Tratamiento con Fitoterapia
• Baños bucales
Pueden hacerse baños bucales cociendo en agua una mezcla de50 g
de hojas de nogal (Juglans
regia), 25 g
de corteza de roble (Quercus
robur) y 50 g
de hojas de malva (Ma1va
sylvestris).
• Toques bucales
El aceite de almendras dulces es muy útil como suavizante, pero todavía es mejor añadir 100 cc. de este aceite a5 g de
aceites esenciales (de tomillo, geranio e hinojo a partes iguales). Los toques
en las aftas se hacen
con un pincelito, varias veces al día, hasta su total curación.
• Propóleo
Los toques con extractos o pastillas a base de propóleo son un buen remedio para estas afecciones, en las cuales no ejerce sólo una acción antibiótica, sino también regeneradora y cicatrizante.
• Tisanas
Las aftas bucales revelan en muchas ocasiones un bajón de nuestras defensas, por lo que no estará de más tomar unas tisanas (ahora para beber) de tipo depurativo. Una de estas tisanas puede elaborarse con la planta entera de pensamiento (Viola tricolor), raíz de saponaria (Saponaria officinalis) y raíz de zarzaparrilla (Smilax officinalís). Con tres cucharaditas de la mezcla a partes iguales de las tres plantas, prepara una decocción a fuego lento durante 5 minutos. Toma de tres a cuatro tazas al día, durante unos quince días (la duración del tratamiento será en función de los resultados obtenidos).
• Manzanilla
La manzanilla (Anthemis nobilis) es una excelente planta con acción antiinflamatoria. Si no queremos preparar una tisana compleja para gargarizar, podemos hacerla simplemente de manzanilla (a razón de 4-6 cucharaditas o bolsistas por taza). Puesto que la manzanilla tiene una gran cantidad de compuestos volátiles, la infusión se preparará al momento, ya que cualquier retraso en su aplicación hará que pierda sus propiedades medicinales.
En caso de sospecha de infección o de cronificación de las aftas, puedes preparar estas mismas tisanas para lavados y gargarismos, añadiendo media cucharada sopera de agua oxigenada por cada 300 cc. de infusión.
Pueden hacerse baños bucales cociendo en agua una mezcla de
• Toques bucales
El aceite de almendras dulces es muy útil como suavizante, pero todavía es mejor añadir 100 cc. de este aceite a
con un pincelito, varias veces al día, hasta su total curación.
• Propóleo
Los toques con extractos o pastillas a base de propóleo son un buen remedio para estas afecciones, en las cuales no ejerce sólo una acción antibiótica, sino también regeneradora y cicatrizante.
• Tisanas
Las aftas bucales revelan en muchas ocasiones un bajón de nuestras defensas, por lo que no estará de más tomar unas tisanas (ahora para beber) de tipo depurativo. Una de estas tisanas puede elaborarse con la planta entera de pensamiento (Viola tricolor), raíz de saponaria (Saponaria officinalis) y raíz de zarzaparrilla (Smilax officinalís). Con tres cucharaditas de la mezcla a partes iguales de las tres plantas, prepara una decocción a fuego lento durante 5 minutos. Toma de tres a cuatro tazas al día, durante unos quince días (la duración del tratamiento será en función de los resultados obtenidos).
• Manzanilla
La manzanilla (Anthemis nobilis) es una excelente planta con acción antiinflamatoria. Si no queremos preparar una tisana compleja para gargarizar, podemos hacerla simplemente de manzanilla (a razón de 4-6 cucharaditas o bolsistas por taza). Puesto que la manzanilla tiene una gran cantidad de compuestos volátiles, la infusión se preparará al momento, ya que cualquier retraso en su aplicación hará que pierda sus propiedades medicinales.
En caso de sospecha de infección o de cronificación de las aftas, puedes preparar estas mismas tisanas para lavados y gargarismos, añadiendo media cucharada sopera de agua oxigenada por cada 300 cc. de infusión.
Halitosis
Hay personas que habitualmente padecen halitosis o mal aliento, posiblemente por el hecho de que sus funciones digestivas y hepáticas no son las más correctas. Aunque el lavado de los dientes con un dentífrico es un elemento muy importante en el control de la halitosis, no lo es todo, ya que una alimentación incorrecta (el consumo habitual y excesivo de alimentos ricos en proteínas y en grasas estimula la halitosis) y evidentemente el hábito de fumar, son algunos de los factores importantes a controlar.
Tratamiento con fitoterapia
La predisposición
constitucional a la halitosis es muy difícil de controlar, por lo que el
tratamiento deberá actuar con preferencia sobre la digestión. • Tisanas
Un ejemplo de tisana depurativa-digestiva para el tratamiento de fondo de la halitosis es la formada por raíz de diente de león (Taraxacum dens-leonis), hojas de alcachofa (Cynara scolymus) y hojas de menta (Mentha piperita). Para prepararla, mezcla estas plantas a partes iguales, y dosifica una cucharadita por taza de infusión. Puedes tomarla después de las principales comidas.
• Lavados bucales
Los lavados bucales ejercen un efecto limpiador y desodorante. Puedes preparar uno con rizoma de tormentila (Potentilla tormentilla), frutos de eucalipto (Eucaliptus globulus) y hojas de menta (Mentha piperita). Coloca de cuatro a seis cucharaditas de la mezcla por taza, en una decocción de 5 minutos, dejando reposar otros tantos. Añade dos cucharaditas de agua oxigenada y realiza lavados bucales dos o tres veces al día, después de cepillarte los dientes. No sólo sirve para la halitosis, sino que controla la fortaleza de las encías.
• Pastillas
Existen en el mercado pastillas elaboradas con aceites esenciales, y otras hechas a base de clorofila, que parecen tener un efecto regulador del mal aliento. Las pastillas de clorofila parecen neutralizar ciertos procesos metabólicos digestivos que favorecen la aparición de la halitosis, mientras que las formadas a base de aceites esenciales, conservan el olor agradable de sus ingredientes, y por otra parte pueden tener un notable efecto antiséptico.
Cómo hacer un dentrífico en casa
Los
dentífricos pueden utilizarse en forma de pasta, polvo o decocción, y se aplican
con un cepillo de dientes, puesto que la fricción de las cerdas del cepillo es
la que en gran parte logra una limpieza más perfecta. Si tenemos los dientes amarillentos, podemos utilizar una fórmula recogida de un antiguo libro de plantas medicinales:
Ingredientes
- Polvo de semillas de anís verde (Pimpinella ar,s’
- Polvo de hojas de tomllo (Thymus vulgaris
- Carbón vegetal
Elaboración
Prepara media cucharadita de la mezcla a partes iguales de las plantas citadas y añádele un chorrito de jugo de limón. Coloca el preparado en el cepillo de cerdas suaves y fricciona los dientes.
Es conveniente que el polvo sea bien fino ya que en caso contrario y según a advertencia de algunos odontólogos, se corre el riesgo de rayar los dientes. El mismo poder abrasivo de la mezcla, que blanquea los dientes, puede ser moderadamente agresivo para el esmalte si se utiliza durante demasiado tiempo, es decir, durante más de dos meses o de forma regular.
En caso de sarro dentario, se puede utilizar una decocción muy concentrada de corteza de nogal (
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