La ausencia de menstruación
Se conoce con el nombre de amenorrea al trastorno (normalmente
producido durante la pubertad o antes de la aparición de la menopausia)
provocado en el desarrollo del endometrio, que causa una ausencia de Menstruación que se prolonga durante un
mínimo de entre tres y seis meses. Las alteraciones de tipo fisiológico y
hormonal, los problemas del sistema nervioso, determinadas enfermedades y
alteraciones en el sistema endocrino.., pueden ocasionarla. Así, a partir del
factor desencadenante, se pueden catalogar en funcionales, debidas a bajos niveles de estrógeno por un
escaso desarrollo genital, del endometrio y de los caracteres sexuales. Las hiperestrogénicas están originadas por un incremento de la secreción de estrógenos, mientras que las de onda baja se reconocen porque aunque el ciclo ovárico es normal, existe una caída hormonal insuficiente para producir la regla.
Otro caso completamente distinto es el de las amenorreas físicas, como las que se producen durante el embarazo y la lactancia, ya que son completamente naturales debido a la particularidad de la situación.
Conflictos psicológicos
> La amenorrea puede darse en
situaciones de grave conflicto emocional en las que la mujer adopta actitudes
impropias de su carácter (autoafirmación, agresividad...). > Las alteraciones de la regla pueden deberse a conflictos de tipo sexual vividas a edades tempranas (cuya consecuencia es un bloqueo de carácter psicológico) o a determinadas situaciones de shock.
> La administración de determinados psicofármacos también puede ser el origen de estos trastornos.
Menstruación
y sensibilidad
De todos
los procesos fisiológicos que mantienen vivo nuestro cuerpo, el que mejor
muestra cómo influyen los pensamientos en nuestro organismo y cómo condiciona
nuestras emociones es el que regula el ciclo
menstrual.
Su periodicidad se sincroniza con la de la luna y su manifestación corporal guarda relación con el movimiento de las mareas y el agua de la Tierra. En ambos casos, influye el poder de la naturaleza, que es la base biológica de la identidad femenina y condiciona nuestra conducta y nuestras relaciones sociales y culturales. Pero básicamente tiene que ver con la posibilidad de dar vida y mantenerla. Su regulación está a cargo de la hipófisis y los ovarios. La hipófisis es una glándula que está en el centro de nuestra cabeza. Su mitad anterior controla el sistema endocrino y la posterior se relaciona con la parte más antigua del cerebro. Además, es la fuente de impulsos instintivos modulados por nuestros pensamientos y emociones.
Posiblemente el sentido que más sensible se vuelve con la Menstruación es el olfato. La relación que existe entre la nariz, el olfato, las gónadas y el ciclo menstrual ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años.
Existen
unos “puntos genitales” detectados por Fliess en la mucosa olfatoria que tienen
tendencia, sangrar en varias ocasiones asociados con trastornos
Menstruales, y durante la pubertad
también son frecuentes la congestión
nasal y la rinitis atrófica
relacionadas con amenorreas y la Menstruación irregular. Además, las mujeres
perciben los olores de forma diferente, según las fases de su ciclo y son más
sensibles a los olores esteroides alrededor de la ovulación. Su periodicidad se sincroniza con la de la luna y su manifestación corporal guarda relación con el movimiento de las mareas y el agua de la Tierra. En ambos casos, influye el poder de la naturaleza, que es la base biológica de la identidad femenina y condiciona nuestra conducta y nuestras relaciones sociales y culturales. Pero básicamente tiene que ver con la posibilidad de dar vida y mantenerla. Su regulación está a cargo de la hipófisis y los ovarios. La hipófisis es una glándula que está en el centro de nuestra cabeza. Su mitad anterior controla el sistema endocrino y la posterior se relaciona con la parte más antigua del cerebro. Además, es la fuente de impulsos instintivos modulados por nuestros pensamientos y emociones.
Posiblemente el sentido que más sensible se vuelve con la Menstruación es el olfato. La relación que existe entre la nariz, el olfato, las gónadas y el ciclo menstrual ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años.
Uno de los factores externos que más influye en el ciclo menstrual son las secreciones hormonales de las personas con las que más nos relacionamos emocionalmente. En la mayoría de casos parece que los ciclos de las mejores amigas tienden a ser más sincronizados con el tiempo y que las secreciones de los órganos axilares pueden proporcionar un olor que en cierto grado regula los ciclos. Este olor va acompañado de sustancias estrogénicas que actúan como feromonas sexuales cuando interaccionan con el olfato. Las feromonas son mensajeros químicos especializados que se dispersan en el aire o el agua y son capaces de cambiar el comportamiento y el estado fisiológico interno de la persona que la percibe.
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