viernes, 28 de octubre de 2016

Medicina precolombiana, 4ª parte


Al final de periodo clásico, en el área yucateca se identifica al Dios maya de la medicina: Sacal Puc, dios de los yerbateros. Los remedios de estos, aparecen recogidos en los libros de los Chilam Balam sacerdotes depositarios de crónicas
Mayas
    La medicina maya evolucionó profundamente integrada con las ideas que sobre los fenómenos de la naturaleza desarrollaron los Mayas desde 3000 a. de C. Entre los dioses mayas, ya hacia el final del período clásico, en el área yucateca se identifica el dios de la medicina Sacal Puc, dios de los yerbateros.
   La gran tradición terapéutica de los Mayas fueron sus yerbateros, cuyos remedios aparecen recogidos en los libros de los chilam balam, sacerdotes depositarios de crónicas. El más importante de ellos por su contenido botánico medicinal es el de lxil. Ralph L. Roys (1931) ha reunido más de 400 recetas mayas para diferentes enfermedades con las indicaciones para recoger las hierbas que las componen, modo de prepararlas e indicaciones terapéuticas. Tenían los Mayas un concepto numérico de la diferente actividad de las drogas en el hombre y la mujer, pues el hombre, por lo general, debía seguir el tratamiento trece días, mientras que la mujer sólo nueve. Según Roys (1931), algunas de las indicaciones de los remedios parecen seguir una idea de curar con los semejantes, pues para una erupción de la piel parecida a la picadura de avispas aplicaban nidos de avispas aplastados, ciertas lianas serpenteantes estaban indicadas en la mordedura de serpientes, frutos amarillos para la ictericia. De aquel enorme número de material medicinal, sólo dos parecen haber sobrevivido en las farmacopeas, el xanav mucuy, Euphorbia hirga y el chacab, Bursera simaruba.


Taínos
   La población precolombina de las Antillas fue resultado de migraciones repetidas del área caribeña de América del Sur principalmente.
   Las costumbres de los Taínos y sus prácticas médicas fueron estudiadas desde bien temprano con método, debido a que Cristóbal Colón pidió a Ramón Pané que escribiera una relación sobre ellas (1496), que después fue utilizada por Martire d’Angh lera (1516) y otros cronistas.
   Los adultos se untaban el cuerpo con las semillas de bija, Bixa orellana, que les daba un color cobrizo y a la vez les protegía de los mosquitos. El suicidio estaba aceptado socialmente, y utilizaban con tal fin el hien, líquido obtenido al prensar la yuca rayada que contiene ácido cianhídrico. La enfermedad de los Taínos que más interesó a los cronistas americanos fue las bubas o frambesia tropical, que tradicionalmente fue considerada como sífilis venérea. Fernández de Oviedo (1535) dijo que los bohitío, como eran llamados los curanderos “...eran grandes hervolarios e tenían conoscidas las propiedades de muchos árboles e plantas e hiervas, e como sanaban a muchos con tal arte, teníanlos en gran veneración e acatamiento, como a sanctos”. Esta observación, que repiten los cronistas de otras culturas americanas, indica que paralelamente a las ceremonias mágicas, el tratamiento de las enfermedades incluía la administración de drogas, en su mayoría de origen vegetal. Los Taínos mencionan el guayacan, Guaiacum officinale o palo santo, y el cocimiento de sus virutas, que era utilizado en las bubas, y el manzanillo, Jatropa multiphida, del que se utilizaban sus avellanas como purgante.
   Dice Bartolomé de Las Casas (1547), al referirse a las indias Taínas, que si se enojaban los maridos al conocer que estaban embarazadas ‘... fácilmente con ciertas hierbas y zumos, abortan echando muertas las criaturas”; más adelante añade que eran muchas las madres que morían en Santo Domingo por abortar con el hien.


 

 

 

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