Aftas bucales
Prácticamente todo el mundo
ha tenido en alguna ocasión una afta bucal. En realidad se trata de una
estomatitis que se caracteriza por la presencia de vesículas redonditas
situadas encima de una mucosa enrojecida, vesículas que al reventar dejan una
úlcera de color amarillento, muy molesta e incluso dolorosa, especialmente
cuando se comen alimentos duros o excesivamente ácidos o salados. El control alimentario es vital para el buen desarrollo de las aftas. Alimentos excesivamente grasos, los productos de pastelería, el exceso de vino o alcohol, el café, los picantes o los quesos muy curados parecen entorpecer la cicatrización de las aftas, mientras que es recomendable la dieta con abundancia de frutas y verduras (un jugo demasiado ácido puede ocasionar molestias, pero aporta una gran cantidad de vitamina C y otros oligoelementos).
Tratamiento con Fitoterapia
• Baños bucales Pueden hacerse baños bucales cociendo en agua una mezcla de
• Toques bucales
El aceite de almendras dulces es muy útil como suavizante, pero todavía es mejor añadir 100 cc. de este aceite a
con un pincelito, varias veces al día, hasta su total curación.
• Propóleo
Los toques con extractos o pastillas a base de propóleo son un buen remedio para estas afecciones, en las cuales no ejerce sólo una acción antibiótica, sino también regeneradora y cicatrizante.
• Tisanas
Las aftas bucales revelan en muchas ocasiones un bajón de nuestras defensas, por lo que no estará de más tomar unas tisanas (ahora para beber) de tipo depurativo. Una de estas tisanas puede elaborarse con la planta entera de pensamiento (Viola tricolor), raíz de saponaria (Saponaria officinalis) y raíz de zarzaparrilla (Smilax officinalís). Con tres cucharaditas de la mezcla a partes iguales de las tres plantas, prepara una decocción a fuego lento durante 5 minutos. Toma de tres a cuatro tazas al día, durante unos quince días (la duración del tratamiento será en función de los resultados obtenidos).
• Manzanilla
La manzanilla (Anthemis nobilis) es una excelente planta con acción antiinflamatoria. Si no queremos preparar una tisana compleja para gargarizar, podemos hacerla simplemente de manzanilla (a razón de 4-6 cucharaditas o bolsistas por taza). Puesto que la manzanilla tiene una gran cantidad de compuestos volátiles, la infusión se preparará al momento, ya que cualquier retraso en su aplicación hará que pierda sus propiedades medicinales.
En caso de sospecha de infección o de cronificación de las aftas, puedes preparar estas mismas tisanas para lavados y gargarismos, añadiendo media cucharada sopera de agua oxigenada por cada 300 cc. de infusión.
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