jueves, 12 de enero de 2017

Introdución a la Aromapatía, 3ª parte


La capacidad de percibir los olores no disminuye con la edad, pero con el paso de los años
es menor la capacidad para distinguirlos y reconocerlos.
+ Perfume: Es el procedimiento más simple, es suficiente con mezclar, según nuestros gustos, los aromas que nos agradan o estimulan. Aquí comienza la elaboración, asociar ciertos aceites esenciales que se prestan a la elaboración de un perfume único, el nuestro. Es necesario tomarse cierto tiempo, gota a gota, para llegar a elaborar un perfume exclusivo. Podemos aplicar este producto así tal cual sobre nuestra piel o bien mezclarlo con un poco de alcohol de 90º •
+ Complejo: Un complejo es una asociación aceites esenciales cuyo objetivo n efectos terapéuticos muy precisos Se administra por vía bucal, y es necesario ser prudente en la fabricación y administración de esta mezcla. Se deben conocer las bases de la aromaterapia y seguir los consejos de un aromaterapeuta.
+ Miel aromática: La formulación de una miel aromática tiene en su base los mismos principios que el complejo. Es la asociación de diversos aceites esenciales, pero en una proporción menor. Se puede volver a añadir, en unos 250 mililitros de miel pura no pasteurizada, de 30 a 50 gotas de mezcla formulada de aceites esenciales. Para obtener una buena mezcla hace falta licuar la miel poco a poco y volver a añadir los aceites esenciales, mezclar bien con una cuchara de madera unos 15 minutos, introducirla después en un bote y dejarla enfriar. Se puede consumir este preparado puro, a razón de una cucharada de té de 3 a 5 veces al día, o añadiéndolo en una taza de agua hirviendo.

ELABORACIÓN DE ACEITES ESENCIALES DE GRAN CALIDAD

   Los aceites esenciales tienen que ser de la máxima calidad, puros y sin adulteraciones, para que ejerzan sus efectos terapéuticos. Obviamente, es muy importante que las sustancias activas concentra da sean siempre naturales, preferiblemente no contaminadas con residuos químicos o tratamientos antiparasitarios, y sin restos de diluyentes.
   En el proceso de producción de plantas aromáticas para las industrias alimentaria y del perfume se incluye el uso de pesticidas y fertilizantes, ya que estas sustancias aumentan el rendimiento de los cultivos, en cambio, para la aromaterapia se prefieren los métodos de cultivo orgánicos y naturales, puesto que los productos agroquímicos pueden persistir en la mezcla una vez finalizado el proceso de extracción.
   La calidad y las propiedades de un aceite esencial dependen de la variedad botánica de la planta. La falta de información puede llevar a la utilización de una especie botánica distinta, con propiedades y olor distintos. Por ejemplo, si necesitamos Ihimus vulgaris, puede suceder que nos den Thymus baeticus (tomillo basto), tomillo carrasqueño..., o sea, aceites esenciales de tomillos de otra especie, que resultan más baratos..., también puede ocurrir el mismo caso
si necesitamos Salvia officinalis, y comprobamos que se trata de Salvia lavandulifolia. Y así en muchos de los aceites esenciales. Por eso, lo primero que hemos de exigir de un aceite esencial es que lleve el nombre latino completo, especificando la especie, y mucho mejor si puede demostrarse que es de la especie indicada.
   El lugar de origen (condiciones climáticas, altitud, la naturaleza del suelo) influye también en la composición del aceite esencial, aunque se trate de la misma especie. Por ejemplo, un aceite esencial de Salvia officinalis cultivado en Francia (normalmente en tierras de mayor pluviometría y menor insolación) no tiene la misma proporción ni la misma calidad que el de uno obtenido en España. Cuando la variación de la composición en algún componente es importante, o sea, que se produce en cultivos repetidos, definimos dentro de esa especie un quimiotipo (2) distinto. En el caso del tomillo están descritos al menos seis quimiotipos distintos.
   Sus propiedades pueden depender también de la modalidad y del momento de la recolección, que coincidirá con la presencia mayoritaria de los componentes que caracterizan un aceite esencial determinado. Por ejemplo, en la menta piperita, al inicio de la floración predominan el neomentol y la mentona, y conforme va madurando la planta va disminuyendo la proporción de estos componentes y aumenta la concentración de mentol. Se elegirá el momento de recolección cuando mayor sea la proporción de mentol.
   La falta de reglamentación o el no cumplimiento de la existente son causas de modificaciones, adulteraciones.... a que pueden verse sometidos los aceites esenciales.
   Para el profano, la creencia en su consistencia oleosa abona el terreno para una posible adulteración con sustancias oleosas, así como el hecho de que el olor de un aceite esencial diluido sea preferido al ser muchas veces más agradable que el aceite esencial puro.
   El aromaterapeuta profesional dispone de un instrumento valiosísimo para conocer que en efecto se han cumplido todos los requisitos de calidad. Se trata de la cromatografía en fase gaseosa del aceite esencial, que sería el auténtico “carnet de identidad” del aceite esencial.
(2) Variación intraespecífica en cuanto a concentración y composición de principios activos.


El lugar de origen de la Planta, sus condiciones climáticas, altitud, naturaleza del suelo…, influye en la composición del aceite Esencial, aunque se trate de la misma especie.       

 

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