sábado, 26 de septiembre de 2015

Depuración orgánica con plantas medicinales: 2ª parte


DESINTOXICACIÓN POR LA DIETA
   Nuestro cuerpo es una máquina biológica perfecta, en la que cada órgano posee una determina función, estando todas ellas relacionadas entre sí. Así, el aparato digestivo es el encargado de suministrar la energía necesaria para la vida de todas las células, y de aportar los elementos que se utilizarán en su continua renovación.
   A menudo, en nuestro medio y en relación a la alimentación, se suele olvidar que nos formamos a través de lo que comemos, al menos desde un punto de vista biológico. Tanto es así, que debido a hábitos alimenticios erróneos, derivados de la educación, la falta de tiempo, o simplemente la desinformación, podemos llegar a estados de intoxicación orgánica muy importantes, que pueden desembocar en enfermedades, o cuando menos restarnos capacidades en cuanto a nuestras funciones biológicas.
   Por ello, es conveniente efectuar de vez en cuando un proceso de desintoxicación por medio de dietas especiales que contengan cantidades más reducidas de calorías, y alimentos que favorezcan una depuración orgánica.


REGLAS DIETÉTICAS GENERALES
- Dieta exenta de grasas, embutidos, derivados lácteos grasos, repostería, dulces, conservas, especias y condimentos fuertes.
- Tomar leche y derivados descremados, o como sustituto lácteo: la leche de soja.
- Reducir la ingesta de estimulantes como el café, el té y el alcohol.
- Reducir o eliminar la sal.
- Eliminar las frituras, que contienen gran cantidad de sustancias tóxicas provenientes del calentamiento de los aceites vegetales inestables.
- Aumentar el consumo de productos ricos en fibra:
+ fruta (con piel), zumos y mermeladas naturales + cereales completos, arroz integral, harinas integrales + pan y galletas integrales + verduras y hortalizas (espinacas, judías tiernas, lechuga, zanahoria...) + legumbres (garbanzos, lentejas, judías, fréjoles...) + frutos secos (avellanas, almendras, ciruelas, higos...). 
                                   
- Beber abundante agua entre comidas (mínimo 2 litros/día).
- Tomar al levantarse un vaso de agua con limón.
- La alimentación que se realice ha de suministrar un aporte de proteínas, grasas, hidratos de carbono, fibras, vitaminas y sales minerales adecuado, para ello lo mejor es que sea lo más variada posible.
- Comer regularmente hortalizas depurativas: acelgas, zanahoria, col, lechuga, diente de león, apio, espinacas, rábanos... y en cuanto a la fruta, tomar preferentemente uva, manzana, arándano y zumo de limón por la mañana.


SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS
   Determinadas sustancias vegetales se utilizan como complemento de la alimentación, con el fin de aportar diversos compuestos que pueden resultar vitales, tanto para el individuo sano como para combatir estados carenciales o enfermedades.
   Actúan como verdaderos medicamentos, aunque se les conozca como suplementos alimentarios y estén más ligados a un concepto dietético.
+ Lecitina de soja.
   Es un compuesto presente en la mayor parte de las células tanto del reino animal como vegetal, principalmente en la yema de huevo, la leche, las leguminosas y ciertos aceites vegetales.
   La lecitina de soja se obtiene del germen del grano de la soja.
   En su composición destaca un elevado contenido en proteínas, grasas vegetales y fosfolípidos. Estos últimos son los que favorecen la emulsión de las grasas facilitando su digestión y evitando la formación de placas grasas en las paredes de los vasos sanguíneos.
   Aporta fósforo orgánico en forma directamente asimilable, facilitando el trabajo intelectual y ayudando a la fijación del calcio en los huesos. Es un reactivador de las funciones celulares, produciendo un rejuvenecimiento orgánico.
+ Ajo deshidratado.
  
El ajo es una planta bulbosa procedente del Asia Central, utilizada desde la antigüedad por sus propiedades curativas, debidas principalmente a un aceite sulfurado y a la alicina, sustancia parecida a la penicilina, a la que debe su poder antibiótico.
   Es rico en vitaminas del grupo B y C, además del calcio, el fósforo y el hierro. En forma deshidratada se garantiza su conservación y evita el olor característico.
   Actúa como antiflatulento, favoreciendo la secreción digestiva. Es útil en las enfermedades respiratorias y reumáticas, así como para combatir los parásitos intestinales. Aumenta la secreción biliar y disminuye la tensión arterial sobre el sistema circulatorio. Es diurético y previene la arteriosclerosis.
+ Fibras vegetales.
  
En la actualidad, debido a la alimentación altamente refinada, la cantidad de fibras ingeridas en la dieta es mínima, con lo que en Europa se ha pasado de 100 gr. al día a principios de siglo, a menos de 20 gr. al día en la actualidad.
   Esto trae consigo numerosos problemas y enfermedades como obesidad, estreñimiento, diabetes, colesterol, cáncer de intestino grueso..., enfermedades todas ellas desconocidas en zonas donde la dieta con residuos de fibra es muy abundante.
   Las fibras son sustancias derivadas de la pectina, las celulosas, la goma guar, el salvado de trigo y otros cereales, glucomanano...
   Actúan principalmente a dos nieles: en el estómago, y en contacto con los líquidos se hinchan, lo que da una sensación de plenitud y saciedad, por lo que se emplean como medida de apoyo en la obesidad, en el intestino actúan como laxante mecánico, incrementando el bolo fecal, y en consecuencia aumentando el tránsito, lo que actúa contra el estreñimiento e impide la absorción de determinadas sustancias tóxicas de la alimentación.
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+ Germen de trigo.
  
Es la parte central germinativa del cereal, que se elimina en el proceso de fabricación de la harina para evitar su enranciamiento.
   Contiene una serie de principios inmediatos muy útiles para el organismo, entre los que se encuentra un alto contenido en proteínas, tres veces superior al de la carne y el pescado.
   Es rico en aminoácidos esenciales y en una proporción similar a las exigencias de nuestro organismo, también es muy rico en vitaminas E
(tocoferol), que impide la oxidación celular, previniendo su envejecimiento.
   Contiene ácidos grasos esenciales, principalmente ácido linoleico y linolénico, sustancias que el organismo no puede sintetizar y que juegan un papel importante en el crecimiento y el mantenimiento de la piel, así como en la prevención en el acumulo del colesterol.
   Está recomendado en períodos de convalecencia, y es muy apropiado para personas que requieren un aporte suplementario de proteínas, como mujeres embarazadas, deportistas, personas realizando regímenes de adelgazamiento, y también como coadyuvante en alteraciones de la piel, como dermatitis, descamación, estrías o úlceras cutáneas.
+ Levadura de cerveza.
  
Es un grupo especial de hongos microscópicos que tienen la propiedad de producir la fermentación alcohólica de la malta.
   Contiene un porcentaje elevado de aminoácidos esenciales, que no podemos sintetizar y deben de ser administrados por la dieta, los cuales actúan en todo el organismo y particularmente sobre los glóbulos rojos y los factores de la inmunidad. Su elevado contenido en vitaminas del grupo B, la hacen muy indicada para la nutrición del sistema nervioso y como factor de crecimiento. La vitamina B2 es muy importante para los trastornos de la piel, uñas y mucosas.
   Otra propiedad importante es la de favorecer la evacuación intestinal, combatiendo las fermentaciones y constituyendo un depurativo excelente.
+ Polen.
  
Es un producto de secreción de los órganos masculinos de las plantas en su etapa de floración. Materia prima en la elaboración de la miel por las abejas. Sus gránulos esféricos y microscópicos cambian de color según la flor de procedencia, aunque generalmente su color está entre el amarillo y marrón. En su composición se encuentran abundantes minerales, aminoácidos, vitaminas, hidratos de carbono y lípidos complejos.
   Sus efectos beneficiosos se pueden percibir en el aumento del apetito, las facultades intelectuales y la resistencia a la fatiga.
  Aumenta la hemoglobina y la tasa de glóbulos rojos en la sangre.  Favorece el crecimiento en la etapa infantil, y en personas de edad avanzada produce una reacción de rejuvenecimiento y mejora del tono vital. Normaliza la función del intestino grueso en estreñimiento crónico y enteritis. Ayuda a la cicatrización de heridas y úlceras.
   La depuración es algo inherente a la propia evolución natural de nuestro organismo, ya que nuestra vida y desarrollo sigue unos pasos dictados por la propia naturaleza, y en cada momento debemos adaptarnos a los cambios producidos en nuestro organismo, eliminando sustancias tóxicas y renovando nuestros tejidos.

 

 

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