lunes, 23 de mayo de 2016

Estrés; La solución en tus manos, 1ª parte


Una cierta dosis de estrés proporciona retos y estímulos para hacer frente a nuestra vida cotidiana y también al propio estrés.                                                                                                                           Los problemas surgen cuando éste rebasa nuestra capacidad de enfrentarnos a él, ocasionando tensiones que exceden a las limitaciones normales.
Aprender a disfrutar de las cosas que nos llenan interiormente es un paso importante que hay que dar para lograr estar bien con uno mismo y con la vida.
10 Pautas para combatirlo

* Analiza tu forma de vivir y mentalízate para cambiar aquello que no te guste de ella,
* Relativiza los problemas e intenta valorar su importancia real.
* Intenta disfrutar al máximo de todo aquello que te llena interiormente.
* Practica ejercicios de relajación.                                                                                                                                                * Evita aceptar más trabajo del que puedas hacer y aprende a decir "no”.                                           * Respira profundamente cuando empieces a sentir que la angustia te está venciendo.
* Dedica más tiempo a tus aficiones actividades preferidas.                                                                                                                                                 * Revi
sa tu dieta: debe ser completa y debe incluir el aporte necesario de hidratos de carbono, proteínas, grasas y minerales.
* Reserva cada día unas horas para la práctica de ejercicio (andar, correr, nadar...)
* Toma un baño de agua caliente antes de acostarte.

   Establecer el límite de sobrecarga al estrés resulta un tanto difícil, la respuesta a su acción es cada vez más dura, más marcada, siendo el resultado una aparente mejora en su capacidad y eficiencia. El “crac”, el desmoronamiento puede llegar finalmente, haciendo que la persona sucumba bruscamente ante el estado de fatiga.
   A largo plazo el estrés provoca debilitamiento tanto físico como mental y, bajo su efecto, se produce en el cuerpo un aumento de adrenalina, noradrenalina y corticosteroides. Estos aumentos hormonales provocan tensiones musculares, cefaleas, migrañas, etc., entre otros problemas, cuya solución se halla en el campo de la medicina y la psicología.


Niveles de tolerancia al estrés

   Las causas que pueden originar el estrés dependen de ciertos factores relacionados con problemas laborales, económicos, emocionales, etc.
   Cada vez que se presenta una situación crítica, el organismo permanece alerta hasta que desaparece el peligro. Situaciones habituales como llegar tarde al trabajo, a una cita o encontrarse en medio de un atasco de tránsito, forman parte de las tensiones a las que estamos sujetos con tanta frecuencia que pasan desapercibidas.
   No obstante, los efectos son acumulativos y la tensión derivada incide a corto o largo plazo sobre la presión arterial, el corazón, etc. Precisamente la capacidad de hacer frente a estas situaciones es la que depende del nivel de tolerancia al es
trés, que varía de unas personas a otras. Mientras unas son capaces de mantener un estilo de vida estresante o se adaptan con facilidad al mismo, otras en cambio, caen rápidamente en ciertas enfermedades relacionadas con él.

Masajes para relajarte
    El masaje relajante es una de las mejores terapias para tratar el estrés, especialmente si en el aceite o crema empleados se añaden unas gotas de aceites aromáticos de manzanilla, lavanda, geranio, ciprés, enebro o salvia.
   Los movimientos deben aplicarse sobre los grupos musculares que presenten tensión, a menudo en el cuello, tercio superior de la espalda, cabeza, cara y la zona de los ojos. También se tratará el resto de la espalda hasta la zona lumbar, para obtener el mayor grado de relajación posible.


Paso a paso
   Todas las manipulaciones que se describen a continuación se realizan por orden, en primer lugar con la persona acostada sobre el abdomen (tumbada boca abajo), siguiendo las especificaciones indicadas. A continuación se efectuarán los mismos movimientos con la persona acostada sobre la espalda (boca arriba).
   Es aconsejable intercalar este tipo de masaje practicado sobre zonas muy concretas, con sesiones de masaje corporal completo, cuya periodicidad deberá decidir el terapeuta según sea el estado de la persona.


 

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