miércoles, 30 de marzo de 2016

Complejos: Edipo y de Electra, 3ª y última parte


Edipo no disimulado
    Muchas escenas cotidianas nos remiten al Complejo de Edipo:
> Padres que, sorprendentemente y sin pudor alguno, van del brazo de sus hijas y en lugar de aparecer junto a sus esposas, alardean de la belleza de sus niñas y las exhiben como en busca de un pretendido equívoco. En el extremo, esto da lugar al abuso sexual de los propios hijos por parte del padre o la madre que secundan su complejo.
> También hallamos jóvenes varones que, con aparente normalidad, mantienen relaciones con mujeres veinte años mayores que ellos, para regocijo de ambos, ellos reencuentran la seguridad que el amor perdido de su madre les arrebató, mientras ellas recobran todo el fragor de la libido (instinto psicosexual) en una especie de ‘segunda juventud”.
> O bien a la inversa: chicas que se entregan al arte de amar a una nueva pareja de edad muy superior; como en el caso de varones lo suficientemente mayores en edad o apariencia como para poder ser o parecer su padre. El beneficio inmediato resulta ser para ambos, como en una extraña simbiosis de la que les costaré salir, especialmente al miembro más joven de la pareja.
   A la larga, la diferencia entre ambos será suficiente como para zanjar una relación diseñada para tapar un viejo problema: el Complejo de Electra o de Edipo, según el caso.


¿Conflicto o complejo?
   Estas son algunas pistas para saber si tu hija o tu hijo no superaron el obligado Conflicto de Electra o de Edipo, con lo que hoy día pueden sufrir el Complejo resultante:

1 Hace años que el pequeño celebró su tercer cumpleaños, pero imita de forma descarada a su padre y/o a su madre en la forma de gesticular, hablar, reír, sentarse, firmar, dibujar, entretenerse con las mismas aficiones...etc.
2 Lleva años siguiendo, a pies juntillas, las formas exactas de comportarse ante los demás...
3 A menudo presume de lo que se parece a su padre o a su madre en tal o cual cosa.
4 Cuando llega a la adolescencia, sólo imagina a una pareja posible si se parece a su padre o a su madre en la forma de quererle, en el físico, en el carácter, en a profesión, etc.
5 No se plantea otras perspectivas que las de hacer lo mismo que su padre y/o su madre, aunque pueda requerir habilidades distintas de aquéllas en las que él/ella destaca.                                                                                                                                                           6 Abandona cualquier habilidad que perciba como ausente en su padre o en su madre, sobre todo cuando no merece la atención o el reconocimiento de ellos.
7 Consulta al progenitor con quien se ha identificado hasta las más insignificantes cuestiones y decisiones, asegurándose así que le agradará lo que haga.
8 Defiende con pasión y sin crítica algunas de las creencias, ideologías y prejuicios de uno de sus progenitores, e incluso de ambos.
9 Prefiere tener sus fotografías más antiguas, así como la del padre y/o la madre.
10 Es capaz de verse involucrado en discusiones y peleas verbales o físicas si alguien osa comprometer el buen nombre de su padre y/o de su madre, o bien de cualquier cosa relacionada con él o con ella.

 

 

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