miércoles, 12 de octubre de 2016

¿Piernas cansadas? Soluciones naturales, 1ª parte


Sensación de pesadez, cansancio, hormigueo, calambres, hinchazón, varices, edemas.., son trastornos que con frecuencia afectan a nuestras piernas y que se pueden tratar de modo natural con la ayuda de la fitoterapia, homeopatía, hidroterapia, aromaterapia
y reflexología podal.
   Debido a cuestiones hormonales que afectan especialmente a la circulación sanguínea, la mujer es más propensa a sufrir problemas en las piernas que el hombre. Tal es así, que dos de cada tres mujeres padecen de piernas cansadas, pesadez, dolor, circulación deficiente, hormigueo, calambres, varices o úlceras varicosas.
   Entre los factores que pueden influir negativamente en la salud de las piernas, además del sistema hormonal, destacan los malos hábitos, una alimentación inadecuada, el sedentarismo y los hábitos posturales, el calor veraniego y, en las mujeres, el llevar prendas excesivamente ajustadas que compriman la circulación o los zapatos con elevado tacón. Algunos de los trastornos derivados son los siguientes:

Hábitos aconsejables en verano
* Utiliza zapatos cómodos y de tacón medio.
* Toma duchas alternas de agua fría y tibia.
* Evita los ascensores y subir por las escaleras
* Practica ejercicios que favorezcan la circulación sanguínea, como el yoga natación, ciclismo y marcha. También es muy recomendable andar descalzado por la playa.
* Eleva las piernas varias veces al día para favorecer la circulación de retorno, sobre todo si permaneces mucho tiempo de pie o sentada/o en la misma posición.
* Mantén un peso corporal adecuado.

Varices
  
Los músculos de las piernas, al contraerse, abren las distintas válvulas superiores y cierran las válvulas inferiores que contienen las venas (éstas son responsables de que la sangre ascienda por las piernas hacia el
corazón e impiden su descenso).
   Cuando estas válvulas no funcionan correctamente se produce un estancamiento de la sangre que ocasiona la dilatación de las venas superficiales (varices), así como una filtración de agua de los capilares a los tejidos, lo
que produce un edema o inflamación.
Edema
  
Se trata de una acumulación excesiva de líquido en el espacio que hay entre las células de los tejidos.
   Las causas pueden ser varias, entre ellas los trastornos hormonales, la presión osmótica de la sangre, el contenido de sodio de los tejidos, el aumento de la permeabilidad de los vasos capilares o el funcionamiento anómalo del riñón.
   Debido a su alto contenido en yodo, las algas son recomendables, así como una dieta baja en sal y un buen drenaje.
Úlceras varicosas
   Estas úlceras o llagas están relacionadas con trastornos circulatorios y de nutrición de la piel, y se forman con facilidad debido a un leve traumatismo o a una pequeña infección, sobre todo en el tercio inferior de las piernas, donde la piel es más fina, brillante y seca.
   Además de guardar reposo e intentar mejorar la circulación, entre las medidas naturales para curarlas se pueden aplicar cataplasmas de arcilla con agua de consuelda o de papilla de hojas de llantén fresco, o compresas de cocimiento de corteza de encina.
Calambres o espasmos
   Los calambres o espasmos que se dan en las piernas se deben a la contractura involuntaria y dolorosa de un músculo o de un grupo muscular. Se localizan sobre todo en la pantorrilla y se producen a causa del frío, tras un esfuerzo, la deshidratación excesiva del músculo o a partir de la pérdida importante de sales.
   También existen los calambres llamados “profesionales”, que aparecen como consecuencia de un esfuerzo continuo y prolongado. Los ciclistas, bailarines, futbolistas.., los suelen padecer en las pantorrillas.
   Aunque el calambre tiende a remitir de forma espontánea al cabo de pocos minutos, se puede aliviar con un masaje y aplicando calor seco.                                                                                                                           
Hormigueo
  
El hormigueo acostumbra a sobrevenir cuando mantenemos durante mucho tiempo un miembro en una posición que impide la correcta circulación sanguínea, pero también puede ser debido a enfermedades del sistema nervioso o a diversas patologías.
   Si la persona pasa mucho tiempo sentada o en el coche es preciso que se levante y de pequeños paseos para restablecer el ritmo normal de la circulación. Hay que estar alerta si además del entumecimiento y hormigueo hay dolor y sensación de calor y frío, puesto que podría tratarse de otras afecciones que sobrevienen por una combinación de un sobreesfuerzo, por una dieta deficiente, una mala postura o por exceso de peso.
Inflamaciones locales
  
Las inflamaciones, sobre todo de rodillas y tobillos, se producen por exceso de ácido úrico que se deposita en las articulaciones.
Pesadez y cansancio
  
El calor y las posturas inadecuadas, que impiden que la circulación de retorno funcione con normalidad, son los responsables de la sensación de cansancio y pesadez de piernas. Se consigue una mejoría notable con un poco de reposo y colocando las piernas en alto, así como aplicando sobre ellas duchas de agua fría y caliente (alternadas).
Enrojecimiento y palidez
   Cuando la extremidad presenta un color pálido al ser levantada y enrojece al ser bajada, indica la existencia de una obstrucción arterial.

 

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