domingo, 31 de mayo de 2015

Aromaterapia; Introducción a la: 3ª parte


El lugar de origen de la Planta, sus condiciones climáticas, altitud, naturaleza del suelo…, influye en la composición del aceite Esencial, aunque se trate de la misma especie.                
 Sus propiedades pueden depender también de la modalidad y del momento de la recolección
EXTRACCIÓN
    El aceite esencial es una representación concentrada y dinámica de las propiedades curativas de la planta, y algunos autores creen incluso que contiene su fuerza vital. Esta es la razón fundamental por la que se debe tener mucho cuidado al extraer el aceite en su estado puro, sin olvidar que esa misma pureza, demostrativa de su gran calidad, lo convierte a su vez en una sustancia sumamente tóxica, con los consiguientes riesgos que entraña su manipulación y utilización, si el tratamiento no ha sido prescrito por un aromaterapeuta profesional.
   La mayor parte de los aceites esenciales se extraen mediante destilación en arrastre de vapor; otros requieren el empleo de solventes que deberán ser eliminados progresivamente, un ideal que en la mayoría de los casos es imposible de cumplir, ya que difícilmente se puede conseguir una destilación sin un mínimo resto de solventes.  Es importante que las plantas utilizadas para obtener los aceites esenciales provengan de cultivos biológicos, biodinámicos u orgánicos, o que se trate de plantas espontáneas que crezcan alejadas de la contaminación urbana, industrial o agrícola. Para la extracción de los aceites esenciales en su estado puro se pueden aplicar distintos procedimientos, la selección del método dependerá de la localización del aceite esencial en la planta.  Así,
por ejemplo, las glándulas de aceite esencial de las plantas pertenecientes a la familia de las labiadas, como el espliego o la menta, se encuentran en un lugar de fácil acceso, la superficie de las hojas, lo que permite que estas plantas sean adecuadas para la destilación.
   Este proceso de destilación en arrastre de vapor, el más conocido y utilizado, se realiza introduciendo el material vegetal fresco o desecado muy comprimido en un alambique que se expone al vapor, el calor provoca que las glándulas estallen y que su aceite se evapore mezclándose con el vapor. Más tarde, un sistema de refrigeración retorna el vapor a su estado líquido original y el aceite esencial se separa del agua, quedando en la parte superior.
   En los casos de canela, clavo, sasafrás y hoja de mandarino, más densos que el agua, comprobamos que su aceite esencial queda en la parte inferior, y en cuanto a la semilla del perejil, es difícil separar el agua
de la esencia, ya que ambas tienen una densidad muy parecida.
   Para el uso aromaterápico de semillas de anís, bayas de enebro, apio y zanahoria es preferible su trituración como paso previo a la destilación.
   Está comprobado que no hay una duración establecida del proceso de destilación.


Consideraciones previas
   Los aceites esenciales son sustancias muy concentradas y activas, por lo que basta una pequeñísima cantidad, una o dos gotas cada vez, para obtener un buen resultado. Paracelso, médico suizo del siglo XVI, ya indicaba que la dosis puede hacer de cualquier sustancia un veneno, y con los aceites esenciales debe prestarse una particular atención, excederse no mejora el resultado, y podría, si el olor es demasiado intenso, originar dolores de cabeza o náuseas.
   Muchos aceites esenciales son muy potentes y pueden resultar tóxicos si se utilizan en estado puro, sin diluir, durante un prolongado período de tiempo. No deben tomarse nunca por propia iniciativa los aceites esenciales por vía interna, y aunque algunos pueden administrarse por vía oral, sólo deberán emplearse bajo la supervisión de un naturópata o aromaterapeuta profesional.
   Los aceites cítricos son fotosensibles a los rayos ultravioletas y pueden provocar reacciones cutáneas.  Después de un tratamiento con este tipo de aceites evite la exposición a la luz solar (o a otras fuentes de rayos ultravioletas) durante un mínimo de cuatro horas.
   Mantener los aceites esenciales alejados del alcance de los niños. Normalmente no se suministran aceites esenciales a los más pequeños por vía oral.
   En casos de contacto accidental del aceite esencial puro con los ojos, aclárelos rápidamente con abundante agua.
   Los aceites esenciales se encuentran entre las poquísimas sustancias capaces de atravesar la barrera protectora de la piel y penetrar en el organismo. Los usaremos siempre:
+ Diluidos, salvo alguna excepción terapéutica.
+ En dosis muy reducidas, lo que significa pocas gotas.
+ Prestando atención, al hecho de que los aceites esenciales obtenidos de la familia botánica de las rutáceas, como la bergamota, contienen furocumarina, sustancia fototóxica que puede dar lugar a pigmentaciones desiguales si se aplica antes de la exposición al sol.


 

 

viernes, 29 de mayo de 2015

Aromaterapia; Introducción: 2ª parte


En España, la aromaterapia es una terapia todavía poco conocida y utilizada, respeto al uso que se hace de ella en países como Francia, Alemania, Reino Unido, estados Unidos…
MODOS DE UTILIZACIÓN DE ACEITES ESENCIALES
  Los aceites esenciales pueden utilizarse de muchas maneras:
+ Baño aromático: En aromaterapia es una vía idónea, pues al mismo tiempo que los aceites esenciales penetran por nuestra piel, resultan inhalados.
   Aporta relajación general y tonificación del sistema nervioso y de la piel. Mezclar 20 gotas de aceites esenciales y verter en el agua del
baño.
+ Difusión: Para disfrutar de este medio simple y agradable debemos proveemos de un vaporizador, y verter en él 4 mililitros de aceites esenciales elegidos según nuestros gustos y necesidades.
   Para una casa unifamiliar, se puede difundir esta mezcla una hora repartida en diferentes momentos del día, según se desee. ¿Qué es un vaporizador? Es un aparato eléctrico que sirve para propulsar en un espacio determinado los aceites esenciales y las esencias contenidas en un receptáculo de vidrio. Así, las moléculas aromáticas y sus principios activos estallan sobre la pared del recipiente y liberan sus aromas en el ambiente. El objetivo del microdifusor es permitir que los principios activos de los aceites esenciales alcancen el aparato respiratorio con el fin de ayudar, por ejemplo, a corregir ciertos problemas o simplemente por el placer de los sentidos.
÷ Loción terapéutica: Una loción terapéutica puede contener de un l0 a un 25% de aceites esenciales. Su objetivo es conseguir que el cuerpo absorba una gran cantidad de ellos con una intención terapéutica rápida. Basta con mezclar en una misma botella de 10 a 25 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal (almendra dulce o girasol, por ejemplo) para conseguir 100 mililitros. Seguidamente, realizaremos una fricción sobre la zona que queremos aliviar, intentando que penetre bien.
+ Aceite corporal: El aceite para el cuerpo puede contener de un 2 a un 10% de aceites esenciales. Sus objetivos son suavizar, calmar y regenerar los tejidos superficiales (piel) y cuando el masaje es más profundo, tonificar y descongestionar los tejidos musculares medios y profundos. Tiene una acción preventiva. Se mezclan de 2 a 10 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal de almendra... para conseguir 100 mililitros. Aplicar una buena cantidad por todo el cuerpo.
+ Aceite facial: El aceite para la cara puede contener de un 1 a un 2% de aceites esenciales. Según la elección de los aceites esenciales, este aceite fácil podrá hidratar una piel seca y rugosa y devolverle la elasticidad y la flexibilidad, o bien sanear las pieles grasas con excesiva producción de sebo. Este aceite devolverá a las pieles mixtas la suavidad y el brillo del rostro. Se puede mezclar de 1 a 2 mililitros de aceites esenciales con un aceite vegetal de borraja, onagra, pepita de uva o almendra dulce para conseguir 100 mililitros.
+ Inhalación: Esta técnica consiste en meter en un bol con agua hirviendo de 25 a 35 gotas de aceites esenciales, teniendo principalmente efectos descongestionantes de las vías respiratorias y de la piel facial. Colocar seguidamente sobre la cabeza una toalla - cubrir bien para conservar el máximo vapor aromático-, inclinarse lentamente sobre el bol de agua con los ojos cerrados, intentando mantener una respiración más relajada durante alrededor de cinco minutos. Repetir de 3 a 5 veces al día en casos de sinusitis, por ejemplo.
Totalmente contraindicado en personas con asma.
+ Ungüento: Un ungüento puede contener hasta un 5% de aceites esenciales. Es ideal para el tratamiento de llagas, picaduras, quemaduras, furúnculos o dolores articulatorios localizados. Ciertos ungüentos se preparan a base de cera y de miel de abeja. Se trata de licuar el ungüento para añadir los aceites esenciales y mezclarlo bien. Aplicar sobre las zonas afectadas.

Relación de algunos aceites esenciales utilizados en aromaterapia
Anís. Pimpinella anisum L. (semillas). Acciones principales: Relajante neuromuscular y gastrointestinal.
Artemisa arborescente. Artemesia arborescens (cabezuelas). Acciones principales: inflamación de la mucosa respiratoria, alergias                                                                                                                                              

Canelero. Cinnamomum zeylanicum (corteza). A.P.: Poderoso antiinfeccioso, tónico general, afrodisíaco.
Ciprés. Cupressus sempervirens (ramos). A.P: Hemorroides, varices, prostatitis.
Coriandro dulce. Coriandrum sativum (planta). A.P.: Fatiga de origen digestivo, pesadez de estómago.
Eucalipto. Eucalyptus globulus (hojas). A.P: Vías respiratorias, bronquitis, expectorante, tónico respiratorio.
Jengibre. Zingiber officinalis (rizomas). AP: Estimulante gastrointestinal, opresión respiratoria de origen digestivo.
Lavanda. Lavandu la angustifol ia (flores). A. P.: Relajante, calmante, estrés, espasmos nerviosos, insomnio, piel, picaduras, quemaduras.                                                                                                                                

Limonero. Citrus limonum (L.) (Cáscara). A.P: Previene las infecciones invernales en los niños y los problemas del hígado y del páncreas.                                                                                                               
Mandarino. Citrus reticulata (hojas). A.P.: Problemas digestivos de origen nervioso, particularmente en los niños.
Manzanilla noble. Chamaemel um nobile (cabezuelas). A.P.: Neurosis, equilibra el sistema nervioso central.
Melisa. Melissa officinalis (hojas). A.P.: Calmante, favorece la digestión y el sueño, agitación mental.
Menta. Mentha piperita L. (planta florida). A.P.: Tónico, estimulante general del sistema gastrointestinal, cólicos, úlceras, introversión.                                                                                                                                    Menta verde. Mentha spicata (planta florida). A.P.: Tónico para el sistema nervioso, fatiga cerebral, ayuda a fluidificar y evacuar la bilis.                                                                                                                                  

Pachuli. Pogostemon cablin (flores). A.P.: Sequedad de la piel, eczema seco, psoriasis, favorece la regeneración de los tejidos cutáneos y venosos.
Pino albar. Pinus sylvestris L. (ramos enteros). A.P.: Regulariza las secreciones pancreáticas, estimulante de la zona genitourinaria en el hombre, problemas respiratorios.
Salvia. Salvia officinalis L. (planta florida). A.R: Desarreglo del ciclo menstrual, pérdidas irritantes, antiinfeccioso, estimulante hormonal.                                                                                                                  

 Sándalo. Santalum album L. (tronco). AP.: Favorece la calma y la meditación.
Valeriana. Valeriana officinalis L. (raíces). A.P.: Relajante, sedante, angustia y agitación cardiaca en personas de edad avanzada.                                                                                                                                              

 Zanahoria. Daucus carota L. (frutos). A.P.: Colesterol, regenerador de la célula hepática.

La capacidad de percibir los olores no disminuye con la edad, pero con el paso de los años
es menor la capacidad para distinguirlos y reconocerlos.
+ Perfume: Es el procedimiento más simple, es suficiente con mezclar, según nuestros gustos, los aromas que nos agradan o estimulan. Aquí comienza la elaboración, asociar ciertos aceites esenciales que se prestan a la elaboración de un perfume único, el nuestro. Es necesario tomarse cierto tiempo, gota a gota, para llegar a elaborar un perfume exclusivo. Podemos aplicar este producto así tal cual sobre nuestra piel o bien mezclarlo con un poco de alcohol de 90º •
+ Complejo: Un complejo es una asociación aceites esenciales cuyo objetivo n efectos terapéuticos muy precisos Se administra por vía bucal, y es necesario ser prudente en la fabricación y administración de esta mezcla. Se deben conocer las bases de la aromaterapia y seguir los consejos de un aromaterapeuta.
+ Miel aromática: La formulación de una miel aromática tiene en su base los mismos principios que el complejo. Es la asociación de diversos aceites esenciales, pero en una proporción menor. Se puede volver a añadir, en unos 250 mililitros de miel pura no pasteurizada, de 30 a 50 gotas de mezcla formulada de aceites esenciales. Para obtener una buena mezcla hace falta licuar la miel poco a poco y volver a añadir los aceites esenciales, mezclar bien con una cuchara de madera unos 15 minutos, introducirla después en un bote y dejarla enfriar. Se puede consumir este preparado puro, a razón de una cucharada de té de 3 a 5 veces al día, o añadiéndolo en una taza de agua hirviendo.

ELABORACIÓN DE ACEITES ESENCIALES DE GRAN CALIDAD

   Los aceites esenciales tienen que ser de la máxima calidad, puros y sin adulteraciones, para que ejerzan sus efectos terapéuticos. Obviamente, es muy importante que las sustancias activas concentra da sean siempre naturales, preferiblemente no contaminadas con residuos químicos o tratamientos antiparasitarios, y sin restos de diluyentes.
   En el proceso de producción de plantas aromáticas para las industrias alimentaria y del perfume se incluye el uso de pesticidas y fertilizantes, ya que estas sustancias aumentan el rendimiento de los cultivos, en cambio, para la aromaterapia se prefieren los métodos de cultivo orgánicos y naturales, puesto que los productos agroquímicos pueden persistir en la mezcla una vez finalizado el proceso de extracción.
   La calidad y las propiedades de un aceite esencial dependen de la variedad botánica de la planta. La falta de información puede llevar a la utilización de una especie botánica distinta, con propiedades y olor distintos. Por ejemplo, si necesitamos Ihimus vulgaris, puede suceder que nos den Thymus baeticus (tomillo basto), tomillo carrasqueño..., o sea, aceites esenciales de tomillos de otra especie, que resultan más baratos..., también puede ocurrir el mismo caso
si necesitamos Salvia officinalis, y comprobamos que se trata de Salvia lavandulifolia. Y así en muchos de los aceites esenciales. Por eso, lo primero que hemos de exigir de un aceite esencial es que lleve el nombre latino completo, especificando la especie, y mucho mejor si puede demostrarse que es de la especie indicada.
   El lugar de origen (condiciones climáticas, altitud, la naturaleza del suelo) influye también en la composición del aceite esencial, aunque se trate de la misma especie. Por ejemplo, un aceite esencial de Salvia officinalis cultivado en Francia (normalmente en tierras de mayor pluviometría y menor insolación) no tiene la misma proporción ni la misma calidad que el de uno obtenido en España. Cuando la variación de la composición en algún componente es importante, o sea, que se produce en cultivos repetidos, definimos dentro de esa especie un quimiotipo (2) distinto. En el caso del tomillo están descritos al menos seis quimiotipos distintos.
   Sus propiedades pueden depender también de la modalidad y del momento de la recolección, que coincidirá con la presencia mayoritaria de los componentes que caracterizan un aceite esencial determinado. Por ejemplo, en la menta piperita, al inicio de la floración predominan el neomentol y la mentona, y conforme va madurando la planta va disminuyendo la proporción de estos componentes y aumenta la concentración de mentol. Se elegirá el momento de recolección cuando mayor sea la proporción de mentol.
   La falta de reglamentación o el no cumplimiento de la existente son causas de modificaciones, adulteraciones.... a que pueden verse sometidos los aceites esenciales.
   Para el profano, la creencia en su consistencia oleosa abona el terreno para una posible adulteración con sustancias oleosas, así como el hecho de que el olor de un aceite esencial diluido sea preferido al ser muchas veces más agradable que el aceite esencial puro.
   El aromaterapeuta profesional dispone de un instrumento valiosísimo para conocer que en efecto se han cumplido todos los requisitos de calidad. Se trata de la cromatografía en fase gaseosa del aceite esencial, que sería el auténtico “carnet de identidad” del aceite esencial.
(2) Variación intraespecífica en cuanto a concentración y composición de principios activos.


 

 

jueves, 28 de mayo de 2015

Aromaterapia; Introducción: 1ª parte


INTRODUCCIÓN A LA
AROMATERAPIA
   La historia de la Aromaterapia se remonta al hombre primitivo, se pasea por Oriente, por el mundo de los egipcios y griegos, de los árabes…. Hasta nuestro siglo, en el cual los avances científicos han permitido a los investigadores sentar las bases de una sabia y dulce terapia.

SU HISTORIA

   La historia de la aromaterapia nos acerca al hombre prehistórico, quien ya había descubierto que algunas
plantas, al quemarlas, desprendían olores agradables y vapores saludables. Algunos documentos demuestran
que en Oriente se empleaban alambiques primitivos hace ya unos 5000 años, aunque probablemente se utilizasen más para producir perfumes que para obtener aceites esenciales. En los textos médicos ayurvédicos de India primitiva se citan esencias aromáticas como parte integrante de muchos de sus tratamientos.
   Ya entre la población precolombina estaba difundida la práctica de 1levar al cuello pequeños recipientes con aceites olorosos o flores perfumadas pulverizadas.
   Sabemos que los egipcios, verdaderos maestros en tratar plantas aromáticas, las emplearon con fines terapéuticos, mágicos y litúrgicos, y probablemente alcanzaron el grado de destilación adecuado para obtener esencias como la de cedro, canela y trementina, utilizadas para elevar el espíritu y conservar el cuerpo tanto vivo como muerto. Papiros que datan de 2900 años a d. C. nos muestran el uso que daban a las plantas aromáticas, así como que los aceites de cedro y ciprés eran importados, lo cual indica que ya había un comercio de aceites.
   Para egipcios y griegos los perfumes eran de origen divino, la divinidad egipcia indicaba su presencia con deliciosos olores, y los dioses del Olimpo, sirviéndose de los perfumes, ejecutaban sus metamorfosis. Teofrasto, discípulo de Aristóteles, en su “Tratado de los olores”, define y clasifica los aromas y sabores de las plantas oficinales (1). Hipócrates ya señalaba en sus escritos la importancia del aprovechamiento médico de las inhalaciones con vapores de plantas aromáticas, y entre las que dedica amplia atención se encuentra el tomillo.
   Avicena, médico y filósofo árabe, quien nos dejó valiosos documentos en los que describió más de 800 plantas y sus efectos en el cuerpo humano, es considerado el descubridor del método de la destilación de los aceites esenciales.
   El interés que las diferentes culturas, a lo largo de la historia, han mostrado que la aromaterapia entró en decadencia a partir del siglo XIX; un interés renovado se inicia a principios del siglo XX.
   En los años 30, el químico francés René-Maurice Gattefossé realizó investigaciones aún hoy fundamentales sobre aromaterapia. Descubrió que muchos de los aceites esenciales utilizados en su empresa de perfumes eran mejores antisépticos que los productos químicos añadidos para este fin a los perfumes y aceites esenciales. Gracias al azar se interesó todavía más por este tema. En una explosión de laboratorio quedó totalmente quemada una de sus manos, de forma instintiva, la introdujo en un recipiente lleno de aceite esencial de lavanda. Dejó de sentir dolor, se curó de forma rápida sin sufrir ningún tipo de infección y sin prácticamente cicatrices.
   En Italia, hombres como Giovanni Gatti, Renato Cajola y Paolo Rovesti, se ocuparon de la demostración clínica de las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales. En 1964, el francés Jean Valnet, quien se interesó por las propiedades curativas de los aceites esenciales después de comprobar su eficacia en el tratamiento de las heridas de los soldados durante la Segunda Guerra Mundial, publicó ‘Aromatherapie”, y más tarde Paul Belaiche, entre otros, recopiló estudios que aún hoy son la base de la aromaterapia en todo el mundo.
(1). Cualquier planta que se utilice como medicina.


ACEITES ESENCIALES

   La aromaterapia, al igual que la fitoterapia, aprovecha los poderes curativos del mundo vegetal, pero en lugar de utilizar la planta entera o parte de ella, aprovecha únicamente su aceite esencial. Esta potente sustancia aromática se aloja en unas diminutas glándulas que se encuentran en la superficie exterior de raíces, tronco, hojas, flores o frutos de la planta, o bien en el interior de estas estructuras. Según el tipo de planta, las partes más aromáticas pueden ser leñosas como la raíz, el rizoma, el tronco y la corteza, o partes verdes como las hojas, las yemas, las flores, los frutos y las semillas.
   El naranjo es particularmente interesante porque produce tres aceites esenciales distintos según el órgano del árbol, de diferentes olores y propiedades.
   Normalmente, los componentes de la planta no están en la planta en la misma configuración que en el aceite esencial una vez obtenido, sino que están preformados o combinados, por ejemplo en forma de heterópsidos, en este caso son liberados por la acción de fermentos presentes en la planta o simplemente por la acción del vapor o del calor en el curso de la destilación.
   Hemos de tener en cuenta que dentro de las miles de plantas que crecen en la tierra, sólo unas pocas producen aceite esencial, y algunas de éstas, en ínfima proporción.
   Se precisan dos toneladas de pétalos de rosa para producir medio kilogramo de aceite esencial, ya que el rendimiento de una planta no supera en algunos casos el 0,01 %. La primera conclusión que se obtiene de estos datos es que un aceite esencial, si es puro y no ha sido sometido a ningún proceso de dilución, es caro. Los aceites esenciales son en general incoloros, aunque existen algunos azulados, amarillos, verdosos o rosáceos. Su consistencia es variable, según el tipo de planta.
   La palabra aceite puede inducir a engaño, puesto que la mayor parte de los aceites esenciales no son grasos, tanto es así que una gota vertida sobre un papel no deja restos de untuosidad. Consisten en sustancias que al difundirse en el ambiente alcanzan fácilmente nuestra nariz.


EL OLFATO
Curiosidades
  
Nuestra civilización está redescubriendo el sentido del olfato.
   A través de la revista
“National Geographic”, el Moneli Chemical Sense Center de Filadelfia ha realizado una investigación sobre la capacidad olfativa de 126.000 personas en todo el mundo. Uno de los resultados parece ser que la capacidad de percibir los olores no disminuye con la edad, pero con el paso de los años es menor la capacidad para distinguirlos y reconocerlos. Asimismo, del estudio se desprende que el olfato femenino generalmente se conserva mejor.

VIAS DE ADMINISTRACIÓN
   Las principales vías de administración de los aceites esenciales son la inhalación, la aplicación tópica y los baños.
   Las hipótesis de trabajo de los investigadores estriban en que los aceites esenciales actúan como estimulantes del sistema nervioso central cuando son inhalados y en que pueden atravesar las paredes de los capilares y de los tejidos celulares si se aplican de forma tópica sobre la piel. Una vez al interior del organismo, si bien sus efectos son numerosos y variados, destacan sobre todo sus propiedades antisépticas, bacteriostáticas, antivirales, antifúngicas y antiinflamatorias.


Los aceites esenciales y la olfacción
    Las partículas de aceite esencial inhaladas se depositan directamente en el techo de la nariz, donde se encuentran las células receptoras del sistema olfatorio. De cada célula receptora surgen pequeños filamentos (cilios) que registran la información que reciben de los aromas y la transmiten a través de bulbo olfatorio hasta el centro del cerebro. Desde aquí, la información se envía en forma de mensajes electroquímicos hacia el área del cerebro asociada con olfacción. Estos impulsos estimulan la liberación de sustancias neuroquímicas que pueden tener efectos sedantes, relajantes, estimulantes o euforizantes. El cerebro puede enviar además otros mensajes a zonas del organismo en las que se observarán los efectos físicos de los aceites.
   Las partículas aromáticas también atraviesan las fosas nasales y llegan a los pulmones.


Los aceites esenciales y la piel
   Las pequeñas moléculas de aceite esencial atraviesan con facilidad la piel cuando se hallan disueltas en un portador o dispersas en agua. Estas moléculas se sirven de los poros y de los folículos pilosos para alcanzar los capilares sanguíneos. Una vez en el torrente sanguíneo, son transportadas por todo el organismo y filtradas por las células y los fluidos corporales. Los aceites esenciales también pueden atravesar las membranas mucosas.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Lam Arcilla, aplicación en cosmética


La Arcilla, aplicaciones en cosmética
   Desde el principio de los tiempos, gracias a su intelecto, el hombre ha sabido utilizar las cosas que tenía cerca y de las que podía beneficiarse para mejorar su calidad de vida, empleando sobre todo las que estaban al alcance de su mano y que provenían de la naturaleza. La arcilla ha sido uno de estos regalos.
   La arcilla es una mezcla de sustancias producida por la meteorización de rocas silíceas que contienen feldespato. Por la acción del agua y del dióxido de carbono, poco a poco se elimina el potasio con una parte de la sílice y se forma un silicato alumínico hidratado al que llamamos caolín. Éste, cuando es impuro, recibe el nombre de arcilla.
   La arcilla se puede encontrar en depósitos primarios (están cerca de las rocas madres y son escasos, aunque en ellos la calidad de la arcilla es más pura) o en depósitos secundarios (son más abundantes y se han formado cuando las arcillas han sido arrastradas por la acción del agua o del viento).
   En cualquier caso, la sedimentación producida por el arrastre hace que en el recorrido se agreguen sustancias varias (impurezas orgánicas o minerales), de ahí que existan arcillas de diferentes colores y densidades.   Asimismo, estas características en la constitución hacen que la sustancia final tenga múltiples propiedades y diversas aplicaciones.


Usos de la arcilla

   Entre las múltiples propiedades de la arcilla encontramos la cicatrizante, desinfectante, absorbente de toxinas y estimulante. Para su aplicación, la arcilla se mezcla con agua, y como resultado se obtiene una pasta que puede ser trabajada por diversos procedimientos. Este preparado, cuando se seca, disminuye su volumen, se contrae y endurece, aunque sus propiedades prácticamente no se alteran.
   Entre las aplicaciones de esta pasta destaca su uso como producto de belleza o complemento para mejorar la salud de la piel y el tratamiento de algunas dolencias, o simplemente en forma de elemento decorativo (jarrones, figuras, etc.) o como un elemento auxiliar de uso habitual en la cocina (platos, tazas...).
   Y es que, consecuencia de estas aplicaciones, la arcilla ha sido utilizada y apreciada por el hombre desde la antigüedad. En papiros del antiguo Egipto se explicaba que los embalsamadores egipcios utilizaban la arcilla para momificar los cuerpos. También en ellos se relataba cómo los médicos sabían de sus propiedades curativas y antisépticas, pues la utilizaban en sus tratamientos para curar heridas de la piel y para tratar enfermedades internas.
   Las culturas griega y romana la emplearon, por ejemplo, como antiinflamatorio antiséptico y cicatrizante, o contra las afecciones del intestino y estómago. Asimismo, conocían su propiedad desengrasante y por ello la utilizaban para tratar y enfurtir los tejidos elaborados con lana.
   Los descubrimientos arqueológicos hallados en Pompeya muestran frescos en los que se refleja el vivir de sus gentes y cómo abatanaban la ropa con agua arcillosa. Precisamente de esta particularidad proviene el nombre de “Tierra de Batan”, con el que aún es conocida la arcilla. Ya en tiempos más recientes, durante la primera guerra mundial, se usó la arcilla mezclada con mostaza para contrarrestar la disentería que afectaba a los soldados.


Aplicaciones en cosmética
   La arcilla que se emplea en cosmética se puede encontrar fácilmente en herboristerías, tiendas de dietética o de manualidades y en institutos de belleza. También podemos prepararla teniendo en cuenta que una vez extraída, es preferible dejarla secar al sol, puesto que el poder de absorción de energía de sus componentes hace que aumente su eficacia. Cuando esté completamente seca, e deberá guardar en recipientes de vidrio o loza, evitando los metálicos, para que no se alteren las propiedades.

Mascarillas faciales
   Las mascarillas de arcilla se usan para limpiar, nutrir y regenerar la piel, y existen tres variedades de este material que pueden resultar útiles: el caolín, la tierra de batán y la bentonita.
   El primer paso antes de proceder a la aplicación de la mascarilla consiste en limpiar la piel con un baño de vapor. Para ello se puede añadir una cucharada sopera de manzanilla en agua hirviendo, y hacer vahos durante unos diez minutos. Transcurrido este tiempo, nos secaremos el rostro con una toallita de papel para aplicar a continuación la mascarilla.
   La elaboración del preparado base es muy sencilla, ya que la arcilla puede mezclarse con infusiones de plantas, aceite, agua, zumo de frutas, etc., según los ingredientes que deban emplearse en cada caso. El objetivo es conseguir una mascarilla de consistencia similar a una papilla o puré.


• Mascarilla para cutis graso
  
Se mezclan a partes iguales arcilla, agua y zumo de pepino. La pasta obtenida se aplica con un grosor aproximado de medio centímetro y se deja actuar. Cuando la persona sienta la piel de la cara tirante, se procederá a retirar la pasta con agua templada.
• Mascarilla para cutis seco
  
Preparamos a partes iguales arcilla, agua y zumo de aguacate. Se mezclan los ingredientes y se sigue el mismo proceso que en el caso anterior.
• Mascarilla para cutis normal
  
En esta ocasión, la mascarilla se elaborará con arcilla, agua y yogur o miel, en una mezcla a partes iguales. El proceso es idéntico al utilizado para el cutis seco o graso.
• Mascarilla para cutis con acné
  
Se prepara la arcilla diluyéndola con una infusión de romero, y a continuación se aplica la pasta sobre los puntos en los que existe acné. Se deja secar y posteriormente se retira con agua de rosas.
Uso capilar
   El poder absorbente de la arcilla la convierte en un excelente producto para mantener la cabellera sana.                         
• Limpieza del cabello
  
Si se desea limpiar el pelo y por cualquier motivo éste no puede ser lavado, la tierra de batán aporta una solución eficaz. Se separa el pelo en hileras y se deposita la arcilla sobre el cuero cabelludo hasta que la cabeza quede totalmente cubierta.
   Se deja actuar durante unos diez minutos, para que la mascarilla pueda absorber la suciedad. A continuación hay que cepillar el pelo enérgicamente para eliminar los restos de esta pasta.
• Champú para cabellos grasos
  
Para elaborar este champú son necesarios 50 gramos de arcilla, 80 ml de infusión de romero y 8 gotas de aceite de coco. Se prepara una infusión añadiendo una cucharada de romero en hojas a 250 cc de agua hirviendo. Se deja reposar durante unos cinco minutos y luego se pasa por el colador.
   Mientras se deja enfriar la infusión, se coloca en un recipiente la arcilla y el aceite de coco, a los que se añade la infusión de romero. Se mezclan todos los ingredientes hasta conseguir el producto final, que puede aplicarse en cabellos de consistencia grasa.


Tratamiento corporal
   Los tratamientos corporales de arcilla sirven, en cosmética, para conseguir una mayor eficacia en la limpieza de la piel, y para proporcionar a ésta una gran suavidad.
• Emplasto de barro para el cuerpo                                                                                                                                                 Para preparar el emplasto de barro son necesarios 100 g de arcilla, 1,5 cucharadas de miel, 200 ml de leche y 1 cucharada de aceite de almendras.
   Se mezclan todos los ingredientes en un recipiente hasta obtener una pasta homogénea y fina.
   A continuación se extiende este preparado por todo el cuerpo. Para que el resultado sea más efectivo, se cubrirá la zona en la que se ha aplicado el emplasto con un plástico; de este modo, se facilita la penetración del producto en la piel.
   Pasados entre 10 y 15 minutos, se elimina el emplaste con una ducha de agua templada. Este sencillo tratamiento es muy útil para arrastrar impurezas, y para nutrir y aportar suavidad a la piel.  


 

 

lunes, 25 de mayo de 2015

Antibioticas, La Era e los: 2ª y última parte


Medio hospitalario
   El empleo de los antibióticos puede generar tantas enfermedades, que se plantean serias dudas en cuanto a los beneficios de su utilización masiva e indiscriminada. Por ahora, debemos considerar los antibióticos como fármacos de uso restrictivo en el medio hospitalario y útiles ante un número concreto de infecciones. Su consumo masivo y sin realizar un antibiograma antes de su administración en el medio ambulatorio, únicamente sirve para contaminar más las aguas, la tierra, los vegetales y los animales.
Terapia de las infecciones
  En la actualidad, la mayor parte de las infecciones que se presentan en la población española precisan tan sólo un tratamiento ambulatorio. Se trata de infecciones benignas de diferentes tipos, bacterianas, virales (provocadas por hongos), de las vías respiratorias (sinusitis, bronquitis, neumonía, gripe...), urinarias bajas, digestivas (diarreas estivales y gripe estomacal), genitales (uretritis, vaginitis, bartholinitis), cutáneas (erupciones) y sanguíneas (mononucleosis).
   Generalmente se manifiestan con inflamación y fiebre, mecanismos propios de la infección ante los que es importante cuidar nuestro cuerpo a base de tratamientos de Fitoterapia y/o homeopatía, descanso, ayuno, hidroterapia, dieta hipocalórica y la correcta ventilación, humidificación e insolación de los espacios.
   Pero además, es importante no utilizar fármacos ni supresores de la fiebre, de la inflamación ni de los microorganismos..

Motivos por los que no son efectivos
Las causas del fracaso del tratamiento con antibióticos se dan en relación a...
> La enfermedad
- Antibiótico inadecuado para la infección
- Falta de tratamiento coadyuvante
- Foco de infección oculto o inaccesible
> El enfermo
- Respuestas inmunes alteradas
- Defecto anatómico
- Presencia de cuerpo extraño
> El fármaco
- Falta de cumplimiento
- Posología inadecuada
- Difusión insuficiente al lugar de infección
- Interacción medicamentosa nociva
- Producto no adecuado o deteriorado por mala conservación
> El microorganismo
- Resistencia al antibiótico
- Sobreinfección por bacterias resistentes.

TRATAMIENTO CON ANTIBIÓTICOS: Causas del fracaso
1 Resistencia bacteriana
  
Este tipo de resistencia consiste en generar suficientes cambios en la bacteria para que ésta neutralice y desactive el antibiótico en cuestión.
> Según el estudio SAUCE (Sensibilidad a los Antimicrobianos Usados en la Comunidad en España), la resistencia media del neumococo a la penicilina en el año 1973 era cero, mientras que en el año 1998 oscilaba entre el 36% y 50%.
> Otro tanto sucede con el meningococo, que en el periodo 1987-1992 ha pasado del 26% al 43%. Esta situación es extensible a otros microbios (meningococo, enterococos, micobacterias, estreptococos, la E.CoIi
, el Aspergillus, la Candida...).
> Por si fuera poco, los gérmenes pueden volverse resistentes a antibióticos con los que nunca se habían topado. Por ejemplo, en mujeres tratadas con tetraciclínas para una infección urinaria, la bacteria E.CoIi se hizo resistente a ese fármaco, pero también a otros antibióticos.
> Otro germen a destacar es el estafilococo áureo, responsable de ciertas pulmonías y de infecciones postquirúrgicas, ya que un 40% resiste a casi todos los antibióticos.
> Y últimamente se ha emprendido una cruzada contra el Helicobacter pylori, posible causante de la úlcera de estómago. Sectores de la medicina alopática han creído encontrar la solución a dicha enfermedad utilizando una terapia con antibióticos. Sin embargo, otros sectores médicos consideran que este microorganismo es muy beneficioso e incluso protector de la flora digestiva.
La transmisión de las resistencias
  
Los países industrializados son responsables del 25% de la producción cárnica mundial. En ellos, la utilización masiva de antibióticos puede ser el origen del rápido aumento de las resistencias que se dan en la cadena de los alimentos.
> El Instituto Robert Koch de Alemania, tras años de observaciones, analizó en 1998 la transmisión de resistencias entre animales y seres humanos, La conclusión fue que los gérmenes frecuentes en los animales (sqlmonella, campyloba cter, enterococos, E.CoIi, etc.) podían transmitir sus resistencias a los seres humanos a través de la ingesta de las carne,
huevos y derivados de la leche.

2 Uso indiscriminado y agresividad bacteriana
  Otro tipo de respuesta adaptativa habitual es la fabricación, por parte de los microbios, de sustancias con gran capacidad tóxica para el organismo, denominadas endotoxínas, que dan mayor agresividad al germen. De hecho, es como si la bacteria, al repeler el ataque, contraatacase todavía con mayor potencia, generando moléculas de alta toxicidad que se extienden a lo largo de la circulación sanguínea, en un proceso de metastización que se conoce con el nombre de septicemia.
3 Priones y “vacas locas”
   Los priones son la respuesta adaptativa de los microbios, descubierta por el premio Nobel Stanley Prusiner en el año 1996, ante el fenómeno socio-económico desatado por el mal de las ‘vacas locas”, de actualidad en nuestro día a día. Esta enfermedad, descrita a partir de las lesiones y alteraciones neurológicas que se han observado en el ganado vacuno, puede aparecer en personas operadas y transplantadas, independientemente del consumo de productos animales.
   También se ha descrito la muerte por dicha enfermedad de colectivos tratados con la hormona de crecimiento procedente de animales ya enfermos. Se transmite del animal al ser humano a través de la carne, la leche y sus derivados, los embutidos, los huevos y el queso.
   El prión es una proteína de la célula animal, alterada a partir de un gen enviado por las bacterias. Este tipo de respuesta corresponde al intercambio genético que realizan los microbios con las células animales.


¡Cuidado!
La información mínima que hay que pedir al especialista ante la prescripción de un antibiótico es la siguiente:
> Modo de administración
Dosis, horario (intervalo entre dosis) y duración del tratamiento.
> Conservación y preparado
  
Condiciones de almacenamiento, caducidad una vez abierto, necesidad de agitar la suspensión, etc.
> Incidencia en la enfermedad
  
Síntomas a modificar, tiempo aproximado de mejoría, consecuencias potenciales por falta de cumplimiento, efectos favorables y directrices a seguir si no se presentan.
> Posibles problemas
  
Efectos adversos e instrucciones para estos casos, riesgos y precauciones a adoptar en caso de asociación con otros fármacos.
Fuente: JANO, Medicina y Humanidades, Volumen LV. N°1270.
2-8 octubre 1998.

domingo, 24 de mayo de 2015

Antibioticos, La Era de los: 1ª parte


Del optimismo a la desilusión
Existen en el mercado más de un centenar de agentes antimicrobianos que se utilizan tanto en veterinaria como en medicina.                                                                                             Actualmente, la prescripción de antibióticos en España es ambulatoria y se realiza a través de farmacias, clínicas veterinarias y tiendas de alimentación animal.
Un viaje por la historia
> Con la llegada del siglo XX tuvieron lugar los primeros pasos en la lucha antibacteriana, el premio Nobel Paul Ehrlich y su colaborador Sahachiro descubrieron en 1909 una sustancia integrada por compuestos de arsénico, denominada Neosalvarsan. Este fármaco tendría un papel decisivo en el tratamiento de la sífilis,
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Pocos años más tarde, en febrero de 1935, el químico Gerhard Domagk introdujo una terapia química que impedía la reproducción de las bacterias y publicó un trabajo experimental sobre el tratamiento de la infección intestinal grave en ratones, lo que supuso el principio de la era de las sulfamidas.
> En 1929, el médico Alexander Fleming 1881-1955) descubrió el efecto destructor de las bacterias del hongo Penicillium notatum. Aunque el mundo científico no lo tomó en consideración, el resultado fue extraordinario en la aplicación sobre heridas y en las infecciones graves, Los primeros beneficiarios de este antibiótico fueron los heridos y enfermos de la II Guerra Mundial, pues la penicilina llegó por primera vez a Europa en 1945, tras finalizar el conflicto bélico.
>
En la década de los 50, ante la ineficacia de la penicilina en la tuberculosis, se inició la generación de los tuberculostáticos a base de la estreptomicina. También se remonta a la década de los 50 la utilización de los antibióticos en animales, para combatir las infecciones en las granjas y por la necesidad de acelerar el crecimiento del ganado. Ya en los años 60 apareció una nueva ola de antibióticos destinados a combatir ciertos procesos tumorales; se trató de derivados del streptomices, denominados antibióticos antitumorales.                                                                                      
> Desde hace veinte años, el 30% de los medicamentos consumidos son antibióticos. Las resistencias bacterianas generadas durante estas décadas de utilización masiva han crecido de manera notable, pasando del 30% al 50%, y convirtiéndose, en muchos casos, en intratables.                                                                                                                            
 > Los primeros casos de efectos secundarios de los antibióticos se observaron ya en los inicios de su aplicación. Muchas de las reacciones alérgicas, disminuciones de la respuesta inmunitaria y alteraciones de la sangre son una pequeña muestra de las enfermedades causadas por su uso descontrolado.
>- En los países industrializados casi todos los ciudadanos han sido tratados alguna vez con antimicrobianos, que en conjunto representan el primer grupo de fármacos en cuanto a ventas.

   Nuestro país registra anualmente el mayor consumo de antibióticos por habitante de la Comunidad Europea, alrededor de una caja por persona. Esto provoca que año tras año aumenten las enfermedades e intoxicaciones alimentarías producidas por su uso (y abuso) y que se registre un incremento de los costes terapéuticos y de las resistencias bacterianas.
Tipos de antibióticos
   A lo largo de los 60 años de era antimicrobiana, un total de 18 grupos diferentes de antibióticos (antifúngicos, antivirales, penicilina, sulfamidas...) se han puesto a disposición de la prescripción médica, farmacéutica, veterinaria y alimentaría.
   En la década de los 80, Gran Bretaña elaboró un plan de política antibiótica que sirvió para establecer una serie de criterios para el uso facultativo de los diferentes grupos de antimicrobianos. En la actualidad, se emplean en veterinaria y en medicina alopática con finalidad preventiva, terapéutica, estabilizadora, aditiva y transgénica.


Sus usos más comunes
> Prevención: Como método preventivo, se estableció que los antibióticos se podrían utilizar de manera selectiva, no masiva y sin muchas garantías de eficacia, para disminuir la transmisión de ciertas infecciones como la tuberculosis, la meningitis bacteriana y la endocarditis infecciosa.
> Eficacia terapéutica: Terapéuticamente, se emplearían para tratar algunas de las infecciones más habituales. Desde el inicio de la era antimicrobiana, se supo que se trataba de unos fármacos con gran capacidad de actuación y eficacia en situaciones infecciosas graves provocadas por bacterias y hongos:
heridas abiertas, intervenciones quirúrgicas, septicemias (infecciones en la sangre), complicaciones viscerales, infecciones propias del contacto sexual (gonorreas y sífilis), así como la tuberculosis.


   Sin embargo, su ineficacia es total ante infecciones virales, infecciones provocadas por prótesis (valvulares y articulares) y en las causadas por protozoos, legionelas, Aspergillus y micobacterias atípicas.
   Algunos especialistas en enfermedades infecciosas han afirmado que infecciones como la sinusitis y la fiebre reumática evolucionan peor si se tratan con antibióticos.
> Crecimiento del ganado: Algunos antibióticos se usan como aditivos para acelerar el crecimiento del ganado. Se trata de aditivos alimentarios permitidos y autorizados que actúan como factores de crecimiento, suprimiendo el metabolismo de la flora intestinal de los animales, por lo que éstos consumen menos nutrientes y ganan peso. El principal inconveniente es el traspaso de estas sustancias a la leche de los animales.
> Antibióticos tóxicos y vacunas: En el proceso de fabricación y preservación de las vacunas se emplean antibióticos como estabilizadores, para una conservación óptima.
   Los antibióticos más usados en la actualidad como vacunas son la kanamicina, la nistatina, la estreptomicina y la neomicina, aunque su utilización no está muy recomendada. Se encuentran, por ejemplo, en las vacunas de la polio, la rubéola y la varicela.
> Transgénicos: Transgénicamente, los antibióticos se utilizan acompañando al vector que introduce la información genética en la fabricación del maíz transgénico.
   Actualmente, el antibiótico más usado en este proceso de ingeniería genética es la ampicilina.
La acción de los antibióticos
   En la actualidad, la utilización masiva de los antibióticos está planteando serios problemas a nuestra sociedad. Tradicionalmente estos fármacos fueron valorados por ser sustancias extraídas de hongos vivos, que posteriormente pasaron a elaborarse de manera sintética en los laboratorios.
   Recientemente, se ha descubierto la producción de antimicrobianos por el propio organismo (a través de las poblaciones microbianas que habitan en nosotros) y las potentes acciones antibióticas de algunas plantas y alimentos.
   En un principio se observó que su eficacia radicaba en la capacidad de interferir con las reacciones vitales de los microbios, provocando la detención de su desarrollo (acción bacteriostática) o su muerte (acción bactericida).
   Con estos conocimientos, durante décadas se vivió una gran euforia terapéutica, que llevo a ciertos sectores de la investigación a afirmar que la guerra contra los microbios había sido ganada. Incluso hubo quien pensó definitivamente en un mundo sin microorganismos. Pero tras la aplicación indiscriminada de estos remedios, los microbios fueron creando progresivamente sus propios mecanismos de adaptación ante el ataque de millones y millones de dosis durante tantos años.
   Su respuesta se organizó en torno a varias estrategias diferentes.


Efectos adversos
   Prácticamente todos los antibióticos pueden inducir efectos adversos, que oscilan de ligeros a severos. Entre los efectos secundarios más graves destaca la reacción anafiláctica a la penicilina, presente en una de cada 200,000 inyecciones de este antibiótico y que surge inmediatamente después de la administración.
   Pero las reacciones alérgicas pueden aparecer ante cualquiera de los antimicrobianos anteriormente descritos y se pueden manifestar en la piel (en forma de urticaria), en los bronquios (como asma) y en el intestino (en forma de diarrea, colitis o bien colitis pseudomembranosa, variedad muy grave).
   La nefrotoxicidad (alteración renal), la ototoxicidad (alteración auditiva) o la neurotoxicidad son relativamente frecuentes tras la utilización de estos remedios.
   Entre otros efectos adversos de tipo leve, cabe señalar ciertos trastornos digestivos, alérgicos y de fotosensibilización derivados de la administración de tetraciclinas, griseoftilvina y antisépticos urinarios.

Infección endógena
   Diversos trabajos experimentales han demostrado un desplazamiento de bacterias desde el tubo digestivo hacia el aparato circulatorio, fenómeno favorecido por la alteración de la capacidad inmunitaria de la flora intestinal que se da en personas sanas y en ciertos estados patológicos.
   Cuando la presencia de ciertos gérmenes, como las pseudomonas, E.coli o estafilococos sobrepasa los 10(8)/gr en las heces, algo habitual tras el tratamiento con antibióticos durante un periodo de entre
5 y 28 días, se altera el equilibrio de la microflora y las bacterias se extienden más allá de sus fronteras. Este proceso provoca la aparición de la enfermedad infecciosa grave nosocomial o hace que se complique una infección inicialmente benigna.