mahonia aquifolium.
A nivel de Fitoterapia local, la pomada de tintura madre de Mahonia aquifolium tiene un efecto antiinflamatorio importante, junto a una mejora en el desprendimiento de las escamas psoriásicas, que ayuda a una mejor reepitelización de la piel. Ofrece una muy buena tolerancia y es considerada agradable debido a sus características protectoras.
En aplicación local también podemos aplicar cataplasmas de Arcilla en las zonas afectadas, potenciadas con 20-30 gotas de extracto de Bardana.
Si afecta a amplias zonas del cuerpo se pueden realizar baños de Arcilla, posteriormente aclararse y aplicar en las zonas afectadas aceite de Crisálida o cerato de Calaguala. Si hay un gran componente inflamatorio se puede aplicar una emulsión de Manzanilla, Aloe, Llantén y Caléndula. Los baños se pueden realizar incluyendo plantas ricas en mucílago, que actúan como emolientes (Lino, Malvavisco, Milenrama, Llantén y Pensamiento) y potenciarlo con extracto de propóleo.
Como ejemplo de tratamiento con fitoterapia tendríamos la combinación de Grosellero Negro, Helicriso y Ginkgo biloba en cápsulas de extracto seco asociada a una infusión a base de Melisa, Equinacea y Centella Asiática, esta última de gran propiedad antiinflamatoria y cicatrizante. Además, aplicaríamos dos veces al día una crema a base de Mahonia aquifolium.
RECOMEDACIONES DIETÉTICAS
+ Dieta exenta de alimentos que pueden
ser agravantes, como el cerdo, grasas, dulces, salsas, fritos, alcohol,
picantes y condimentos fuertes. + Tomar verduras frescas y abundante fruta. También puede tomarse en zumo, apio, zanahoria, lechuga, uvas, pomelo, limón.
+ La pulpa de zanahoria ha sido empleada en aplicaciones externas contra diferentes afecciones cutáneas, ya que calma el picor.
+ Utilizar aceites de semilla de gran pureza, de primera prensión en frío, como el aceite de lino, girasol o maíz.
+ Aumentar el consumo de cereales integrales (arroz, trigo, maíz, cebada, avena, mijo...).
+ Como suplemento alimentario de tipo vitamínico que favorece el crecimiento y regeneración de la piel, tenemos el germen de trigo y la levadura de cerveza.