jueves, 30 de junio de 2016

Hepatitis; Cuidados naturales, 1ª parte


Las Hepatitis pueden prevenirse con el conocimiento de sus causas y unos hábitos de vida más saludable.                                                                                                                                          La Fitoterapia, la Hidroterapia o una correcta alimentación forman parte de su tratamiento natural.
Las funciones del hígado
    El aumento de tóxicos en el medio ambiente y en nuestra alimentación es, junto con otros factores, un aspecto importante del buen funcionamiento del hígado para la salud. Entre las funciones más importantes del hígado se encuentran:
1 Control de los depósitos de energía:
- Acumulación y control de Vitaminas A, B12, K y hierro.
- Metabolismo de hidratos de carbono, síntesis, depósito y control del glucógeno (reserva de glucosa), lípidos y proteínas, las cuales almacena, controla y distribuye según necesidades.
2 Elaboración hormonal y control de corticoides y estrógenos, eliminando el exceso.
3 Función antitóxica. Evita los efectos perniciosos del alcohol, herbicidas y pesticidas. Elimina las sustancias de desecho de los glóbulos rojos muertos, y aprovecha y recicla el hierro. Transforma el amoníaco en urea y las purinas en ácido úrico, para ser eliminados. Elimina tóxicos hormonales: tirosina, cortisol, aldosterona, anticonceptivos, antibióticos, histamina, serotonina, etc.
4 Produce y controla sustancias que son indispensables para la coagulación de la sangre.
5 Controla y ayuda a la digestión, segregando más de 1 litro de bilis al día, necesaria para la digestión de las grasas.
6 Interviene y controla el sistema inmunológico.
7 Filtra casi un litro de sangre por minuto, eliminando de ella bacterias, endotoxinas y complejos antígeno-anticuerpo.
8 Su importancia no es sólo física, sino también psicológica. Ha sido reconocida desde la Antigüedad. Así, se relacionó su mal funcionamiento con la melancolía (bilis negra).
   La importancia que el hígado tiene para nuestra salud hace que nos cuestionemos qué cuidados generales pueden afectar a su comportamiento. Uno de los más importantes y más reconocido es la dieta, por eso es fundamental no sobrecargarla. Recordemos, por ejemplo, que a los patos se les provoca el hígado graso con una sobrecarga alimenticia, para poder producir luego el foie-gras que se vende como especialidad gastronómica.
   La dieta vegetariana es la dieta a recomendar por excelencia, por ser rica en productos antioxidantes como las Vitaminas C, E, zinc, selenio, colina y metionina, que ayudan a proteger la célula hepática. Esta alimentación es muy adecuada, sobre todo si, además, está libre de pesticidas, plaguicidas y herbicidas, es decir, si los productos son de agricultura biológica.


   La hepatitis es una inflamación aguda del hígado con necrosis o destrucción de las células hepáticas. Las causas que la producen son numerosas, entre ellas, algunos tóxicos como el fósforo, fármacos como los anticonceptivos, alteraciones metabólicas, enfermedades como la insuficiencia cardiaca, alteraciones generales como el Lupus eritematoso, el alcohol (probablemente la primera causa de hepatitis) y las infecciones por virus o bacterias.
   Sobre las infecciones virales y su posible prevención con vacunas se ha hablado mucho, pero es importante saber que la prevención más importante en relación a la hepatitis se centra en el conocimiento de sus causas y en adquirir unos hábitos más saludables.
Tipos de hepatitis
 Cada tipología de hepatitis se distingue por unas características de transmisión y evolución particulares:

 Hepatitis A y E
  
Entre las hepatitis víricas conocidas, las del tipo A y E se transmiten por vía oral, fecal y a través de la saliva y el agua. Son las hepatitis más frecuentes y mucha gente las pasa sin síntomas clínicos, es decir, sin darse cuenta. Aún así, en el caso de que den síntomas, éstas son enfermedades benignas, siempre que el hígado no se maltrate con otros tóxicos.
Hepatitis B
  
La hepatitis B se transmite por vía parenteral, mediante pinchazos o jeringuillas y también por vía sexual. Sobre ella se ha hecho la mayor publicidad preventiva, basada en las vacunas y el cuidado con las jeringuillas. Dos cuestiones a este respecto: el 90% de los casos de este tipo de hepatitis se curan sin ningún problema. El 10% cronifican, y entre este porcentaje, un 90% suelen ser portadores sanos.
   Es importante destacar que aunque la vacuna se ha vendido como preventiva de todas las hepatitis, en realidad su protección no está clara en los enfermos que más la necesitan (renales y hemofílicos). La mejor protección consiste es evitar pinchazos y el contacto con la sangre de otros enfermos de hepatitis B y cuidar de modo general el hígado.


Hepatitis C
  
La hepatitis C también se transmite por vía sexual o parenteral. No tiene vacuna preventiva, y el tratamiento con interferón es eficaz sólo en algunos serotipos de esta enfermedad.
   Hay que señalar que muchas personas que tienen anticuerpos ni siquiera han pasado la enfermedad, y aunque son portadores del anticuerpo contra el virus, éste no les ha producido ningún problema en el hígado.
   Se dice que entre un 25 y un 30 % de las personas que entran en contacto con el virus se curan totalmente. Entre el 60- 70 % pueden cronificar, un 10% de los cuales tendrán las transaminasas bajas (enzimas de las células hepáticas que aumentan en sangre al romperse las células) y una buena evolución, mientras que el otro 90% tendrá las transaminasas altas.
   Entre el porcentaje que corresponde a aquellas personas que tienen las transaminasas elevadas, en un 20 % puede producirse cirrosis y, en alguno de estos casos, puede degenerar en proceso tumoral (carcinoma hepatocelular).

 

La Fiebre del Heno, 4ª y última parte


Recomendaciones generales
   Entre los consejos destinados a reducir el riesgo de alergias, no debemos olvidar ciertas conductas alimentarias beneficiosas, como seguir una dieta preferentemente vegetariana y disminuir o suprimir algunos alimentos como la leche, trigo, carnes rojas, azúcar, café, té o alcohol.
   En su lugar, se debería aumentar la ingesta de frutos secos y aceites vegetales con propiedades antialérgicas y antiinflamatorias, como las de semillas de soja, maíz y girasol. En determinados casos se pueden tomar suplementos de Vit. B6 y C, así como un aporte de minerales antioxidantes, como el zinc y el selenio.
   A nivel psicológico es importante evitar las situaciones de estrés y aprender a relajarse, pues se sabe que los altos niveles de tensión emocional pueden precipitar episodios alérgicos en forma de eczemas o crisis asmáticas, especialmente cuando el sistema inmunitario se encuentra debilitado.


Tratamiento natural de las polinosis alérgicas
    Puesto que, como he comentado, el tratamiento conservador de estas afecciones tiene considerables efectos secundarios, existe en muchos pacientes el deseo de una alternativa eficaz. Particularmente a resaltar son la Fitoterapia y la Homeopatía.

Homeopatía
   La enfermedad alérgica a menudo cambia evolutivamente en el tiempo y en un mismo individuo. Este proceso viene dado por dos motivos: primero porque el paciente alérgico es una persona hipersensible, independientemente de cual sea el agente al cual se enfrente y segundo, la terapia antialérgica convencional frecuentemente cura el síntoma local, pero desvía el proceso alérgico a otra “vía de salida” cutáneo-mucosa, cambiando con el tiempo su manifestación. Así pues, para definir un tratamiento es importante conocer las características propias de la persona en cuanto a su topología, sus antecedentes patológicos previos e incluso su psicología.
   La Homeopatía, como terapia de estimulación y regulación, sensibiliza las propias fuerzas del cuerpo a la curación espontánea y así reconstruye el equilibrio del organismo. Éste es un método de tratamiento eficaz y pobre en contraindicaciones, que tiene muy buena tolerancia. Estos son algunos de los preparados homeopáticos destinados a tratar las reacciones alérgicas.
Pollens 30 CH*
  
Es útil en la terapia preventiva de las Polinosis y actúa como desensibilizante. En fase aguda sintomática se administrará varias veces al día, espaciando las tomas según mejoría. En su composición encontramos las plantas polinizantes que con mayor frecuencia producen alergia.                                                                                   
• Poumon Histamme o Histaminum 15 CH*
  
Sirve para inhibir la reacción alérgica del organismo. Contiene los denominados “mediadores de la anafilaxia”, es decir, las aminas biogénicas (histamina, bradiquinina...), sustancias liberadas en el organismo cuando se produce el reconocimiento y contacto de los mastocitos (células de defensa inmunitaria) con elementos extraños y alergénicos. A partir de este momento se desencadena toda la sintomatología de alergia.  En el caso de la Homeopatía, como este producto está diluido y dinamizado, lo que produce es el efecto contrario, ya que el organismo se desensibiliza.
• Galphimia glauca, Cardiospermum halicacabum y Luffa operculata*
  
Se usan para tratar de un modo directo las manifestaciones inflamatorias de la Polinosis alérgicas. Estos tres remedios actúan sobre las mucosas nasales, de la faringe y de las fosas de la nariz, reduciendo la secreción nasal, el prurito, hormigueo y escozor. También disminuyen la frecuencia de los ataques de estornudos, eliminan la sensación de nariz taponada y suavizan la conjuntivitis con enrojecimiento e hinchazón, y el lagrimeo y escozor en los ojos.
   Según estudios clínicos diversos, se ha podido constatar la eficacia de esta combinación en el tratamiento y la prevención de la Fiebre del Heno, empezando un mes antes de que aparezca el factor polinizante. Esta medida no sólo reduce la severidad de los síntomas sino que en muchos casos anula su aparición.
• Aflium Cepa 5 CH*
  
Se da en casos de secreción nasal acuosa e irritante, con inflamación de la conjuntiva ocular y lagrimeo no irritativo, y estornudos repetitivos y tos ronca.
* Badiaga 5 CH*
  
Se debe tomar en casos de coriza abundante acompañada de estornudos y tos espasmódica precedida de estornudos, con expulsión de mucosidad y de cefaleas frontales con dolor en los ojos.
• Naphtalinum 7 CH*
Se da para la coriza espasmódica con rinorrea y lagrimeo irritativo, estornudos en salvas, y la reacción asmática (dificultad respiratoria) que mejora al aire libre.
• Arsenicum album 7CH*
  
Se toma en casos de derrame acuoso urente y excoriante, estornudos con sensación de ardor interna, con empeoramiento nocturno y mejoría con el calor, y alternancia de problemas cutáneos y respiratorios.
• Nux vomica 7CH*
  
Se da para los estornudos espasmódicos de predominio matinal, con coriza seca nocturna y fluida durante el día, y una gran sensibilidad a los olores.
• Pulsatilia 5 CH*
  
Este remedio debe tomarse en casos de secreción nasal amarillenta y espesa que no termina de curar y obstrucción nasal nocturna, con mucosa nasal congestionada, que empeora con el calor.
• Sabadilla 7 CH*
  
Se da cuando existe rinorrea abundante con estornudos espasmódicos, picor, comezón del velo del paladar e hipersensibilidad al olor.
Apis Millefica 15 CH*
   Puede tomarse cuando hay inflamación de los ojos y de la garganta, edemas de las mucosas y sensación de picor que mejora con el frío.                                                                                                                                    
• Euphrasia 7 CH*
   Se da en casos de lagrimeo irritativo o rinorrea no irritativa, con molestias con molestias  a la luz (fotofobia) y párpados hinchados y pegados entre sí.
• Phleum pratense 5 CH*
   Este remedio se toma si existe irritación ocular con obstrucción nasal y rinorrea escasa.
• La dosificación viene dada según la intensidad de los síntomas. Normalmente se dan 5 gránulos 3-4 veces al día, aunque se pueden prescribir con más frecuencia si se considera oportuno.


Fitoterapia
   La fitoterapia recoge plantas de actividad antialergénica directa, con ausencia de efectos secundarios.
• Pino maritimo (Pinus pinaster)
  
Del pino marítimo se utiliza la corteza, resinas, hojas tiernas y yemas. Contiene Leucocianidol, esencia de trementina (pinenos, canfeno, sesquiterpenos) y catequinas, y tiene una acción antihistamínica indirecta, por estimulación de la corteza suprarrenal y simpaticomimética (sobre todo a nivel bronquial).
   Las hojas son ricas en Vitamina C, y el Leucocianidol presente posee propiedades antihemorrágicas y Vitamina P, que junto al catecol ejerce una acción protectora capilar.
   La trementina y su esencia ejercen una acción balsámica, expectorante, antialérgica y antiséptica de las vías respiratorias, pero para su uso es importante vigilar las cantidades, ya que una dosis alta puede originar alteraciones nerviosas y cuadros convulsivos, sobre todo en niños.
   El pino marítimo está indicado en afecciones respiratorias congestivo-inflamatorias, problemas alérgicos y reumáticos e infecciones urinarias.
• Tomillo (Thymus vulgaris)
   Se emplean las hojas y las flores, y contiene esencia rica en timol y carvacrol (dos fenolisómeros), flavonoides (derivados de apigenol y luteolol), ácidos-fenoles (ácido caféico, ácido rosmarínico), taninos, saponinas, Vit Bi, Vit C y manganeso.
   El Tomillo es un estimulante del sistema nervioso, tiene, entre otras, acción antiespasmódica y antiinflamatoria, y es un estimulante circulatorio. Sobre el aparato respiratorio es antitusígeno y expectorante.  También es antiinfeccioso, y tiene propiedades antibióticas, antivirales, antifúngicas y antihelmínticas. Es muy útil en el tratamiento del asma, bronquitis, catarros, tos espasmódica y alteraciones digestivas diversas.
• Eleuterococo (Eleuterococcus senticosus)
   Esta planta pertenece a la misma familia que el ginseng (araliáceas), y de ella se emplea la raíz. Contiene numerosos heterósidos (eleuterósidos A, B, C, D, E, 1, K, L, M), componentes no glucídicos y una mezcla de pigmentos.
   Tiene acciones diversas, principalmente como tónico-energético y adaptógeno, y ejerce una actividad protectora frente a sustancias químicas (tiene una acción antinarcótica demostrada frente al éter, el hidrato de cloral y el alcohol).
   Estimula las glándulas sexuales y suprarrenales, y ejerce una acción antiinflamatoria por disminución de la permeabilidad vascular y antiestrés.
   Su acción sobre las alergias es indirecta, tratando la distonía vegetativa, la estimulación suprarrenal, la fatiga y el aumento de la permeabilidad vascular de tipo inflamatorio.
• Hisopo (Hyssopus officinalis)
  
Se utilizan las hojas y las sumidades floridas del Hisopo, que contiene un principio amargo lactónico (marrubina) de propiedades antitusivas, expectorantes y fluidificantes.
   Su aceite esencial es rico en tuyona, pineno y pinocanfeno, de propiedad antiséptica bronquial. También contiene ácidos fenoles, flavonoides (diosmósido), ácidos fenoles (caféico, clorofénico, rosmarínico) y triterpenos (ácido ursólico), que le confieren actividad relajante de la musculatura lisa vascular, estimulante del SNC y parasimpaticolítico.
   El Hisopo está indicado en bronquitis, catarros, asma, tos seca y dispepsia. Su esencia (tuyona), en alta dosis, puede tener efecto convulsivante.
• Marrubio (Marrubium vulgare)
   Del Marrubio se utilizan las hojas y sumidades floridas. Contiene principios amargos (marrubina), sales minerales ricas en potasio y hierro, saponinas, trazas de aceite esencial, taninos, mucílagos y ácidos fenoles (caféico, clorogénico). Posee propiedades expectorantes y fluidificantes sobre el sistema respiratorio y es un tónico amargo colerético y sedante cardíaco. Se utiliza en afecciones pulmonares acompañadas de inflamación, congestión y mucosidad (bronquitis, asma).
* Pensamiento (Viola tricolor)
  
Del Pensamiento se utiliza la planta entera florida y las flores. Contiene saponinas con acción diurética, depurativa, antidermatósica (antipruriginosa) y expectorante. Posee también mucílagos, derivados salicílicos, taninos, pigmentos flavónicos (violaquercitina, rutósido) y carotenoides (violaxantina).
   Trata problemas de la piel (acné, eczema, psoriasis, dermatosis, impétigo...), y es selectivo frente a patologías respiratorias (bronquitis, tos seca) y reumatismos. Su uso en afecciones de la piel, por vía tópica, se produce en tratamientos prolongados.
• Pasifiora (Passiflora incarnata)
   De la Pasiflora se utiliza el corpúsculo floral. Contiene trazas de alcaloides indólicos (harmano, harmanina y harmol), derivados de ci-pirona (etilmaltol, maltol), derivados flavónicos (quercetol, apigelol, luteolol) y C-flavonoides (vitexina, isovitexina, orientina, saponaria y flavononas).
   Tiene propiedades sedantes y antiespasmódicas sobre la musculatura estriada, la musculatura lisa intestinal y sobre las vías respiratorias. Se utiliza, entre otros, en estados de nerviosismo, ansiedad, insomnio, neuralgias, espasmos digestivos y respiratorios, asma bronquial y palpitaciones.
• Cola de caballo (Equisetum arvense)
  
De la Cola de caballo se utiliza el tallo y las hojas. Esta planta contiene un principio amargo, resma, pectina, ácido linoléico, oléico y esteárico, así como equisetina.
   Posee una gran cantidad de sílice (6-8%) fácilmente absorbible y metabolizable en forma orgánica por el organismo. Además contiene otras sales y minerales (carbonato cálcico, sulfato de magnesio, cloruro de potasio, fosfato cálcico, hierro y manganeso.
   La sílice juega un papel importante sobre la nutrición mineral, en la regeneración de tejidos, y sobre el crecimiento y sistemas de defensa. Debido a esta acción sobre los tejidos, tiene un efecto remineralizante, regenerador de la mucosa respiratoria y del árbol bronquial (tejido elástico), y del tejido elástico ligamentario (aumenta la resistencia del tejido conjuntivo) y de la piel.
   También tiene un efecto depurativo-diurético, y a nivel tópico es astringente, antiinflamatoria, antiedema, cicatrizante y hemostática. Por otro lado, favorece las reacciones de defensa inmunitaria (aumenta la actividad leucocitaria en la infección) y se utiliza para alteraciones del crecimiento óseo-ligamentoso, consolidación de fracturas, hemorragias, edemas, alteraciones estructurales de la mucosa y del árbol bronquial, procesos reumáticos y arteriosclerosis (bajo nivel de sílice).


 

 

miércoles, 29 de junio de 2016

La Fiebre del Heno, 3ª parte


Cómo identificar los alérgenos
   La determinación exacta de los desencadenantes de la alergia en las sustancias es un método diagnóstico utilizado posteriormente para la creación de determinadas formas de terapia, como la hiposensibilización. Este proceso se puede realizar, por ejemplo, a través de un examen en la piel, depositando en ella diferentes “alergenos”, por ejemplo a través de pequeñas incisiones superficiales (arañazos). Si existe alergia a alguna de las sustancias aparece en la posición correspondiente una reacción inflamatoria con prurito, enrojecimiento y formación de un habón, de este modo se puede valorar el origen o las sustancias que mayormente inciden en el cuadro de hipersensibilidad de la persona.

Medidas preventivas y consejos
   Para no dejar que el catarro alérgico llegue a provocar un cuadro sintomático muy agudo y para suavizar sus molestias, pueden ser de gran ayuda los siguientes consejos prácticos.
• Huye del polen
  
La primera y más importante medida en los casos de Polinosis es evitar el contacto con el polen desencadenante de la alergia. En las vacaciones, se debe escoger el mar o la alta montaña para pasar unos días, evitando los prados, ya que en ellos se da una mayor carga de polen.
• Permanece en habitaciones cerradas
  
Al aire libre, el polen está presente en mayor proporción cuando el tiempo es seco, caluroso, ventoso y sobre todo temprano por la mañana. Por ello es recomendable, en épocas de mayor riesgo, quedarse en casa con las puertas y ventanas cerradas, principalmente por las mañanas. Aquellas personas con una gran hipersensibilidad deben evitar una mayor carga de polen, protegiéndose de trabajos al aire libre.
• Protégete en el vehículo
   También en los viajes en coche deben permanecer las ventanas cerradas. Complementariamente se recomienda colocar un filtro de polen en la instalación de ventilación del vehículo.
• Considera el polen remolcado
  
Tras la permanencia al aire libre y cuando se ha arrastrado mucho polen, la Polinosis puede aparecer, por ejemplo, en el cabello y en la ropa. Por este motivo se recomienda lavarse regularmente el cabello, limpiar los cristales de las gafas y cambiar de vestimenta. Además, la ropa que se ha llevado durante el día no debe dejarse por las noches en el salón ni en el dormitorio.
• Protégete del polvo de la casa
  
Los “alergenos” presentes todo el año se encuentran normalmente en el polvo de la casa (por ejemplo en las excreciones del ácaro del polvo de la casa). Existen algunas medidas para hacer frente a estos “alergenos”:
- El polvo puede evitarse, sobre todo en el dormitorio, usando fundas de colchón impermeables a los ácaros y evitando los objetos que atraen el polvo, como los animales de peluche (pueden ser higienizados, congelándolos dentro de una bolsa de plástico), estanterías abiertas de libros, cortinas y alfombras.
- Es aconsejable limpiar con un trapo húmedo, en lugar de remover el polen, por ejemplo, con ventiladores o aspiradoras.
- Se recomienda realizar las vacaciones en la alta montaña, puesto que los ácaros presentes en el polvo de la casa no son capaces de sobrevivir a una altura superior a los 1200 metros.
• Mantente alejado de los “alergenos” animales
  
Las sustancias alergizantes de los animales aparecen en la forma de escamas de la piel, plumas y pelos. La eliminación de edredones de plumas o la renuncia a tener animales de compañía puede llevar a una mejoría.
• Poner freno a los hongos
   Una condición previa para disminuir el crecimiento de los hongos es la reducción de la humedad local a través de una buena circulación de aire. Si no es posible tomar una medida de este tipo, se puede intentar entorpecer su desarrollo a través de sustancias que acaban con ellos, ya sea en forma de spray o pintura en la pared.
   Si estas medidas de prevención y protección no son suficientes para poder soportar las molestias, se señala la necesidad de un tratamiento con medicamentos. Asimismo, el tratamiento de las reacciones alérgicas de tipo crónico sin remisión o de carácter agudo intenso, debe ser valorado por un médico, quien determinará en última instancia el proceso más adecuado a seguir y la conveniencia o no de combinar los tratamientos clásicos (esteroides, antihistamínicos).

martes, 28 de junio de 2016

La Fiebre del Heno, 2ª parte


¿Qué causas tiene la fiebre del heno?
   Las causas del origen de la alergia siguen siendo, en algunos aspectos, desconocidos. Sin embargo, se sabe que el catarro alérgico es una enfermedad que, junto al asma bronquial y la neurodermitis, aparece en personas con una determinada propensión o carácter hereditario a las enfermedades alérgicas (los hijos de padres alérgicos tienen un mayor riesgo de incidencia en el transcurrir de sus vidas).
   Las alergias suelen adquirirse a lo largo de la vida, a menudo en edades tempranas, y el desarrollo de la enfermedad se produce a partir del contacto repetido con las sustancias desencadenantes de la alergia.
  Actualmente, en nuestra vida diaria estamos expuestos a una mayor cantidad de sustancias desencadenantes de alergias (se conocen más de 10.000) que en el caso de generaciones anteriores. Se discute si las vejaciones al medio ambiente llevarán a un incremento de las alergias, una teoría que se apoya en la observación del hecho que la población urbana sufre cada vez más de Polinosis, aunque la concentración de polen de flores sea mayor en el campo. Posiblemente, el mayor contacto con un gran número de otras sustancias alergénicas provoca un desgaste excesivo del sistema inmunológico.

El papel de las emociones
   La esfera psicológica interviene de un modo importante en el origen de la alergia y también en el factor desencadenante de un cuadro en particular. Las experiencias emocionales en la infancia o incluso en la fase intrauterina, con poca capacidad de respuesta y con las connotaciones de “miedo, susto, pánico o aprehensión”, son las verdaderas causas de la hipersensibilidad que más tarde conducirá a una alergia específica. Parece claro que el sistema inmunológico pierde su código de identificación, se vuelve más sensible de lo normal a las sustancias extrañas, y paralelamente se da un aumento de sensibilidad emocional. Esta situación puede darse incluso en la vida intrauterina del feto y ocasionar reacciones alérgicas tempranas.
   Por otra parte, la reacción emocional también puede actuar como desencadenante de un cuadro alérgico.   Existen casos de personas que desarrollan una crisis alérgica simplemente al mostrarles una foto de la planta que relacionada con su cuadro. En otras situaciones, estas reacciones alérgicas se producen al “sensibilizar” al paciente identificando sus conflictos o sus verdaderas causas psicológicas, o bien cuando el tratamiento homeopático desbloquea estos sentimientos que afloran al exterior, en lo que llamamos “crisis curativa”. Las situaciones de desbloqueo normalmente pueden producir manifestaciones paradójicas, que aunque pueden malinterpretarse como un empeoramiento, lo que hacen es provocar la propia capacidad reactiva del paciente.  Esta situación es el primer paso hacia la curación, si contamos con el conocimiento previo por parte del paciente y una buena terapia de apoyo.
   Pero ante todo, conviene recordar que los fenómenos alérgicos, al igual que otras enfermedades de manifestación externa, se curan “desde dentro y hacia fuera», es decir, nunca debe suprimirse su manifestación sintomática, ya que desarrollan mecanismos de conversión, buscando otra vía de expresión cutáneo-mucosa.


¿Qué desencadena el catarro alérgico?
   El desencadenante directo del catarro alérgico es el polen de las plantas polinizadas (espolvoreadas) por el viento, que se produce en grandes cantidades. Por ejemplo, la cifra de polen liberalizado de una espiga de centeno, asciende a millones de partículas que, con el viento, se reparten a grandes zonas. Dado que 50 partículas de polen son suficientes para desencadenar molestias de Polinosis, es difícil protegerse de ellas.
   Se conocen algunos cientos de plantas cuyo polen puede desencadenar el catarro alérgico. Aunque la fecha de la floración es distinta según cada variedad, el vuelo del polen comienza entre los meses de febrero y abril, y su etapa principal transcurre entre abril y junio, cuando florecen los campos. Finalmente, la tercera fase de este proceso se da entre junio y agosto, cuando las flores de las hierbas se añaden a esta carga.

  Como se ha visto, la fase temporal de la liberación del polen de plantas alergizantes es predecible y el tiempo de aparición de las clases de polen que más usualmente conducen a la polinosis está ordenado en el calendario de vuelo del polen (ver mapa de polinización y cuadros). Este esquema puede ayudar a los afectados a determinar las etapas en las que las moles- das son más importantes.
   Pero además del calendario, hay otros factores que influyen en la extensión del polen, que pueden hacer variar las tablas, como por ejemplo el viento, los climas regionales o la altitud. También hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en una región montañosa se debe contar con una liberación de polen más tardía, o que la concentración de éste en el aire también tiene una clara oscilación horaria, existiendo una concentración mayor en las horas tempranas de la mañana.


Otros factores
   Junto al polen hay otras sustancias que, durante el año, provocan catarro de tipo alérgico, como el polvo de la casa, los hongos o las excreciones de animales (perros, gatos, pájaros...).
   Las secreciones del ácaro del polvo de la casa se encuentran entre las sustancias principalmente causantes de la alergia. Este ácaro es un inquilino permanente del hombre, muy difícil de eliminar, que prefiere un entorno ligeramente húmedo y una buena temperatura, y que se alimenta de escamas de la piel, que por las noches caen en las sábanas.
   Las esporas y proteínas de hongos presentes en el aire de las habitaciones interiores de la casa también pueden ser desencadenantes de alergias. El moho se desarrolla preferentemente en sitios húmedos, calientes y oscuros, como las esquinas y nichos de cuartos de baño y sótanos, y algunas de las medidas arquitectónicas destinadas a proteger del ruido y del calor, favorecen las condiciones climáticas para la aparición habitual de estos “alergenos” potenciales.
   En los meses de julio y septiembre, las esporas de los hongos se forman en el “compost” y en las hojas caídas, lo que hace que en esta época del año empeoren ocasionalmente las molestias en los casos de catarros alérgicos que duran todo el año.


 

 

lunes, 27 de junio de 2016

La Fiebre del Heno, 1ª parte


Una forma de catarro alérgico
La polinosis o fiebre del heno es una forma de alergia propia de la primavera, que afecta                         a un número cada vez mayor de personas.
La fitoterapia y la homeopatía ofrecen tratamientos naturales para evitar las                                          molestias que se derivan de esta situación


   La llegada de la primavera y el verano, y el contacto con el aire libre suponen para muchas personas el inicio de un tormento que dura meses. Los ataques de estornudos, el goteo nasal y el escozor en los ojos se hacen habituales, y se acompañan de malestar general. Esta situación recibe el nombre de Fiebre del Heno o también el de Polinosis alérgica.
   Ya en la medicina antigua se describieron reacciones hipersensibles que hoy se designan como alérgicas. En el siglo XVI, Paracelsus reconoció la relación de la flor de la rosa con la aparición de determinados malestares como el catarro, los ataques de estornudo y el prurito. En el año 1873, el médico escocés Blackley pudo establecer la conexión entre el polen y la enfermedad.
Introducción
  En general, el concepto usual de “fiebre del heno” no es demasiado apropiado, puesto que el causante de la enfermedad no es el heno, sino el polen. De este modo, el desencadenante de esta fiebre recibe el nombre médico de “polinosis”. Otra apreciación del término Fiebre del Heno a tener en cuenta es que ésta molestia no aparece con fiebre, al contrario que lo que sucede con el catarro de la infección gripal. Según estas apreciaciones, será más adecuada la expresión “rinitis alérgica de temporada”, ya que se trata de un catarro alérgico condicionado, que reaparece cada año durante semanas e incluso meses determinados.
   La diferencia entre esta afección y los catarros alérgicos que se prolongan durante todo el año es evidente, ya que en este último caso, el problema se desencadena a partir de distintas sustancias, como el polvo de la casa o el pelo de animales.
   Las alergias pertenecen a un grupo de enfermedades frecuentes, aproximadamente una de cada cinco personas reconoce sufrir alguna y la tendencia es creciente. La enfermedad alérgica más frecuente es el catarro alérgico, que sufre más de un 10% de la población. Esta enfermedad se presenta todavía raramente en niños pequeños, ya que en la mayoría de los casos aparece en adolescentes y adultos jóvenes, en edades más avanzadas disminuye su frecuencia y grado.


¿Qué es una alergia?
   El sistema inmunológico innato en la persona hace que ésta disponga de un dispositivo normalmente muy útil para la defensa de cuerpos extraños. El cuerpo tiende a deshacerse a diario de este tipo de sustancias o a hacerlas inofensivas, sin que la persona se de cuenta. En una alergia se produce, sin embargo, una hiperreacción del organismo frente a un cuerpo extraño, en general e inicialmente sustancias inofensivas como el polen de las flores, a las que se les denomina “alergenos”.
   Una alergia se desarrolla durante un largo periodo de tiempo. Cuando se da un primer contacto con los “alergenos”, por ejemplo el polen de determinadas plantas, normalmente no aparece ninguna molestia, sin embargo, el cuerpo reacciona desde el principio, aunque de un modo imperceptible (sin marcas externas). Sólo después de repetidos contactos, que se pueden producir a través de años, se muestra la reacción patológica, por lo que se puede hablar de sensibilización.
   En este proceso el organismo forma un exceso de proteínas especiales contra los “alergenos”: son los llamados anticuerpos que, en el caso de la Polinosis, pertenecen al grupo de las inmunoglobinas E (IgE). Los anticuerpos vienen a localizarse en la superficie de determinadas células del organismo (mastocitos).
   El polen penetra en el organismo a través de la mucosa respiratoria y es reconocido, captado y enlazado por los anticuerpos. La unión del polen con los anticuerpos actúa sobre los mastocitos como un estímulo para liberar sustancias disponibles de su interior. Estas sustancias producen la reacción alérgica, es decir, son la causa de las molestias.
   El mediador más conocido en una alergia es la histamina, principal responsable de los síntomas de la Polinosis (se da un aumento de la permeabilidad (porosidad) de los vasos sanguíneos y estimulación de las terminaciones nerviosas sensitivas).


¿Cómo se manifiesta la polinosis alérgica?
  Las molestias en la Fiebre de Heno comienzan normalmente después de haber estado al aire libre en un día seco y ventoso. Contrariamente, en los casos de catarro alérgico que se prolongan durante todo el año, las molestias aparecen principalmente cuando la persona se queda en casa, condicionada por sustancias que están presentes durante todo el año el polvo, las secreciones de animales y las esporas de hongos.
   Al principio de la Polinosis se dan cosquillas y prurito en la nariz acompañado de ataques de estornudos. Posteriormente aparecen síntomas de irritación de la nariz, con signos de congestión mucosa y taponamiento.   En muchos casos el paciente sufre prurito en los ojos, sobre todo en la parte interior del rabillo del ojo, y un progresivo lagrimeo, ya que la conjuntiva se ve también afectada (conjuntivitis).
   Ocasionalmente aparecen escozores y sensación de sequedad en la boca, y también puede darse hinchazón de las cuerdas vocales con ronquera y molesta necesidad de carraspear la voz, así como la invasión de las vías respiratorias superiores con ataques de tos súbita e irritante.
   En situaciones extremas puede darse una reacción asmática con sofocación, producida por una fuerte hinchazón de las mucosas en los bronquios, que disminuye el paso del aire a los pulmones. Los afectados por esta afección se sienten en general muy enfermos y abatidos. Además, muchos pacientes se quejan de nerviosismo y cansancio.
   El catarro alérgico representa muy a menudo una limitación considerable del nivel de vida, y puede ser precursor de otras enfermedades. Así, puede presentarse una infección adicional con afectación de los orificios de la nariz o bien un asma alérgico.


 

domingo, 26 de junio de 2016

La Henna, el colorante natural, 2ª y última parte


Tintes vegetales y tintes de oxidación
   Los tintes vegetales se comercializan bajo el nombre de tintes vegetales, cuando en realidad llevan pigmentos sintéticos que imitan los tintes vegetales, pero al igual que la henna no penetran en el tallo sino que se quedan en su superficie. Estos tintes se eliminan rápidamente en varios lavados y no tratan el cabello como la henna.
   Los tintes de oxidación son a base de amoniaco y pigmentos sintéticos que penetran en el interior del tallo del pelo. El cabello teñido con estas sustancias pierde brillo y luminosidad. Además, los tintes químicos pueden ocasionar algunos trastornos dermatológicos y de salud.
   Pero estos tintes se emplean mucho por la gran variedad de colores que ofrece.


Plantas colorantes para mezclar con la henna

 • Saúco (Sambuscus nigra)
Proporciona un tono ceniza
Las hojas acentúan el matiz (gris amarillento).
• Ulmaria (Filipendula idiir-)
Proporciona un tono caoba oscuro.
La raíz proporciona un tono
• Cebolla roja (AIlium cqra)
Proporciona un tono ceniza
La cebolla roja, junto con
vinagre, da unos tonos cálidos de marrón tostado, y reflejos más cálido al color natural del henna.
• Curcuma (Curcuma k..g.)
Proporciona un tono
dorado
Es uno de los condimentos y colorantes más comunes de la cocina. Las investigaciones más recientes han puesto en evidencia sus propiedades antiinflamatorias y su acción protectora sobre el hígado.
   Esta hierba picante, amarga y refrescante mejora la digestión y estimula la vesícula biliar y el sistema circulatorio,
además controla las hemorragias y disuelve los coágulos. En el arte culinario se utiliza para la mezcla del curry.
   En tintes vegetales proporciona color anaranjado y amarillo (se viene utilizando para teñir
los mantos de los monjes budistas) y un tono dorado para los cabellos rubios.
• Aladierna (Rhamnus infectoria
Proporciona un tono dorado
Crece entre rocas y en lugares rupestres en todo el Pirineo. Sus frutos
maduran a fines del verano, tienen una acción purgante y contiene quercitina de un color amarillo, que utiliza para el teñido de la ropa.
• Hibisco (Hibiscus sabdariffa)                                                                                                                            
Proporciona tonos rojos y color caoba oscuro.
   Es una hierba aromática, refrescante que reduce la fiebre y proporciona Vitamina C. Las hojas se pueden
consumir crudas o cocidas y los cálices se utilizan para colorear y aromatizar los tés de hierbas.
• Manzanilla romana (Anthemtis nobilis)
Proporciona tonos dorados.
   Es una planta muy popular de relajante aroma que alivia y reconforta el cuerpo. Relaja los músculos faciales y
su flor proporciona el tinte amarillo que permite dar matices dorados a los cabellos claros.
• Nogal (Juglans regia)
Proporciona tonos ceniza.
Sus hojas contienen muchos táninos que, junto a la henna, fijan y matizan reflejos de color ceniza.

Compuesto de plantas colorantes

  A continuación ofrecemos una serie fórmulas para teñir el pelo con una de plantas.
   Puesto que la estructura de un cabello y los resultados están unidos a su estado y color original, a pesar de
dar unas guías, cada persona deberá verificar sobre su pelo el tiempo necesario para obtener un resultado que se ajuste a su gusto.


Formula para tonos ceniza

Mezcla Saúco (10 %), Nogal (10 %) Henna caoba (80%) y aplícalas durante un tiempo de exposición de 5 minutos para el cabello rubio, de 10 a 15 minutos para el cabello castaño claro, y de 20 a 30 minutos para el cabello castaño oscuro.

Fórmula para tonos dorados cobrizo
Prepara una mezcla de Aladierna (10 %), Manzanilla (20 %) y Henna cobre (70%).
Aplícala durante 5 minutos en cabello rubio, 10 minutos en cabellos cenizas, y de 15 a 20 minutos en cabellos castaños.

Fórmula para tonos caoba
Mezcla Nogal (10 %), Hibiscus (10 %) y Henna caoba (80%) y aplícalas durante 30 minutos en cabello castaño y una hora sobre cabello de tono castaño oscuro.
   El color y los reflejos finales dependerán del tiempo de exposición al compuesto y del color propio del pelo, es decir, cuanto más oscuro sea el cabello más reflejos caoba oscuros se obtendrán.


Cómo teñir el pelo con plantas colorantes
Material
• Un par de guantes
• Un recipiente no metálico
• Una espátula de madera
• Un gorro
• Toallas


Ingredientes y preparación
1. Escoge el compuesto de hierbas colorantes y añade una infusión de manzanilla romana si se trata de cabellos de tonos rubios, una infusión de té de Ceilán para los tonos cenizas, y una infusión de café para los tonos oscuros (la mezcla de las infusiones será de una cucharada sopera de planta por cada 250 ml de agua).
   Una vez hayas preparado la cantidad necesaria de la “mascarilla-tinte vegetal restauradora”, puedes utilizar el resto de la infusión para el último aclarado del cabello.
2. Añade, por cada 100 g de mascarilla, una cucharada sopera del aceite vegetal correspondiente a tu tipo de cabello: aceite de avellana para cabello graso, aceite de aguacate para cabello desvitalizado, aceite de oliva para cabello muy seco y aceite de jojoba para cabello castigado por los productos químicos.
3. Para ayudar a fijar el color resultante añade también, por cada 100 gr. de la mascarilla tinte vegetal restauradora, 2 cucharadas soperas de vino tinto de calidad.
4. Prepara la dosis necesaria del compuesto de hierbas colorantes (la cantidad variará en función del volumen de cabello). Diluye los polvos de hierbas en la infusión escogida hasta obtener una pasta untuosa (la infusión tiene que estar caliente y no se deben emplear recipientes metálicos), añade el aceite y luego el vino tinto.
5. Para proceder a la aplicación de la mascarilla tinte restauradora, protege tu ropa y ponte unos guantes para evitar las manchas de tinte en la manos y uñas. Aplícate la mascarilla de tinte restauradora en el pelo lo más caliente posible, realizando un suave masaje. Aunque habitualmente se aconseja lavar el cabello antes de teñirlo, es preferible aplicar el time sobre el cabello no lavado o ligeramente humedecido. En la práctica el resultado final es mucho mejor, porque la propia grasa del pelo, junto con el tinte, actúa de suavizante y de protector.
6. Cúbrete los cabellos con un gorro y envuélvelo con una toalla
7. El tiempo de aplicación es el correspondiente al compuesto de plantas elegido. Generalmente, el tiempo deberá ser mayor cuanto más oscuro sea el tono deseado. En los cabellos blancos conviene controlar bien el tiempo de exposición si no se quiere obtener una coloración turania
8. Quítate el gorro y aclárate bien el cabello con agua tibia para eliminar los restos del tinte vegetal. Las posibles manchas en la piel desaparecen al poco tiempo, pero si deseas eliminarlas, puedes hacerlo fácilmente con un poco de zumo de limón
9. Aplícate un champú suave y con un pH ligeramente ácido (pH 5). Aclárate el pelo y repite el proceso de lavado.
10. Sécate el pelo para fijar bien el color del tinte

Usos y propiedades
   Esta mascarilla de tinte restauradora, además de cambiar el tono del pelo, es muy indicada como tratamiento capilar, para acondicionar y estructurar el cabello dañado, acabar con la caspa, mejorar el aspecto de los cabellos muy grasos y como prevención y tratamiento de la alopecia.
   En efecto, la hipersecreción es además de un problema estético un problema dermatológico. Por eso se aconseja, además de aplicar la mascarilla restauradora, evitar los productos excesivamente desengrasantes que dan lugar a una seborrea reaccional, muy frecuente y a una alopecia seborreica
   Algunos problemas capilares pueden desencadenarse por un origen externo como puede ser el medio ambiente desfavorable, un clima con mucha lluvia, polvo, partículas metálicas o gases que saturan la atmósfera.       

Por otro lado, los cambios estéticos a base de permanentes, decoloraciones, tintes sintéticos o el empleo frecuente de determinados champús acaban por dañar fuertemente el pelo. Cualquiera de estos motivos puede ser en un momento dado el inicio de una alopecia.
   En estos casos es conveniente escoger un champú suave y realizar un tratamiento capilar protector que mejore la textura y solidez del cabello.  



sábado, 25 de junio de 2016

La Henna, el colorante natural, 1ª parte


Los tintes vegetales son un recurso natural para cambiar el tono del pelo proporcionando belleza
y protegiendo el cuero cabelludo. Uno de estos colorantes, la henna, es el producto más conocido
con estos fines y además posee propiedades medicinales.

   La henna contiene una materia prima colorante de color naranja que la convierte en un Unte capilar de gran eficacia. Sus hojas secadas se reducen a polvo y éste sirve como base para teñir el cabello y realizar dibujos sobre la piel.
El color del cabello
   Los pigmentos que existen en las células de la sustancia cortical del tallo del pelo son los que determinan su color. En cualquier caso, la melanina es el pigmento esencial (también se encuentra en la piel) que, en los cabellos blancos, está presente en muy pequeñas proporciones y en los albinos está totalmente ausente.
   Los principales colores de base del pelo son el blanco, el negro, el pelirrojo y el rubio. Las distintas tonalidades y reflejos dorados, castaños, cenizas, cobrizos y pelirrojos enriquecen la paleta de los colores naturales.
   Pero aunque el color, volumen y forma del pelo son características hereditarias, existen varios ingredientes vegetales que permiten mejorar, realzar o modificar su aspecto, ya que el cabello posee la propiedad de poderse teñir o decolorar.


Tintes capilares vegetales: la Henna
   La henna (Lawsonie alba) es un pequeño arbusto de la familia de las litráceas, originario de Arabia, cuya corteza es de color blanquecino y olor suave. Se cultiva en Egipto, Asia y África del norte, es el producto más conocido y el más antiguo que se ha usado para teñir el cabello, y es el colorante por excelencia en Oriente Próximo para cabellos, piel y uñas.
   Sus propiedades fueron descubiertas en la más remota antigüedad, y ya se encontraron restos de henna en la momia de Ramsés II. Esta planta fue introducida en Europa en el siglo XIX y se ha convertido en un ingrediente importante en los acondicionadores y tintes capilares.
   Las partes empleadas son las hojas y flores, aunque también se extrae un aceite que proporciona una agradable fragancia que recuerda el olor de las flores de lila. Las hojas, una vez recolectadas y secadas, se reducen a polvo y constituyen una materia prima colorante excelente. Además de teñir el cabello, este polvo tónico se utiliza para realizar dibujos artísticos sobre la piel.
   La henna contiene una materia colorante rojo naranja que puede dar reflejos cobrizos, rojos o caobas. El color que se puede obtener depende del tiempo de exposición y del tipo de color del pelo. El tiempo de exposición será menor cuanto más claro y rubio sea el cabello o si únicamente se quieren dar reflejos ligeramente cobrizos.           


Sobre cabello castaño, la henna proporciona reflejos de color caoba claro, mientras que en el cabello oscuro se obtienen tonos caoba oscuro muy brillantes y luminosos. Aplicada sobre las canas proporciona, según el tiempo de aplicación, un tono rubio, cobrizo, naranja o rojo.
Usos medicinales

La henna se utiliza sobre todo como planta productora de tinte vegetal; sin embargo, también posee propiedades medicinales:
• La henna tiene una acción astringente, la propiedad de controlar las hemorragias y es antibacteriana.
• En uso interno puede emplearse para el tratamiento de la disentería amebiana, en uso externo para curar la lepra, las heridas y el herpes, y junto con aceite para disminuir la psoriasis del cuero cabelludo.
Mezclas de henna
   Las mezclas de henna con hierbas colorantes y sales metálicas reportan una gran confusión al consumidor. En realidad la henna pura y natural proporciona únicamente pigmentos de la gama del color naranja (el color original de la henna puede variar ligeramente según el origen, su cultivo, fecha de recogida, secado, etc.), por lo que todos los demás colores son el resultado de mezclas.
   Así lo que le confiere tonos más oscuros o claros son, en realidad, las combinaciones con otras plantas colorantes y las mezclas de sales que se le añaden en diversas proporciones.
   La henna compuesta resulta de la mezcla de henna natural, materia colorante, sal metálica y ácido pirogálico (esta materia tánica asegura la fijación del color). Las sales metálicas más empleadas son el sulfato de hierro, sulfato de cobre, sulfato de cadmio y cloruro de níquel.


Ventajas del tinte vegetal con henna
La henna es un producto sano confiere un brillo, luminosidad y suavidad al pelo, pero además tiene otras propiedades:
• La henna, al contrario de un tinte químico, no penetra en el tallo del cabello sino que se deposita en las escamas de la cutícula y así comunica su color al pelo.
• Cuando la gena se deposita sobre el cabello, éste aumenta ligeramente de diámetro. Ésto proporciona al cabello muy fino un mayor volumen y resistencia. Al mismo tiempo, este recubrimiento vegetal protege el pelo del medio externo, con lo que favorece su protección.
• Es un producto absolutamente inofensivo.
• Se puede emplear sobre cabellos decolorados y teñidos. Con las precauciones necesarias también se pueden realizar permanentes sobre cabellos teñidos con henna.


• Además de actuar como tinte, la henna protege y acondiciona el cabello, manteniéndolo sano y con un aspecto luminoso.
   La única desventaja de este tinte es que con él no puede obtenerse toda la gama de colores y que, en caso de canas, es mucho más difícil conseguir una coloración homogénea.
Las plantas colorantes
    Existen plantas colorantes que se pulverizan y mezclan con la henna para aumentar la paleta de colores. Estos preparados son resistentes al lavado y tiñen el pelo recubriéndolo de taninos y pigmentos que no penetran en el interior del tallo, sino que lo recubren protegiéndolo. Estos tintes naturales son totalmente inofensivos y su única desventaja es la limitación en la gama de los colores.
   La henna combinada con hierbas colorantes acondiciona el cabello y es un excelente tratamiento capilar totalmente inocuo. Su utilización en estado puro o combinado con otras plantas proporciona unos reflejos con matices muy cálidos.