lunes, 26 de septiembre de 2016

Ojos: Cuidados especiales en verano, 2ª parte


Efectos de los rayos solares
   Sin la adecuada protección, una exposición prolongada o excesiva a la luz solar intensa, además de resultar muy molesta y causar deslumbramiento, puede producir efectos nocivos en los tejidos oculares. Estas lesiones se manifiestan desde un leve enrojecimiento de la conjuntiva hasta la deshidratación de la mucosa ocular. La opacidad del cristalino puede verse afectada y, en casos más graves, hasta puede producirse un daño irreversible en la retina.
   Tanto la luz natural como la artificial generan con facilidad los destructivos radicales superóxidos, responsables de que el cristalino vaya perdiendo su transparencia, favoreciendo por tanto la aparición de cataratas.
   En lo que respecta a la retina, su sensibilidad a los rayos solares -sobre todo a los nocivos rayos ultravioleta- hace posible que una exposición intensa, aunque sea de corta duración, produzca efectos nefastos. Si la lesión se localiza en la zona central (fóvea), se corre el peligro de perder casi por completo la agudeza visual.
   A partir de estas observaciones puede entenderse la necesidad de utilizar gafas de sol con filtros de protección. Estos forman una barrera eficaz contra las radiaciones solares de excesiva intensidad, así como a las longitudes de onda corta de los rayos ultravioleta e infrarrojos.
   Cuando se protege el sistema retinario fotópico (diurno) de las excesivas radiaciones, al mismo tiempo se crea una defensa para el sistema retinario escotópico (nocturno), permitiendo la visibilidad en condiciones de mínima iluminación. En pocas palabras, cuando durante el día se utiliza protección frente a las radiaciones de sol intensas, la visión nocturna experimenta una notable mejoría.


   A la hora de elegir unas gafas de sol, no sólo priman los condicionantes estéticos y las modas. Es imprescindible tener en cuenta otros factores de vital importancia, como la protección frente a los rayos ultravioletas e infrarrojos, el índice de atenuación óptica y el color de las lentes.
   Según la normativa de la CE al respecto, unas gafas adecuadas nunca deben cambiar la visión de los cuatro colores fundamentales (azul, rojo, amarillo y verde) y han de absorber el paso de rayos ultravioletas e infrarrojos en una proporción alta, media o baja, que se detallará en la etiqueta adjunta.
Importancia del color
  La elección del color de las gafas de sol depende de la sensación cromática del usuario, así como los posibles efectos de la vista.
• El verde es uno de los colores más utilizados, sobre todo por las personas hipermétropes. La capacidad de absorción de la banda de los infrarrojos y de la del ultravioleta es media, no obstante, hay que tener en cuenta que algunos tonos de verdes atenúan en exceso los colores rojos.
• El marrón es el color preferido por las personas que tienen miopía. Reduce la transmisión en la gama de los azules y aumenta los contrastes. Posee diferentes porcentajes de absorción.
• El amarillo es muy utilizado en la práctica de deportes. Produce un efecto de mayor luminosidad y merma la transmisión de los azules.
• El rosa apenas se usa, aunque es ideal para trabajos de escritorio, ya que constituye una eficaz barrera contra las radiaciones ultravioletas.
• El gris es sin duda el color más utilizado. Al ser neutro permite una transmisión uniforme del espectro visible, por lo tanto los colores se ven en su estado natural.


La elección de las gafas de Sol
Índice de atenuación óptica
    Existe una amplia gama de lentes que van desde los muy claros a los que son muy oscuros.
• Prácticamente incoloras: Los filtros apenas tienen color.
• Muy claras: Los filtros son ligeros.
• Medias: Son las lentes más utilizadas, por su diversidad de aplicaciones.
• Oscuras: Se utilizan en condiciones de luz muy intensa (zonas nevadas o desérticas, países tropicales).
• Muy oscuras: Su uso se limita a condiciones de luminosidad extrema.


1 Aplicación en alteraciones o enfermedades oculares
Tomo por vía interna (Infusiones, extractos, tinturas…)
ÁRNICA (Arnica montana)
Familia: Compositae (Asteráceas).
Parte utilizada: Flor y ocasionalmente las raíces.
Acción: Antiinflamatoria, astringente. Mejora de la microcirculación. También es antibiótica y antifúngica.
Indicaciones: Hematomas, derrame vascular, inflamación conjuntival, traumatismos.
   El Árnica debe emplearse en forma muy diluida, ya que en dosis altas puede ser tóxica. Lo adecuado serían 5g por litro de infusión o 10 gotas de TM (1:10).
AGRACEJO (Berberís vulgaris)
Familia: Berberidaceae.
Parte utilizada: Corteza de raíz, hojas y frutos.
Acción: Actúa a nivel del metabolismo por su acción digestiva y antiespasmódica. Es espasmolítica, hipo- tensora y mejora la función hepática. Sus frutos son ligeramente laxantes.
Indicaciones: Se utiliza asociado a otras plantas de tipo drenador como a zarzaparrilla o la vara de oro, y ejerce una acción descongestiva y desintoxicante sobre aquellos organismos con tendencia a conjuntivitis de tipo tóxico-metabólico.                                                                                                                                           

BARDANA (Arctium lappa)
Familia: Compositae (Asteráceas).
Parte utilizada: Raíz, hojas y frutos.
Acción: Antibacteriana antifúngica, astringente y cicatrizante, colerética y diurética (que ayuda a la eliminación de toxinas).
Indicaciones: Conjuntivitis con edema, infecciones (furunculosis, absceso, orzuelo (forúnculo pequeño que nace en el borde de los párpados) y heridas.
CALENDULA (Ca1endu1a officinalis)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                          
Parte utilizada: Flor.
Acción: Analgésico-antiinflamatorio, antiséptico, cicatrizante, antibiótico y fungicida.
Indicaciones: Conjuntivitis con dolor y lesión superficial que puede llegar hasta la ulceración corneal, furunculosis y abscesos.                                                                                                                                              

COLA DE CABALLO (Equisetum arvense)
Familia: Equisetáceas.
Parte utilizada: Tallos estériles.
Acción: Regenerador del tejido conjuntivo, remineralizante, hemostático (contiene la hemorragia), cicatrizante, antiedematoso y antiinflamatorio.
Indicaciones: Conjuntivitis, edemas subpalpebral (bajo los párpados), herida corneal y sufusiones hemorrágicas de causa vascular o traumática.
EQUINACEA (Equinacea angustifolia)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                                 
Parte utilizada: Raíz.
Acción: Antiinflamatoria, antiinfecciosa, inmunopotenciadora, cicatrizante y antiviral.
Indicaciones: Abscesos, furunculosis, heridas, inflamación con tendencia a la infección (supuración), conjuntivitis vírica, orzuelos y toma prolongada de antibióticos.
HAMAMELIS (Harnmainelis virginiana)
Familia: Hamamelidaceae.
Parte utilizada: Hojas y ocasionalmente la corteza.
Acción: Astringente, cicatrizante, hemostática, venotónica, protectora capilar y bactericida.
Indicaciones: Congestión venosa, eritema, prurito, hemorragia capilar e inyección conjuntival.
MANZANILLA (Matricaria chamomilla)
Familia: Compositae (Asteráceas).                                                                                                                             
Parte utilizada: Capítulos florales.
Acción: Importante acción antiinflamatoria, vulneraria, antiséptica, antimicrobiana y espasmolítica. Es muy recomendable como sedante.
Indicaciones: Conjuntivitis, eczemas, heridas oculares, contusiones e inflamación local.                                
MYRISTICA (Myristica sebifera)
Familia: Myristicaceae.
Parte utilizada: Savia roja de la corteza.                                                                                                                 
Acción: Antiinflamatoria, antiinfecciosa y descongestiva de tipo linfático.
Indicaciones: Procesos inflamatorios con tendencia a la infección (flemón, absceso, orzuelo). Se usa con frecuencia como preparación homeopática a dosis decimales (D3-D6).                                                                       

VARA DE ORO (Solidago virgaurea)
Familia:
Compositae (Asteráceas).                                                                                                                              
Parte utilizada: Sumidad florida y hojas.
Acción: Diurética, venotónica, vasoprotectora, astringente, antiinflamatoria, antiséptica. Sedante e hipotensora.
Indicaciones: Retención líquida con edema e hipertensión, fragilidad capilar con tendencia al derrame conjuntival, heridas y ulceraciones locales.


 

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