Alimentación y prevención
Los alimentos blandos,
pasados en forma de puré o manipulados, estimulan la caries al producir un
menor estímulo mecánico de los dientes, lo cual deteriora su fortaleza.
Sin embargo, el factor más
importante en su aparición es el consumo de azúcares (en alimentos generalmente
blandos). El gusto dulce es agradable, antidepresivo, y no debe prohibirse de
forma talante. Algunos estudios recientes indican que posiblemente este amor
por lo dulce es casi un instinto de especie ligado a nuestras características
genéticas, y es que en los alimentos naturales, el dulce se asocia a las
mejores fuentes’ de energía.
Pero la industrialización de los alimentos y los cambios dietéticos modernos, con la aparición por ejemplo de los edulcorantes, han desvirtuado este deseo genético, haciéndolo nocivo en algunos casos. A pesar de todo, la capacidad cariogénica de los azúcares es un hecho ampliamente demostrado.
La problemática de los hidratos de carbono es su acción específica en la boca, ya que ratones de laboratorio a los cuales se les administraban azúcares por sonda no padecían más caries que los que tenían una alimentación más equilibrada. Por otra parte, personas con ciertas enfermedades como la diabetes o fructosemia, que no pueden ingerir azúcares o lo hacen en muy poca cantidad, tienen una tasa muy baja de caries dental.
Pero la industrialización de los alimentos y los cambios dietéticos modernos, con la aparición por ejemplo de los edulcorantes, han desvirtuado este deseo genético, haciéndolo nocivo en algunos casos. A pesar de todo, la capacidad cariogénica de los azúcares es un hecho ampliamente demostrado.
La problemática de los hidratos de carbono es su acción específica en la boca, ya que ratones de laboratorio a los cuales se les administraban azúcares por sonda no padecían más caries que los que tenían una alimentación más equilibrada. Por otra parte, personas con ciertas enfermedades como la diabetes o fructosemia, que no pueden ingerir azúcares o lo hacen en muy poca cantidad, tienen una tasa muy baja de caries dental.
Higiene bucal
La higiene bucal juega un
papel vital en el tratamiento y prevención de la caries y el cepil1ado
frecuente de los dientes es sin lugar a dudas uno de los elementos mas importantes,
por lo que éste se hará especialmente inmediatamente después de comer dulces
(los dulces en si no producen caries, sino su
permanencia en la
boca). Los dentríficos y los enjuagues con flúor se han remendado como preventivos de la caries, ya que el flúor estimula el crecimiento de la matriz ósea de los dientes (y del resto de huesos del cuerpo). A1gunos especulan, sin embargo, que aunque en estos casos hay menos caries paradójicamente los dientes sor más débiles, lo que sí está claro la causa de la caries no es la falta de flúor aunque su suplementación pueda reducir su incidencia.
Tratamiento con Fitoterapia
Las propiedades de las
plantas medicinales hacen de éstas un remedio natural para combatir la caries. • Cola de caballo
En personas con mucha caries se recomienda tomar cápsulas o polvo de cola de caballo (Equisetum arvense), ya que en las tisanas no podemos favorecernos de su altísimo contenido en ciertos compuestos minerales, puesto que éstos permanecen en el polvo de la planta y no se diluyen en el agua. Se recomienda tomar media cucharadita de polvo de cola de caballo o una o dos cápsulas diarias durante un buen tiempo, para prevenir el deterioro dental y aportar los nutrientes y elementos necesarios que se han perdido.
• Plantas antisépticas
Los enjuagues con plantas de acción antiséptica pueden ser también de interés, como sustituto de los mil y un colutorios bucales que podemos encontrar en el mercado.
Un ejemplo es el preparado elaborado con hojas de madroño (Arbutus unedo), corteza de hamamelis (Hamamelis virginiana), flores de caléndula (Calendula officinalis) y hojas de aliaria (Alliaria officinalis). Se colocan
Afecciones de la mucosa
En este apartado hablare de
las afecciones de las mucosas bucales que se extienden por la cara interna de
las mejillas, labios, mandíbula, lengua
y paladar, y que en términos médicos
corresponden a una estomatitis. Los lavados de boca y las gárgaras son aún uno de los mejores métodos de tratamiento de las afecciones de la delicada mucosa de la boca y de la faringe. Las gárgaras han sido muy desacreditadas, en especial porque su preparación exige un esfuerzo personal que no precisan las pastillas que podemos encontrar en cualquier farmacia. Los estudios clínicos afirman que las gárgaras son algo inútiles cuando el problema está situado en profundidad (por ejemplo, en la parte media y baja de la faringe), ya que el líquido no alcanza estas zonas, en cambio son excelentes para zonas más superficiales y accesibles.
• Mirra
La mirra es otra de las sustancias vegetales de interés en el tratamiento de las inflamaciones de la boca. De bíblico recuerdo, es un bien precioso y uno de los presentes que se ofreció a Jesucristo en el portal.
La mirra es la resma del denominado Comniphora mukul, un árbol de la zona del golfo de Adén y del Mar Rojo. Aunque existen diversas especies parecidas que dan mirras de calidad diferente, todas tienen en común su agradable olor.
La mirra se presenta en forma de bolitas o “lágrimas”, de color ámbar o marrón, de sabor amargo y áspero. La mirra tiene una larga reputación en el tratamiento de las úlceras de la boca y del cuerpo en general, de la faringitis, caries y gingivitis. Algunos colutorios bucales y dentífricos también la contienen. Una fórmula de gran utilidad para hacer enjuagues bucales consiste en una tisana de manzanilla a la cual se le añaden 50 gotas de tintura de mirra.
Aftas bucales
Prácticamente todo el mundo
ha tenido en alguna ocasión una afta bucal. En realidad se trata de una
estomatitis que se caracteriza por la presencia de vesículas redonditas
situadas encima de una mucosa enrojecida, vesículas que al reventar dejan una
úlcera de color amarillento, muy molesta e incluso dolorosa, especialmente
cuando se comen alimentos duros o excesivamente ácidos o salados. El control alimentario es vital para el buen desarrollo de las aftas. Alimentos excesivamente grasos, los productos de pastelería, el exceso de vino o alcohol, el café, los picantes o los quesos muy curados parecen entorpecer la cicatrización de las aftas, mientras que es recomendable la dieta con abundancia de frutas y verduras (un jugo demasiado ácido puede ocasionar molestias, pero aporta una gran cantidad de vitamina C y otros oligoelementos).
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