martes, 28 de julio de 2015

Caries, Afecciones bucales y su tratamieno con Fitoterapia: 2ª y última parte


Tratamiento con Fitoterapia
   Las propiedades de las plantas medicinales hacen de éstas un remedio natural para combatir la caries.
• Cola de caballo
  
En personas con mucha caries se recomienda tomar cápsulas o polvo de cola de caballo (Equisetum arvense), ya que en las tisanas no podemos favorecernos de su altísimo contenido en ciertos compuestos minerales, puesto que éstos permanecen en el polvo de la planta y no se diluyen en el agua. Se recomienda tomar media cucharadita de polvo de cola de caballo o una o dos cápsulas diarias durante un buen tiempo, para prevenir el deterioro dental y aportar los nutrientes y elementos necesarios que se han perdido.
• Plantas antisépticas
  
Los enjuagues con plantas de acción antiséptica pueden ser también de interés, como sustituto de los mil y un colutorios bucales que podemos encontrar en el mercado.
   Un ejemplo es el preparado elaborado con hojas de madroño (Arbutus unedo), corteza de hamamelis (Hamamelis virginiana), flores de caléndula (Calendula officinalis) y hojas de aliaria (Alliaria officinalis). Se colocan 30 g de la mezcla a partes iguales de estas plantas en 300 cc. de agua, en decocción a fuego lento durante 5 minutos. Posteriormente se hacen lavados bucales con este líquido, de manera que la decocción entre en contacto con los dientes durante un buen tiempo.


Afecciones de la mucosa
   En este apartado hablare de las afecciones de las mucosas bucales que se extienden por la cara interna de las mejillas, labios, mandíbula, lengua y paladar, y que en términos médicos corresponden a una estomatitis.
   Los lavados de boca y las gárgaras son aún uno de los mejores métodos de tratamiento de las afecciones de la delicada mucosa de la boca y de la faringe. Las gárgaras han sido muy desacreditadas, en especial porque su preparación exige un esfuerzo personal que no precisan las pastillas que podemos encontrar en cualquier farmacia. Los estudios clínicos afirman que las gárgaras son algo inútiles cuando el problema está situado en profundidad (por ejemplo, en la parte media y baja de la faringe), ya que el líquido no alcanza estas zonas, en cambio son excelentes para zonas más superficiales y accesibles.
• Mirra
  
La mirra es otra de las sustancias vegetales de interés en el tratamiento de las inflamaciones de la boca. De bíblico recuerdo, es un bien precioso y uno de los presentes que se ofreció a Jesucristo en el portal.
   La mirra es la resma del denominado Comniphora mukul, un árbol de la zona del golfo de Adén y del Mar Rojo. Aunque existen diversas especies parecidas que dan mirras de calidad diferente, todas tienen en común su agradable olor.
   La mirra se presenta en forma de bolitas o “lágrimas”, de color ámbar o marrón, de sabor amargo y áspero. La mirra tiene una larga reputación en el tratamiento de las úlceras de la boca y del cuerpo en general, de la faringitis, caries y gingivitis. Algunos colutorios bucales y dentífricos también la contienen. Una fórmula de gran utilidad para hacer enjuagues bucales consiste en una tisana de manzanilla a la cual se le añaden 50 gotas de tintura de mirra.


Aftas bucales
   Prácticamente todo el mundo ha tenido en alguna ocasión una afta bucal. En realidad se trata de una estomatitis que se caracteriza por la presencia de vesículas redonditas situadas encima de una mucosa enrojecida, vesículas que al reventar dejan una úlcera de color amarillento, muy molesta e incluso dolorosa, especialmente cuando se comen alimentos duros o excesivamente ácidos o salados.
   El control alimentario es vital para el buen desarrollo de las aftas. Alimentos excesivamente grasos, los productos de pastelería, el exceso de vino o alcohol, el café, los picantes o los quesos muy curados parecen entorpecer la cicatrización de las aftas, mientras que es recomendable la dieta con abundancia de frutas y verduras (un jugo demasiado ácido puede ocasionar molestias, pero aporta una gran cantidad de vitamina C y otros oligoelementos).


Tratamiento con Fitoterapia
• Baños bucales
   
Pueden hacerse baños bucales cociendo en agua una mezcla de 50 g de hojas de nogal (Juglans regia), 25 g de corteza de roble (Quercus robur) y 50 g de hojas de malva (Ma1va sylvestris).
• Toques bucales
  
El aceite de almendras dulces es muy útil como suavizante, pero todavía es mejor añadir 100 cc. de este aceite a 5 g de aceites esenciales (de tomillo, geranio e hinojo a partes iguales). Los toques en las aftas se hacen
con un pincelito, varias veces al día, hasta su total curación.
• Propóleo
  
Los toques con extractos o pastillas a base de propóleo son un buen remedio para estas afecciones, en las cuales no ejerce sólo una acción antibiótica, sino también regeneradora y cicatrizante.
• Tisanas
  
Las aftas bucales revelan en muchas ocasiones un bajón de nuestras defensas, por lo que no estará de más tomar unas tisanas (ahora para beber) de tipo depurativo. Una de estas tisanas puede elaborarse con la planta entera de pensamiento (Viola tricolor), raíz de saponaria (Saponaria officinalis) y raíz de zarzaparrilla (Smilax officinalís). Con tres cucharaditas de la mezcla a partes iguales de las tres plantas, prepara una decocción a fuego lento durante 5 minutos. Toma de tres a cuatro tazas al día, durante unos quince días (la duración del tratamiento será en función de los resultados obtenidos).
• Manzanilla
  
La manzanilla (Anthemis nobilis) es una excelente planta con acción antiinflamatoria. Si no queremos preparar una tisana compleja para gargarizar, podemos hacerla simplemente de manzanilla (a razón de 4-6 cucharaditas o bolsistas por taza). Puesto que la manzanilla tiene una gran cantidad de compuestos volátiles, la infusión se preparará al momento, ya que cualquier retraso en su aplicación hará que pierda sus propiedades medicinales.
   En caso de sospecha de infección o de cronificación de las aftas, puedes preparar estas mismas tisanas para lavados y gargarismos, añadiendo media cucharada sopera de agua oxigenada por cada 300 cc. de infusión.


Halitosis

   Hay personas que habitualmente padecen halitosis o mal aliento, posiblemente por el hecho de que sus funciones digestivas y hepáticas no son las más correctas. Aunque el lavado de los dientes con un dentífrico es un elemento muy importante en el control de la halitosis, no lo es todo, ya que una alimentación incorrecta (el consumo habitual y excesivo de alimentos ricos en proteínas y en grasas estimula la halitosis) y evidentemente el hábito de fumar, son algunos de los factores importantes a controlar.

Tratamiento con fitoterapia
   La predisposición constitucional a la halitosis es muy difícil de controlar, por lo que el tratamiento deberá actuar con preferencia sobre la digestión.
• Tisanas
  
Un ejemplo de tisana depurativa-digestiva para el tratamiento de fondo de la halitosis es la formada por raíz de diente de león (Taraxacum dens-leonis), hojas de alcachofa (Cynara scolymus) y hojas de menta (Mentha piperita). Para prepararla, mezcla estas plantas a partes iguales, y dosifica una cucharadita por taza de infusión.  Puedes tomarla después de las principales comidas.                                                                                                       

 • Lavados bucales
  
Los lavados bucales ejercen un efecto limpiador y desodorante. Puedes preparar uno con rizoma de tormentila (Potentilla tormentilla), frutos de eucalipto (Eucaliptus globulus) y hojas de menta (Mentha piperita). Coloca de cuatro a seis cucharaditas de la mezcla por taza, en una decocción de 5 minutos, dejando reposar otros tantos. Añade dos cucharaditas de agua oxigenada y realiza lavados bucales dos o tres veces al día, después de cepillarte los dientes. No sólo sirve para la halitosis, sino que controla la fortaleza de las encías.
• Pastillas
  
Existen en el mercado pastillas elaboradas con aceites esenciales, y otras hechas a base de clorofila, que parecen tener un efecto regulador del mal aliento. Las pastillas de clorofila parecen neutralizar ciertos procesos metabólicos digestivos que favorecen la aparición de la halitosis, mientras que las formadas a base de aceites esenciales, conservan el olor agradable de sus ingredientes, y por otra parte pueden tener un notable efecto antiséptico.


Cómo hacer un dentrífico en casa
   Los dentífricos pueden utilizarse en forma de pasta, polvo o decocción, y se aplican con un cepillo de dientes, puesto que la fricción de las cerdas del cepillo es la que en gran parte logra una limpieza más perfecta.
   Si tenemos los dientes amarillentos, podemos utilizar una fórmula recogida de un antiguo libro de plantas medicinales:
Ingredientes
- Polvo de semillas de anís verde (Pimpinella ar,s’
- Polvo de hojas de tomllo (Thymus vulgaris
- Carbón vegetal
Elaboración
  
Prepara media cucharadita de la mezcla a partes iguales de las plantas citadas y añádele un chorrito de jugo de limón. Coloca el preparado en el cepillo de cerdas suaves y fricciona los dientes.
   Es conveniente que el polvo sea bien fino ya que en caso contrario y según a advertencia de algunos odontólogos, se corre el riesgo de rayar los dientes. El mismo poder abrasivo de la mezcla, que blanquea los dientes, puede ser moderadamente agresivo para el esmalte si se utiliza durante demasiado tiempo, es decir, durante más de dos meses o de forma regular.
   En caso de sarro dentario, se puede utilizar una decocción muy concentrada de corteza de nogal (30 g por 150 cc. de agua hervida durante 10 minutos a fuego lento). Se recomienda hacer el lavado bucal dos veces al mes título preventivo.


 

 

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