Mantén sano
tu Cabello
Con
la llegada del otoño, la caída del cabello se convierte para muchos en un grave
problema.
Aunque esta caída es una fase más de la vida del pelo, se pueden
utilizar preparados naturales para prevenirla y conseguir que se mantenga sano
y bonito.
A lo largo de los tiempos el
cabello ha sido considerado como un precioso elemento de belleza humana. Para
los antiguos era emblema de majestad y poder, por lo que una hermosa cabellera
habitualmente se consagraba a una divinidad. En cuanto a la falta de cabello,
la calvicie se contemplaba como un signo de sabiduría. Hoy por hoy, el cabello sigue siendo un factor estético importante, que sufre metamorfosis según los cambios propios de su naturaleza, las modas y los gustos personales.
Otoño,
naturaleza y cabello
Una vez más, naturaleza y cuerpo humano
muestran parecidos asombrosos. Con la llegada del otoño, los árboles pierden
sus hojas y el cabello cae. ¿Se debe este fenómeno a una simple coincidencia,
ocurre por la vuelta a la rutina diaria o por una sintonía entre el cuerpo y
los ciclos de la naturaleza? Si bien los mamíferos sufren una muda de pelaje durante los cambios estacionales, para reducir o aumentar el pelo y mantener así su temperatura corporal, los científicos afirman que el hombre ha perdido esta función y que, por esto, nos ponemos o quitamos ropa según la temperatura del medio.
En el caso del cabello, se ha comprobado que sus ciclos normales pueden variar y modificarse en función de la temperatura, el clima y los alimentos propios de la estación.
Esto nos permite asegurar que el cabello y el vello corporal conservan la función de muda, aunque de forma mucho más sutil. Es por este motivo que el cabello puede caer más abundantemente en otoño.
Cuida tu pelo
Las alteraciones nerviosas
afectan de forma directa a la salud del pelo. Ante todo, pues, conviene
mantener la calma y cuidar el cabello con productos naturales que fortalezcan y protejan
sus ciclos y ritmos naturales, evitando las formulas mágicas que prometen
hacerlo crecer rápidamente. En el mercado de la cosmética capilar se ofrecen
predominantemente tratamientos estimulantes que a la larga aceleran y acoran las
fases y ciclos del pelo. Al principio parecen funcionar, pero luego el cabello
crece fino y se cae en poco tiempo. Este proceso es parecido a lo que sucede con los vegetales, cuando se les aplican abonos químicos, si bien es cierto que crecen rápido, también los es que tienen menos sabor y resistencia ¿Quien no ha comprobado alguna vez la gran diferencia que existe entre una tomatera cultivada respetando su ritmo biológico y otra de cultivo forzado?
Así mismo, determinados principios activos, como la testosterona, activan el crecimiento del pelo y provocan una leración del ciclo vital (cinco veces más rápida de lo norma). Como el folículo piloso está programado por la naturaleza para un ritmo determinado, su producción se agota pronto y, por consecuencia, el cabello nace fino, débil, sin fuerza y finalmente muere antes de tiempo. Lo mismo le sucede al deportista que consume azúcar blanco antes de la competición. El estimulo provocado agota las reservas energéticas y después de la es más difícil recuperarse, por lo que la musculatura sufre las consecuencias.
Para concebir fórmulas naturales efectivas para el cuidado del cabello es necesario conocer previamente las funciones y el proceso de vida al pelo.
Ciclos y ritmo del cabello
Durante la vida del cabello
se encuentran tres ciclos bien definidos.
Primera fase anágena o periodo de crecimiento
Esta fase de crecimiento dura
de dos a tres años. Una vez superada esta etapa, se dice que el pelo ha adquirido
su madurez. Entre un 80 y un 90% de nuestro cabello se encuentra en esta fase
Segunda fase o catágena
Es una fase de involución, un
período de transición, en el cual las células dejan de dividirse y de fabricar
pigmento y el crecimiento se paraliza debido a la pérdida de nutrición. Este período tiene una duración aproximada de dos o tres semanas pero después el cabello vuelve a crecer.
Tercera fase o telógena
La actividad folicular no es
continua. A un período de crecimiento le sigue un periodo de descanso y luego
el cabello degenera y cae. Esta fase dura aproximadamente entre tres y cuatro
meses. Cuando el cabello llega al final de este ciclo, se va separando
progresivamente de la papila y va siendo empujado hacia el exterior por un
nuevo pelo que se origina debajo del anterior. En condiciones normales, el 10 %
del pelo suele encontrarse en esta fase de reposo, lo que corresponde a una caída
de unos 100 cabellos al día. Pelo por pelo, este ciclo es individual y anárquico, menos en el momento del embarazo, ya que todo el cabello de la madre vive al mismo ritmo. El crecimiento máximo del cabello se sitúa entre los 15 y los 30 años, mientras que a partir de los 50 el pelo crece muy poco.
Cada cuatro o cinco años se produce la muda más intensa de pelo. Debido a esto, hay épocas en que nos podemos asombrar de la cantidad de cabellos que caen. Es un fenómeno normal, y si se acoge con tranquilidad y sin angustia, a los seis meses más o menos se observa que el cabello se ha renovado y ha crecido nuevo pelo. En este período es aconsejable cuidar mejor que nunca el cuero cabelludo, para que los nuevos cabellos nazcan con fuerza y se desarrollen siguiendo sus fases correspondientes.
Perjudican al
cabello...
Aunque son muchas las causas que contribuyen
a la caída del cabello, y cada una de ellas precisa un diagnóstico y tratamiento
específico, citaré las más importantes.
+ Traumatismos en el cuero cabelludo.
+ Adelgazamientos excesivos.
+ Excesivas aplicaciones de cosméticos.
+ Trastornos metabólicos (diabetes).
+ Anemia por falta de hierro.
+ Micosis (hongos).
+ Trauma psíquico.
+ Infecciones.
+ Desarreglos hormonales.
+ Alteraciones de origen terapéutico.
+ Adelgazamientos excesivos.
+ Excesivas aplicaciones de cosméticos.
+ Trastornos metabólicos (diabetes).
+ Anemia por falta de hierro.
+ Micosis (hongos).
+ Trauma psíquico.
+ Infecciones.
+ Desarreglos hormonales.
+ Alteraciones de origen terapéutico.
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