jueves, 31 de marzo de 2016

Educar frustrando....a los niños: Con todo el cuidado, 1ª parte


El uso correcto de la frustración en los primeros años de educación del niño tiene efectos positivos en distintos aspectos de su personalidad y desarrollo social.                                                                                                 Es una parte relevante de nuestra función educativa y un recurso importante a la hora de prepararles para enfrentarse a un mundo que les limitará más de un deseo y de una expectativa.
   Todos sabemos lo que un niño puede experimentar cuando le negamos un capricho a destiempo, peligroso o
imposible de satisfacer. Es una mezcla de rabia e impotencia no exenta de una cierta tendencia agresiva a la que, cuando el deseo es imposible de cumplir, denominamos “frustración”. Ésta se produce, aunque sea vano decirlo, a todas las edades, probablemente, desde los primeros días de existencia, aunque resulta más fácil identificarla cuando la comunicación -con la aparición del lenguaje- se hace más rica y compartida, además de comprensible


 Las múltiples caras de la frustración
   A las frustraciones naturales de cada edad, los padres debemos sumarles en el que podríamos llamar el “trabajo sucio” de la labor parental, aquéllas que también convengan para la construcción adecuada de su carácter. A este tipo de frustraciones las hemos llamado programadas, pues tenemos siempre la posibilidad de prepararlas en términos generales y según la edad del niño. Así, no es lo mismo, por ejemplo, obligar a un bebé a permanecer sentado en su sitio que a un niño de cinco años.
   Desde que nacen, los niños tienen una serie de necesidades esenciales de todo tipo que deben ser correctamente satisfechas por sus progenitores: la comida, el sueño, la proximidad, el trato comunicativo, el cariño y la higiene son, tal vez, las más básicas. Negarle cualquiera de ellas sería una negligencia alejada de la idea que pretendemos transmitir.


   Otra de las necesidades del bebé indicada por los expertos es la seguridad básica, que incluye la forma en que el recién nacido percibe el mundo que le rodea y del que depende completamente en los primeros días de su vida. Del modo en que sea atendido en sus necesidades biológicas y emocionales dependerá, en buena medida, el grado de confianza que empezará a desarrollar en la posibilidad de obtener del mundo la satisfacción de sus deseos y necesidades, partiendo de la alimentación como primera de ellas, más sin relegar a un lugar peor el imprescindible respeto.
Querer no es poder
   Hacia el final de su primer año, aparece la necesidad de poner los primeros límites a ciertos deseos del pequeño. Sus nuevas capacidades, como la de poder acercarse por sí mismo a determinados sitios o la de reconocer objetos de su entorno e incluso pedirlos a los mayores, no le proporcionará únicamente satisfacciones. La diferencia entre el querer y el poder le provee de nuevas frustraciones, como cuando pretende acercarse a la barandilla de un balcón o al fuego de la cocina y se encuentra con nuestra negativa, necesaria para protegerle de peligros domésticos. Conviene, pues, estar preparados para decirle “no” sin exaltarnos ni agredirles -gritar sin necesidad es una forma de agresión-, y apartarle del peligro si es preciso.
   No obstante, en aquellas ocasiones en que suceda algo inesperado -la imaginación de los pequeños es capaz de poner a prueba toda nuestra capacidad de previsión-, lo fundamental será actuar rápida y serenamente, sin tratar de justificar brusquedades de ningún tipo,


Díselo hablando: te entenderá mejor

    Cuando nuestro hijo empieza a decir sus primeras palabras, podemos usar el lenguaje para ir poniendo límites razonables a su conducta.
   Además, la vida ya se habrá encargado, en los primeros dos años, de enseñarle que muchos de sus deseos no son siempre satisfechos, debiendo aceptar una realidad que se le impone, por ejemplo, cuando empieza a ir a la guardería.
   Pero esto requiere que estemos dispuestos a aguantar, en ciertas ocasiones, sus negativas iniciales en forma de llanto. Saber responder a su impaciente cabezonería con decisiones razonables o condicionadas es tan importante como atender adecuadamente al resto de sus necesidades. De este modo, el niño de dos años debe ir aprendiendo
a lavarse las manos antes de comer, le parezca bien o no, ir a la cama a una hora adecuada a su edad, etc. Por contra, ceder sin justificación si el niño se opone, no hará más que dificultar su proceso educativo.
   En general, habituarles a una serie de rutinas y darles cierto margen de elección les servirá para superar esta dura etapa que dará lugar, como decíamos, a otra mejor: la de los tres años. A esta edad, ya habremos hecho todo un trabajo frustrador no exento de cariño, respeto, ternura, cuidado y comprensión. Entonces, el niño habrá conocido ya la seguridad de nuestra cercanía y disponibilidad y la libertad para hacer algunas cosas por sí solo.
   Debemos reiterar que de poco sirve actuar bien respecto al niño si nuestro ejemplo contradice los mensajes que le transmitimos. Además, los padres debemos tratar de ponernos permanentemente en la piel del niño para cubrir adecuadamente sus necesidades.

 

 

miércoles, 30 de marzo de 2016

Complejos: Edipo y de Electra, 3ª y última parte


Edipo no disimulado
    Muchas escenas cotidianas nos remiten al Complejo de Edipo:
> Padres que, sorprendentemente y sin pudor alguno, van del brazo de sus hijas y en lugar de aparecer junto a sus esposas, alardean de la belleza de sus niñas y las exhiben como en busca de un pretendido equívoco. En el extremo, esto da lugar al abuso sexual de los propios hijos por parte del padre o la madre que secundan su complejo.
> También hallamos jóvenes varones que, con aparente normalidad, mantienen relaciones con mujeres veinte años mayores que ellos, para regocijo de ambos, ellos reencuentran la seguridad que el amor perdido de su madre les arrebató, mientras ellas recobran todo el fragor de la libido (instinto psicosexual) en una especie de ‘segunda juventud”.
> O bien a la inversa: chicas que se entregan al arte de amar a una nueva pareja de edad muy superior; como en el caso de varones lo suficientemente mayores en edad o apariencia como para poder ser o parecer su padre. El beneficio inmediato resulta ser para ambos, como en una extraña simbiosis de la que les costaré salir, especialmente al miembro más joven de la pareja.
   A la larga, la diferencia entre ambos será suficiente como para zanjar una relación diseñada para tapar un viejo problema: el Complejo de Electra o de Edipo, según el caso.


¿Conflicto o complejo?
   Estas son algunas pistas para saber si tu hija o tu hijo no superaron el obligado Conflicto de Electra o de Edipo, con lo que hoy día pueden sufrir el Complejo resultante:

1 Hace años que el pequeño celebró su tercer cumpleaños, pero imita de forma descarada a su padre y/o a su madre en la forma de gesticular, hablar, reír, sentarse, firmar, dibujar, entretenerse con las mismas aficiones...etc.
2 Lleva años siguiendo, a pies juntillas, las formas exactas de comportarse ante los demás...
3 A menudo presume de lo que se parece a su padre o a su madre en tal o cual cosa.
4 Cuando llega a la adolescencia, sólo imagina a una pareja posible si se parece a su padre o a su madre en la forma de quererle, en el físico, en el carácter, en a profesión, etc.
5 No se plantea otras perspectivas que las de hacer lo mismo que su padre y/o su madre, aunque pueda requerir habilidades distintas de aquéllas en las que él/ella destaca.                                                                                                                                                           6 Abandona cualquier habilidad que perciba como ausente en su padre o en su madre, sobre todo cuando no merece la atención o el reconocimiento de ellos.
7 Consulta al progenitor con quien se ha identificado hasta las más insignificantes cuestiones y decisiones, asegurándose así que le agradará lo que haga.
8 Defiende con pasión y sin crítica algunas de las creencias, ideologías y prejuicios de uno de sus progenitores, e incluso de ambos.
9 Prefiere tener sus fotografías más antiguas, así como la del padre y/o la madre.
10 Es capaz de verse involucrado en discusiones y peleas verbales o físicas si alguien osa comprometer el buen nombre de su padre y/o de su madre, o bien de cualquier cosa relacionada con él o con ella.

 

 

martes, 29 de marzo de 2016

Complejos: Edipo y de Electra, 2ª parte


Edipo, un complejo mítico
   Dada la repercusión del Complejo de Edipo, conviene recordar el origen histórico de este concepto. Para su formulación, Freud se basó en un pasaje de la mitología griega en el que Edipo, todavía en el vientre de su madre Yocasta, acabaría con la vida de su padre para poder contraer matrimonio con ésta. En efecto, sólo la muerte de su padre podía transmitir al non- nato Edipo la creencia de poder estar junto al corazón de su madre, siendo el único objeto de su cuidado y de su amor.
   Algo parecido a esto se supone que ocurre con cada uno de nosotros en la relación filial con nuestros padres, donde las emociones dificultan un encuentro natural con ellos; emociones que muchas veces se encuentran disfrazadas bajo el ropaje de disputas o distanciamientos, a menudo inexplicables, como medio más soportable de dar salida a tan fuertes e inaceptables impulsos. El mero rechazo que podemos sentir hacia la idea del Complejo en cuestión nos indica ya la fuerte resistencia a tomar consciencia de este hecho.


Inferior pero a gusto
   En otras ocasiones, la relación de pareja se establece en función de los complejos existentes, al margen de la diferencia de edad. En estos casos, Edipo aparece en cualidades sobresalientes del padre o la madre amada, o de ambos, encubriendo la verdadera necesidad subyacente a una declaración amorosa y que, lejos de dirigirse realmente a la pareja, se hace a través de uno de los progenitores.
  
En estos casos, los comportamientos de la pareja que se alejen del progenitor amado e idealizado serón con frecuencia causa de disentimiento y, eventualmente, de definitiva ruptura conyugal. La excusa típica que se da en estos casos es una supuesta decepción, cuyo responsable es la persona amada, mientras que otras personas sienten incluso repulsión al mantener relaciones sexuales con alguien que, en el fondo de su corazón, no hace sino sustituir en lo posible a su padre o a su madre.
   En tal supuesto, la pérdida del deseo sexual antecede siempre a la separación final, pues resulta inadmisible que la pareja se revele como alguien distinto de nuestro progenitor amado, por lo que se opta por la disolución.


   Una elección edipica de nuestra pareja nos abona de antemano al conflicto y al fracaso, por más que dure esta situación, tan inconsciente como manipuladora. Por todo ello, conviene reflexionar acerca de los sentimientos actuales hacia nuestros padres: por ejemplo, un sentimiento de asco a ser tocados por uno de ellos revela, con toda probabilidad, una tendencia inadmisible y reprimida que condicionará nuestra búsqueda de pareja, acercándonos peligrosamente al fracaso.
   En cambio, una relación fluida y razonable con nuestros progenitores es una buena base a la hora de plantearnos la posibilidad de buscar una persona a la que entregarnos y con la que llenar esa intensa y maravillosa parcela de nuestra vida a la que llamamos amor.
Claves para reconocer y reciclar tu Edipo

 1 Tómate una tarde para escribir los primeros recuerdos que tengas en relación con tus padres, concéntrate en anotar los sentimientos más relevantes, si te considerabas la hija o el hijo preferido y cómo se traducía esto en tu relación con tu padre o con tu madre.
2 A continuación, escribe lo que recuerdes acerca de tus primeras diferencias con tus padres, señalando en especial aquellos puntos en los que sintieras que te impedían alejarte de ellos o compartirte con terceros.
3 Anota qué sientes al oler la colonia o el perfume de tus padres, o cuando te tocan para abrazarte (si es que lo hacen) o para besarte, cuánta más angustia sientas, mayor complejo de Edipo.
4 Seguidamente, toma nota de los principales sueños en los que ellos aparezcan, independientemente de su contenido moral o lógico. Éstos contienen mucha información de los deseos más fuertemente reprimidos:
a mayor recuerdo, menor represión. Repasa también tus dificultades actuales para emprender largos viajes, especialmente en avión.                                                                                                                                                              
5 Reflexiona relajadamente acerca de toda la información obtenida y plantéate en qué aspectos podrías mostrarte en adelante ante tus padres como un ser adulto e independiente, antes que como mera hija o hijo.
   Esto incluye la expresión verbal y no verbal (besos, caricias, abrazos, sonrisas) de los afectos más tiernos entre padres e hijos. Acercarte relajadamente a ellos suele ser una forma segura de vivir la experiencia con satisfacción, reduciendo la carga de ansiedad al mínimo. Si no necesitas hacer esfuerzo alguno para expresarles tus pensamientos y sentimientos, probablemente estás fuera de un Complejo de Electra o de Edipo.
6 Para terminar, repasa las relaciones sentimentales que has tenido hasta el momento, prestando especial atención a lo que tengan en común con tus padres (por separado). Esto te indicará si buscas o has estado buscando una pareja que, de alguna manera, te recuerde a tu padre o a tu madre, independientemente de los sentimientos hacia ellos.  

Cuando Edipo cede

    La edad crítica para la superación de los Conflictos de Edipo y Electra son los tres años. A esa edad, la identificación con el padre y/o con la madre ya ha adquirido toda su intensidad. Para ello, puede ser útil:
1 Facilitar a los pequeños la relación con otros niños y niñas de distintas edades, lo que les permitirá conocer otros rasgos de personalidad no tan presentes en sus familiares más cercanos.
2 Explicarles, tan pronto como sea posible, que son personas distintas, que cambiarán y se harán cada día más interesantes, de modo que la relación entre los miembros de la familia será más divertida.
3 Permitir que el niño actúe de modo distinto a su padre y a su madre, siempre dentro de los límites de lo razonable, favoreciendo así su diferenciación.
4 Evitar ante él los comentarios acerca del parecido físico o de carácter que se puedan advertir. Con ello se evitará el efecto de sugestión, que podría provocar que el niño o la niña tratara incluso de imitar determinados rasgos ensalzados por sus familiares, en detrimento de los más consonantes con sus propias tendencias.
5 Evitar tratarles como el “maridito de la madre’ o la “mujercita del padre”, lo que ocurre con mayor frecuencia de lo que nos imaginamos. Ni el niño ni la niña existen para los padres, sino para sí mismos y, en el futuro, para su pareja (si deciden y pueden tenerla) y no son ni hombrecitos ni mujercitas, sino simples niños.
6 Aceptar que elijan libremente aficiones y futuras profesiones, incluyan o no las que han tenido o admirado los progenitores, abuelos, etc.
7     Mostrarse ante los hijos sin afectación, es decir, transmitiéndoles una imagen de sí mismos lo más ajustada a la realidad: ya se encargarán ellos de exagerarla.

 

lunes, 28 de marzo de 2016

Complejos: Edipo y de Electra, 1ª parte


Enamorados de papa y mamá
Afecta al cien por cien de los niños cuando se incuba en forma de conflicto en los primeros años de vida, aunque pasa desapercibido para muchos padres. Este trastorno, que se gesta entre los tres y los cinco años de edad, se denomina Complejo de Edipo cuando se trata de niños y, en el caso de niñas y recurriendo a Jung, Complejo de Electra.
   Durante la infancia, las fuertes emociones que se ponen en marcha hacia los padres condicionan las futuras
relaciones afectivas y sexuales del niño/a, e incluso sus criterios individuales de elección de pareja.
   El amor idealizador hacia uno de los progenitores (normalmente el del mismo sexo que el hijo o hija) y el
odio hacia el del sexo contrario condicionará -en tal fase del desarrollo psicosexual- las tendencias afectivas
del pequeño. Es durante esta etapa cuando se fijan prematuramente las preferencias sexuales, incluso en lo
relativo a la hetero u homosexualidad.


Cuando papá es papá y mamá es mamá
   Según el Psicoanálisis, tener unos padres psicológicamente estables facilita el desarrollo psicosexual del niño. Esto incluye que tanto el padre como la madre posean una congruencia entre su sexo físico y su identidad sexual. La presencia de un padre y de una madre correctamente desarrollados en lo psicosexual hace que el hijo escoja de manera inconsciente y natural al progenitor de su mismo sexo, para identificarse con él y continuar su desarrollo. Es entonces cuando aparece el Complejo de Edipo, en este caso, el niño se llega a identificar tanto con su padre que lo reemplaza para estar con su madre, pasando a ver al primero como un rival. Esta situación hace que el niño sufra un sentimiento ambivalente hacia su padre, tanto le ha amado que llega a fantasear con poder ser igual que él y convertir-se en el compañero de su progenitora, algo que, por supuesto, no funciona. Lo mismo puede decirse de la niña, se ‘enamora” de su madre hasta identificarse plenamente con ella y llegar a creer que puede ser como ella frente a su padre, por lo que empieza su cruzada imposible a través de la rivalidad. Si el niño o la niña siguen enganchados a tal deseo tras de haber cumplido cinco años, el conflicto de Edipo o de Electra se convierte en Complejo.

Cuando se enamoran…. del hijo o de la hija
   En la consolidación del Complejo es de gran importancia tener en cuenta la respuesta de padre o de la madre ante el deseo del hijo de formar pareja con ellos. Si reaccionan como si se tratara de una buena idea (con frecuencia y de manera inconsciente, los padres proyectan su ideal de pareja sobre los hijos), harán que se detenga el desarrollo evolutivo del pequeño, ya que facilitarán la aparición del trastorno, que a menudo provocará interminables fracasos sentimentales cuando el niño sea adulto, pues su maduración psicosexual se habrá visto afectada. Este hecho también se manifestará después en la búsqueda de una pareja igual que el amor infantil que no pudo mantenerse, lo que inevitablemente conduce a la frustración y el fracaso.

“Hasta que no encuentre….. a mi padre”
   Hay mujeres que manifiestan no tener novio por no haber encontrado un hombre como su padre. Esta afirmación delata un gigantesco Complejo de Electra, versión femenina del de Edipo. No es tan frecuente, en cambio, escuchar una frase similar en boca de hombres, quizás porque tradicionalmente no se les ha educado para que expresen sus sentimientos en voz alta. Normalmente, quienes lo dicen públicamente suelen ser hombres que, en lugar de identificarse en los primeros años de su vida con su padre, lo hicieron con su madre, por lo que creen que deben buscar una pareja parecida a la de su progenitora, es decir, como su padre, lo que a veces deriva en un error en la propia percepción sexual.

 

domingo, 27 de marzo de 2016

Dormir bien, tú también puedes, 3ª y última parte


Los problemas del sueño van unidos a los cambios sociales que vivimos
El tratamiento natural
    Las plantas medicinales utilizadas durante el insomnio disminuyen la hiperexcitabilidad nerviosa y están indicadas en el tratamiento de ansiedad, insomnio, nerviosismo... Se pueden clasificar según la acción que ejercen sobre las diferentes funciones:

 Plantas cuya acción se ejerce sobre funciones nerviosas elementales:
a) Analgésicas (para el dolor): Matricaria chamomilla
b) Sedantes y relajantes musculares: Passiflora incarnata, Valeriana officinalis, Melissa officinalis, Lavandula officinalis, Tilia platyphyllos, Origanum majorana.
Plantas cuya acción se ejerce principalmente sobre funciones psíquicas superiores:
a)
Ansiolíticas o tranquilizantes menores: Melissa oficinalis, Passiflora inca mata, Citrus aurantium                                                                                                                                                        b) Neurolépticas o tranquilizantes mayores: Papaver somniferum.
   Voy a describir algunas de las que cubren básicamente las necesidades terapéuticas que se abordan con las benzodiacepinas.
Passiflora incarnata (Pasiflora): Familia de las pasifloráceas. Se utilizan los tallos y las hojas.  
Familia de las pasifloráceas.
Se utilizan los tallos y las hojas.
Constituyentes y principios activos
-Flavonoides (0,3%), quercetol, camferol, apigenina, luteolina y flavonas (vitexina, isovitexina y onentina), derivados de la gamma pyrona (0,05%), maltol, etilmaltol.
-Alcaloides (derivados de la B-carbolina), cuyo contenido no debe exceder del 0,01%: barman, harmol, harmina, harmalol, harmalina.
-Derivados de la cumarina, aceites esenciales, glucósidos cianógenos.
Propiedades farmacológicas
Sedante de tipo hipnótico, antiespasmódica, ansiolítica, analgésica, anticonvulsivante, hipotensora.
Formas de utilización
-Infusión y decocción: 1 g por taza.
-Polvo: 0,5 a 1,5 g por día.
-Extracto fluido: 0,5 a 2 ml por día en un vaso de agua o infusión.
-Tintura oficinal: 1-3 ml por día.
Indicaciones
-Estados ansiosos, acompañados o no de dolor.
-Problemas de insomnio, en particular en los estados depresivos. Esta especificidad viene dada porque los alcaloides harmónicos actúan como estimulantes centrales antidepresivos, ya que inhiben la enzima encargada de recaptar neurotransmisores en la unión entre neuronas (I.M.A.O.).
-Deshabituación de psicotropos de síntesis.
-Distonías neurovegetativas (estados espásticos de órganos internos).
Asociación e interación
  
La Pasiflora se emplea tradicionalmente asociada con otros sedantes o antiespasmódicos vegetales como la valeriana, y se asocia frecuentemente con el espino blanco (Grataegus oxicanta) en palpitaciones, taquicardias, extrasístoles.                                                                                                                                                    
Valeriana officinalis (valeriana): Familia de las valerianáceas. Se utiliza la raíz y el rizoma.
Se utilizan la raíz y el rizoma.
Constituyentes y principios activos
-Aceite esencial del ácido valeriánico (no menor a 0,5%) compuesto de carburos monoterpenos y sesquiterpenos.
-Ésteres del tipo iridoides (valepotriatos), principalmente didrovaltrato, valtrato y acevaltrato, que se encuentran presentes en planta fresca, y ciertos extractos estabilizados (alrededor del 1%).
-Alcaloides (0,001% a 0,01%): valerianina, actinidina.
-Ácidos orgánicos (benzoico, salicílico, cafeico, clorogénico).
   Actividad sedativa que se debe al ácido valeriánico y a los valepotriatos. Esta acción sedativa no es interferida por el alcohol.
   Actividad espasmolítica y relajante de la musculatura lisa (valepotriatos, principalmente). Efectos citotóxicos y antitumorales de los valepotriatos. Efecto anticonvulsivante a dosis altas.

 
                                                             Formas de utilización
-Infusión: 1 g por taza, de una a tres veces al día.
-Polvo: 500 mg por día.
-Extracto fluido: de 20 a 30 gotas al día, en un vaso de agua o infusión.
-Extracto seco: 100 a 300 mg por día.
-Suspensión integral de planta fresca: 2,5 ml por día.
-Aceite esencial: tres gotas disueltas en un poco de miel o un terrón de azucar. Utilizado tanto en patología nerviosa como digestiva (espasmos).
   Se extiende a gran parte de patologías neuróticas y psicosomáticas. Tensión psíquica, estados de estrés, excitabilidad, ansiedad, alteraciones del sueño, alteraciones cardíacas de origen nervioso (palpitaciones, extrasístoles o alteraciones del ritmo), cefaleas, dependencia de benzodiacepinas. Uno de los factores interesantes de la valeriana es que no produce dependencia y no se interfiere su efecto con el uso de alcohol.
   Los efectos sedativos son tradicionalmente reforzados con la pasiflora. Como observación a tener en cuenta, se puede administrar a niños. A dosis elevadas en personas sensibles puede producir dolor de cabeza y palpitaciones. Su olor desagradable se debe al ácido isovalérico, liberado en la desecación por acción de enzimas.


Ejemplos de prescripción
Infusión sedante e inductora del sueño
Pasiiflora (sumidad aérea) 20 g
Tila (flor) 20 g
Melisa (hojas) 20 g
Espino blanco (sumidad florida) 20 g
Valeriana (raíz y rizoma) 20 g
o
Pasif1ora (sumidad aérea) 10%
Espino Blanco (sumidad florida) 20%
Azahar (flor) 20%
Tila (brácteas florales) 20%
Lúpulo (inflorescencias) 20%
Amapola (flor) 10%
Posología: añadir a un vaso de agua previamente hervida 5 g de la mezcla y tomar la infusión por la tarde y al
acostarse.
Infusión sedante infantil
Anís verde (fruto) 30g
Azahar (flor) 20 g
Melisa (hoja) 15g
Hierbaluisa (hojas) 15g
Manzanilla (flor) 10 g
Pasiflora (sumidad florida) 10 g
   Preparar la infusión con 100 cl de agua hirviendo y 3 g de la mezcla descrita.
   Tomar dos o tres veces al día endulzando con miel.


 

 

sábado, 26 de marzo de 2016

Dormir bien, tú también puedes, 2ª parte


El desequilibrio del sistema nervioso
El insomnio esta ligado a la forma de vida estresante, a conflictos no resueltos
   Es cierto que los problemas de sueño van unidos a los cambios sociales que vivimos, que hacen que nos cueste cada vez más adoptar una actitud de relajación y predisposición al sueño. Las causas pueden ser varias, como el cambio de nuestro horario biológico en cuanto a los períodos de sueño y vigilia, lo que conlleva generalmente un aumento o persistencia de actividades que no nos producen en la mayoría de los casos una relajación adecuada para propiciar el sueño. Estos períodos de sueño y vigilia corresponden a la actividad cíclica del sistema nervioso autónomo (S.N.A.), encargado de regular la actividad de nuestro organismo. En la fase diurna toma protagonismo el sistema nervioso autónomo simpático y en la fase nocturna, o de recuperación, el sistema nervioso autónomo parasimpático. Ambos sistemas producen una acción contraria entre ellos, modulada por unas sustancias denominadas neurotransmisoras, que son como mensajeros nerviosos que controlan el grado de .actividad o recuperación de nuestro organismo según las fases que atraviesa. En el estado de insomnio se produce a menudo el desequilibrio entre estos dos sistemas, a favor de la persistencia del sistema nervioso simpático, por una situación de estrés conflicto no resuelto, lo que produce una descarga de adrenalina y unos síntomas involuntarios de agitación taquicardia, temblor, intranquilidad.. que predisponen, como es natural, al insomnio y que se denomina distonía neurovegetativa
   Para la mayoría de las personas que padecen insomnio, éste se inicia en un período en el cual, por un motivo en concreto (preocupación, estrés, pena, hiperactividad, euforia...), el organismo deja de descansar lo suficiente por un predominio del S.N.A. simpático, pudiéndose autoperpetuar posteriormente esta conducta, si al finalizar este período no recuperamos nuestro ritmo habitual. Por lo general, esto se produce por una falta de confianza en uno mismo, o por la aparición en escena de otro problema que nos presiona y sustituye cíclicamente al anterior.
   Un ejemplo demostrativo de la influencia que tiene nuestro cerebro sobre nuestra actividad es el caso cotidiano de pensar en levantarnos a una hora temprana y no habitual, lo cual nos induce normalmente a despertarnos unos minutos antes de que suene el despertador, de igual manera, en la persona que sufre insomnio con causa aparente inicial, una vez que esta causa no está presente se produce el pensamiento reiterativo de que esa noche va a ser como las demás, es decir, que no va a poder dormir. En esos casos hay que cambiar el mensaje de la orden cerebral, diciéndole a nuestro organismo que ya se puede relajar por la noche, puesto que no hay motivo de alarma, lo que constituye el primer paso para empezar a desbloquear un insomnio crónico.
   Según el profesor Allain Puech, jefe del servicio de farmacología del hospital de la Pitie-Salpetriere, ciertos medicamentos pueden ser causa de insomnio, como es el caso de los corticoides a dosis elevadas, algunos medicamentos antirreumáticos, principalmente la cloroquina y sus derivados, y ciertos antibióticos, especialmente los que contienen ácido oxolínico y ácido nalidíxico, cuya estructura química es parecida a la de las anfetaminas.


Las fases del sueño
   Desde el momento en que nos dormimos nuestro organismo entra en diferentes fases de inconsciencia que se van produciendo en ciclos de noventa a cien minutos, comprendiendo cada uno de ellos una fase de sueño lento seguida de una fase de sueño paradójico, en la cual se producen los sueños y ciertos movimientos oculares llamados nistagmus. Es importante que los ciclos del sueño no se interrumpan y se produzcan de un modo completo, pero en el caso de medicamentos para dormir, como son las benzodiacepinas y otros hipnóticos, se produce una disminución de la fase última del sueño, que es la más importante, pues sin ella no se produce una recuperación psicoorgánica debido a la ausencia de descarga de las emociones internas mediante los sueños.
   Cuando recordamos fácilmente los sueños es porque nos hemos despertado al completar un ciclo de sueño, en el cual lo último que hemos hecho es soñar, acto indicativo de que tuvimos un sueño completo y por lo tanto recuperador.


Perspectiva actual de los medicamentos
   Existen en la actualidad numerosos medicamentos de síntesis que producen una disminución de nuestra actividad cerebral, y utilizados por la noche inducen al sueño, son las llamadas sustancias hipnótico-sedantes, que también se usan durante el día para disminuir la ansiedad. De entre ellas, las más utilizadas y conocidas son las benzodiacepinas.
   El problema de estos medicamentos es la tolerancia y la dependencia que reducen a largo plazo, es decir, la necesidad de aumentar la dosis de la sustancia para producir el efecto deseado y los efectos psicológicos o físicos que produce la privación del medicamento.
   Las nuevas moléculas químicas para dormir, recientemente introducidas en el mercado: Zopiclona. Zolpirem, se presentan como desprovistas del efecto secundario que tienen las anteriores en cuanto a reducir el sueño paradójico, pero estos productos no están exentos de efectos secundarios, como somnolencia diurna, amargor bucal y, sobre todo, la tolerancia y la dependencia antes citadas. Según el Dr. Laffont, hoy los médicos ya no tienen la libertad de prescribir un somnífero para una duración que exceda las tres semanas, lo que contrasta con la utilización que generalmente se ha hecho de estos medicamentos durante años, sin ningún tipo de escrúpulos.
   La fitoterapia ofrece alternativas al consumo de benzodiacepinas con un buen número de plantas medicina1e que actúan como tranquilizantes e inductoras del sueño (hipnóticas), cuyos efectos se han evaluado reconocido científicamente. También se ha comprobado que utilizadas a dosis adecuadas no producen efectos secundarios, ni tolerancia, ni dependencia, lo que adquiere primordial importancia en personas de tercera edad, que
normalmente están polimedicadas y presentan además una mayor habituación a los medicamentos clásicos.
   Según el Dr David Strech y su equipo, en un estudio publicado en The Lancet, a un grupo de pacientes, la mayoría de los cuales había tomado tranquilizantes durante períodos que iban desde los siete meses a los tres años, la esencia de lavanda aplicada mediante un simple difusor colocado en sus hitaciones les permitió reencontrar la duración de sueño equivalente a la que tenían antes de tomar ciertos tranquilizantes-hipnóticos, y el sueño fue menos agitado que el que tenían durante la toma de estos fármacos.


 

jueves, 24 de marzo de 2016

Dormir bien, tú también puedes, 1ª parte


Dormir bien, tú también puedes

El sueño es una necesidad biológica e instintiva del ser humano, y como tal, debe producirse en unas condiciones propias en cuanto a la duración y periocidad para mantener un buen ritmo de recuperación biológica.                                      
Estamos ente un fenómeno curioso que nos invita a adentrarnos en un mundo inconsciente, en el cual nos pasamos una tercera parte de nuestra vida.

Tipos de insomnio

     Existen dos tipos de insomnio que vienen a ser diferenciados por el momento en que se producen: El insomnio de conciliación es el que se da ya en su inicio, es decir, que la persona no puede dormirse: mientras que el insomnio de despertar precoz es el que se produce en fases intermedias, cuando la persona inicialmente se duerme, pero a lo largo de la noche se despierta precozmente y le cuesta volverse a dormir. Este último es muy frecuente en personas mayores, y a veces va asociado a la necesidad de levantarse por la noche para orinar, dificultándose así cada vez más la recuperación del sueño. Algunos medicamentos químicos utilizados para el insomnio tienen una acción corta y pueden producir un efecto de conciliación del sueño, pero con despertar precoz y dificultad para volverlo a recuperar, debido a la pérdida de la actividad del medicamento. Se ha comprobado que la interrupción del sueño  induce a agitación e irritabilidad diurna, llevando incluso a estados de agresividad.
   Actualmente estos medicamentos se siguen prescribiendo, pero a dosis más bajas, como si su efecto perjudicial pudiera anularse disminuyéndose la dosis. Nada más lejos de la realidad, si a su vez se contemplan los intereses económicos que de su uso se derivan.
Consejos a tener en cuenta
   Evitar la cafeína y el alcohol, pues producen una estimulación del sistema nervioso central.
   El ejercicio regular proporciona bienestar y mejora la calidad del sueño.
   Como suplementos debe tenerse en cuenta el magnesio, 250-500 mg al día, administrado antes de acostarse. También se recomienda administrar Niacinamida, 1 g al día, dividido en varias tomas.
   En los casos de insomnio asociado a ansiedad diurna se pueden tomar varias veces al día suplementos de litio en forma de oligoelementos (baja dosis), ya que tiene un efecto sedativo importante.
   En cuanto al complejo de vitamina B, 50 mg al día, pues se ha comprobado que junto a su acción neurorregeneradora proporciona un cierto grado de relajación.
   Realizar antes de dormir alguna actividad relajante corno leer o escuchar música suave. Es
que pueden producir agitación nocturna con sueños relacionados.
   Mantener una actitud positiva frente al sueño, sin adelantarse a la situación con el pensamiento negativo de las anteriores ocasiones en las que se ha tenido dificultad para conciliar el sueño.
   Tenemos que estar cómodos y evitar malas posturas de nuestra columna vertebral, que producirían molestia y sensación de no haber reposado bien.
   Evitar comidas tanto copiosas como cercanas a la hora de acostarse, pues al disminuir la actividad digestiva con el reposo producen una sensación de plenitud, por lo que es importante que personas con digestiones lentas realicen ejercicio ante de irse a dormir.
   Es importante tener en cuenta que para que la terapia con plantas medicinales tenga efecto, se recomiendan dos tomas (tarde y noche), para así preparar mejor al paciente al sueño nocturno, debido a que su efecto se produce de modo progresivo.


       El sueño es un mundo inconsciente que debe complementarse con un estado de conciencia durante el día El día y la noche son como dos polos se complementan y, por analogía al día le corresponde la luz, la vigilia y la actividad, y a la noche a oscuridad, el reposo y la pasividad.
   Actualmente, a nivel de consulta médica, el insomnio es una de las principales preocupaciones, ya sea
un modo directo o asociado a otros síntomas, como pueden se estrés, ansiedad, depresión, alteraciones hormonales o metabólicas dolor físico... Su causa principal se entra en el factor psicológico, por lo que requiere un tratamiento conductista mediante un programa para la eliminación del estrés o mediante psicoterapia.
El control de lo consciente y el abandono al inconsciente
   De acuerdo con la asociación consciente e inconsciente durante el sueño nos exigimos la entrega y la confianza en el abandono a lo desconocido, soltando todo control, toda meditación, toda actividad. No se puede conciliar el sueño a la fuerza (no hay como querer dormir a toda costa para no poder pegar ojo), pues sólo podemos crear las condiciones favorables y guardar con paciencia y confianza que el sueño nos venza; pero a veces estamos muy anclados en el polo de la actividad y dependemos demasiado de nuestro intelecto y control como para alejarnos de lo consciente y abandonarnos al inconsciente. Tenemos miedo de lo irracional, de la sombra, del inconsciente, y nos aferramos a nuestro intelecto y a nuestra conciencia diurna, con la que creemos poder entenderlo todo, no obstante, todos ansiamos dormir, y poder sobrepasar el umbral de lo inconsciente para experimentar en el sueño lo no vivido.
   La persona que lleva consigo a la zona de sueño todos sus pensamientos y actividades, prolongando el día durante la noche, deberá conciliarse con el lado nocturno de la vida y aprender a preocuparse de las zonas de su inconsciencia para averiguar de dónde procede la ansiedad fruto de su hiperactividad mental.
   Si tenemos que valorar ciertas características comunes en personas que padecen insomnio, veremos casos con un cierto grado de depresión y ansiedad (a veces no se sabe si como causa o efecto), generalmente personas muy preocupadas por su problema de sueño, con tendencia a reprimir las emociones y una cierta incapacidad para descargar la cólera, controlando el estrés y los conflictos mediante un proceso de interiorización de las emociones, lo que conduce a una mayor sensibilidad e hiperactividad del sistema nervioso. De este modo, el insomnio está ligado a la forma de vida estresante, a conflictos no resueltos que nos dejan en estado de alarma y a desequilibrios neuroendocrinos y energéticos, en ocasiones ligados a una cierta predisposición, ya que se ha comprobado cierta influencia de tipo familiar.
   Todos hemos experimentado lo que supone una noche en vela y los efectos que tiene en nuestro organismo, al disminuir nuestras funciones intelectivas y físicas. Según el Dr. Laffont, responsable de la unidad de alteraciones del sueño del hospital Pitie-Salpetriere de París, la persona que duerme mal está irritable, tiene una menor atención y concentración, alteraciones de la memoria y de la termorregulación, además de una menor resistencia a las infecciones, en consecuencia, cuando nuestro organismo descansa adecuadamente funcionamos mucho mejor y nuestra actitud es más positiva. En referencia a este último punto se han llevado a cabo estudios demostrativos de que las personas que tienen un sueño incompleto manifiestan una mayor predisposición a la aparición de actitudes agresivas, ya que el organismo se revela contra su estado de descontrol e incoordinación producido por la fatiga.

miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Dolor de espalda? 12 formas de aliviarlo


El aceite esencial de rosa estimula la cicatrización de heridas, mientras que los de laurel o romero alivian las inflamaciones que se dan en las articulaciones
Las esencias florales son muy útiles en los problemas de salud que afectan a la columna vertebral, tomadas por vía oral, en forma de crema, loción o combinando ambas cosas.                                               
A pesar de que son inocuas, es conveniente acudir a un experto.

12 Terapias florales
Rock Water
  
Es éste un remedio para los problemas de columna, jorobas y artrosis, ya que aporta flexibilidad y relajación.
Laoak                                                                                                                                                                                          És
una esencia floral muy útil en casos de contracturas de hombros y cuello por exceso de trabajo.
Vervain
  
La vervain aporta tranquilidad y moderación, siendo ideal para aquellas personas cuya tensión viene dada por el énfasis en las ideas. Se da una notable rigidez física en la parte superior de la espalda, cuello y hombros (pinzamientos cervicales, contracturas de cuello, hombros...). Vine—Crowea
  
Estas esencias florales pueden ser utilizadas cuando se den problemas en la parte de la columna lumbosacra (lumbalgias, ciática, etc.).
Water Violet
  
Es muy útil en caso de dolor y rigidez de columna y articulaciones, así como en enfermedades de tipo reumático debidas a la tensión tanto física como mental.
Árnica
  
Es muy útil para los daños producidos por golpes y traumatismos físicos y emocionales. Se usa por su gran capacidad de regeneración.
Dandelion
  
Este elixir (uno de los más utilizados por masajistas, quiroprácticos, osteópatas y fisioterapeutas) puede usarse cuando se trabaja con la columna vertebral, ya que relaja las tensiones musculares y emocionales. Se emplea sobre las zonas dolorosas, mezclándolo con crema para masaje o simplemente empapado en una compresa sobre la zona a tratar.
Menzies Banskia
  
La menzies Banskia calma el dolor intenso acumulado y localizado en los músculos de la espalda.
Sunflower
  
Actúa mejorando las malas posturas, regenera la columna vertebral, alivia las tensiones musculares y aumenta la eficacia en las prácticas de osteopatía y  quiropraxia.                                                                                                             
Lilas
   Alivian las inflamaciones y tensiones acumuladas en la espalda. Hacen que la circulación energética en esta zona fluya y se estabilice. Su acción es tan inmediata que pueden usarse en quiropráctica y osteopatía antes de un reajuste vertebral.


7 consejos para que te olvides del dolor
1.- Al dormir
   Duerme en una cama rígida, con un somier de láminas de madera y un colchón duro. La almohada debe ser anatómica. Las posturas más adecuadas para descansar son acostándote de lado con las rodillas flexionadas o bien boca arriba con un par de almohadas debajo de éstas. Evita dormir boca abajo, ya que así arqueas demasiado la zona lumbar.
2.- Al sentarte
   Mantén siempre la espalda recta y pegada al respaldo de la silla, con el pecho en línea recta respecto a las caderas. Apoya los pies en el suelo y evita cruzar las piernas. Si debes conducir una larga distancia, para a descansar y realiza ejercicios de estiramiento, para evitar que los músculos del cuello y de la espalda acaben doloridos,
3.- A transportar pesos
   Si tienes que coger un peso, hazlo doblando las rodillas, manteniendo la espalda lo más recta posible. El peso debe estar bien repartido para equilibrar el esfuerzo.
4. Tiempo de relajación
   En el trabajo es necesario hacer descansos y practicar ejercicios de relajación, para evitar que la tensión se acumule.
5. Elige la comodidad
   Evita usar ropa muy ajustada que pueda afectar a la respiración. En cuanto a los zapatos, es conveniente que no tengan excesivo tacón. A ser posible, elígelos con la suela de goma para evitar las vibraciones que tanto afectan a la columna.
6. Evita las malas posturas
   No mantengas durante mucho tiempo una posición en la que la espalda se halle curvada, inclinada hacia delante o torsionada.
7. Haz ejercicio
   Si practicas el yoga y la natación favorecerás el buen estado de la columna y los músculos de la espalda a la vez que prevendrás futuros problemas.

martes, 22 de marzo de 2016

¿Dolor de espalda? 12 maneras de aliviarlo, 3ª parte


La mayoría de las posturas de yoga o asanas proporcionan flexibilidad a la columna vertebral corrigiendo los trastornos debidos a posturas inadecuadas mantenidas a lo largo del día,                               También dotan de mayor elasticidad a los ligamentos y a las articulaciones, y relajan los músculos volviéndolos más fuertes y flexibles.
Entre las posturas de yoga
más beneficiosas para la columna y la espalda se encuentran las
siguientes, que puedes poner en práctica en casa. Te muestro cómo hacerlo.
10 Yoga
El arado
   Estírate de espaldas en el suelo, con los brazos pegados al cuerpo. Respira hondo y, sin mover las caderas, inclina las rodillas llevándolas hasta la altura de la barriga mientras exhalas el aire. Vuelve a inhalar y cuando exhales, levanta las piernas de manera perpendicular al suelo. Puedes sujetar las caderas con las manos o bien dejar los brazos planos. Exhala y continua moviendo las piernas, manteniendo los pies juntos y las rodillas rectas, hasta tocar el suelo detrás de la cabeza. Respira lentamente por la nariz y mantén la postura unos minutos. Si no puedes tocar el suelo con las puntas de los pies, aguanta lo más cerca que puedas.
   Vuelve con los mismos pasos a la posición inicial.
Beneficios: Flexibiliza la columna, el cuello y fortalece los músculos de la espalda.
Torsión espinal
  
Siéntate en el suelo con las piernas juntas y estiradas. Flexiona la pierna izquierda y pasa el pie al otro lado del muslo derecho, situando con firmeza la planta en el suelo, cerca del nacimiento del muslo derecho. Gira el tronco hacia la izquierda y cruza el brazo derecho por encima de la pierna izquierda, conduciendo la mano derecha a la pierna derecha y agarrándola si te es posible.
   Gira los hombros y la cabeza hacia la izquierda todo lo que puedas. Mantén la postura unos quince segundos, deshazla lentamente y efectúala por el otro lado, invirtiendo por completo la posición del cuerpo.
Beneficios: La torsión espinal proporciona flexibilidad a la espalda. Previene y combate el lumbago y las desviaciones de la columna.
La pinza
   Siéntate en el suelo con las piernas untas y estiradas. Inclina lentamente el tronco hacia delante y conduce las manos a los pies, acercando el pecho tanto como puedas a las piernas, sin doblar las rodillas.
   Aproxima los antebrazos al suelo y la cara a las piernas, regulando la respiración por la nariz; mantente así unos 30 segundos. Luego, deshaz la postura lentamente y relájate,
Beneficios: La pinza previene y combate el lumbago y la lordosis.                                                                                                                                                          La cobra
  
Sitúate tendido boca abajo, con las palmas sobre el suelo a la altura de los hombros. Eleva lentamente el tronco de manera que el pecho y el estómago estén en el aire, pero el vientre esté apoyado en el suelo. Mantén las piernas juntas y los brazos flexionados.
   Regulando la respiración, sostén a postura durante diez segundos y luego deshazla con lentitud.
Beneficios: Este movimiento masajea la zona sacra y lumbar, favoreciendo el buen funcionamiento de las vértebras de la zona.
El Arco
  
Tendido en el suelo boca abajo, separa las piernas y flexiónalas, llevando los talones hacia las nalgas. Agarra firmemente los tobillos con las manos.
   Arquea el cuerpo tanto como puedas, suspendiendo el peso sobre d estómago, en contacto con el suelo, mientras que el resto del cuerpo queda al aire, con los brazos tirados y la cabeza atrás.
   Regula la respiración y evita un esfuerzo excesivo. Con la práctica irás arqueando cada vez más el cuerpo.
Beneficios: Es este un ejercicio para tonificar los músculos de la espalda y mantener la elasticidad de la columna.
   Otras posiciones útiles para evitar y corregir los problemas de espalda
son la del pez (corrige la caída de hombros, fortalece la columna, alivia los problemas lumbares y la rigidez de cuello) o la del puente (refuerza los músculos de la zona lumbar y favorece la espina dorsal).

Todas las causas que origina u los dolores de espalda con el tiempo producen unos síntomas ineludibles: la pérdida de libertad de movimientos y el dolor. Éste último se debe principalmente a la presión, tensión o inflamación de los
tejidos implicados en el movimiento como son los nervios, músculos, tendones, ligamentos y superficies articulares.
11 Aromaterapia
Los aceites esenciales utilizados en aromaterapia para el tratamiento del dolor y la inflamación han demostrado ser muy eficaces por
tener una rápida acción a nivel local y una acción general normalizadora que estimula los recursos autocurativos.
He aquí los aceites más apropiados para las molestias asociadas al dolor de espalda, aunque para su aplicación es recomendable un abordaje global del problema y buscar la opinión de un especialista en técnicas corporales.


Frío
  
En los casos de dolor de espalda causado por el frío, los aceites esenciales rubefacientes producen calor y estimulan la circulación de la sangre en la zona, eliminando el frío externo y las tensiones musculares que éste provoca.
   Los más indicados en este caso son los de ajo, canela, alcanfor, clavo, pimienta y jengibre. La forma de aplicación será con masaje vigoroso y calor.
Tensión por estrés
  
Cuando el dolor se asocia a tensiones musculares por estrés, los aceites esenciales antiespasmódicos son los más indicados, como los de manzanilla romana, neroli, comino, lavanda, melisa, geranio y valeriana. En este caso el masaje será relajante y se efectuará principalmente en la cabeza, manos y pies, con movimientos que irán desde el centro del cuerpo a la periferia.
Traumatismo con inflamación
  
En los traumatismos de espalda (golpes, tirones, esguinces, etc.) con inflamación, los aceites esenciales de árnica, apio, enebro, limón, cedro y ravensara estimulan la eliminación de desechos provocados por el traumatismo.
   Si hay hemorragia y hematoma los aceites hemostáticos de helichrysum, la rosa, el limón y el geranio limitan el hematoma y ayudan a la reabsorción del mismo. En estos casos el masaje de drenaje linfático será el más indicado.
Traumatismo con herida
  
Cuando el traumatismo produce heridas en la piel, los aceites esenciales de árbol de té, de palo de rosa y de limón mantendrán a raya los microorganismos patógenos; mientras que los de milenrama, manzanilla alemana, bergamota, rosa y lavanda estimularán la cicatrización de la herida.
Proceso reumático
  
Si el dolor de espalda se asocia a in proceso reumático, los aceites esenciales de gaulteria, ajo, canela, romero, alcanfor, laurel y orégano aliviarán la inflamación de la articulación o el músculo y el dolor que le acompaña.
Proceso infeccioso
  
Cuando el dolor aparece a la vez que un proceso infeccioso generalizado como la gripe, los aceites esenciales inmunoestimulantes y antiinfecciosos serán de gran ayuda por su efecto general tonificante del sistema nervioso y endocrino. Es el caso del árbol del té, el orégano, la canela, al ajedrea el eucalipto y el tomillo.