sábado, 22 de agosto de 2015

Stop al Colesterol: 2ª parte


Plantas medicinales de efecto anticolesterol Ajo (Allium sativum)
   Se utiliza el bulbo. Su uso culinario como hortaliza y condimento no desdeña sus amplias propiedades terapéuticas.
   Contiene enzimas, minerales (calcio, potasio, fósforo, azufre, yodo, silicio) y vitaminas A, B2, B3, B6 y C. El componente activo principal es la esencia, que aunque en pequeña proporción (0,1-0,2% s.p.f.), es la que confiere sus características propias.


   El principal compuesto químico de la esencia es el disulfuro de almo o allicina. También contiene otros derivados azufrados como son el disulfuro de propilo, el trisulfuro de alilo y sustancias cíclicas azufradas. Estas moléculas no se encuentran preformadas en la planta fresca, sino que durante el troceado o molturado de los bulbos para efectuar su extracción, se van orientando gradualmente, debido a un proceso enzimático.
   Numerosas investigaciones sobre el ajo demuestran el efecto reductor de lipoproteínas de baja densidad.
LDL, y una elevación de las HDL, disminuyendo las cifras totales de Colesterol y también de los triglicéridos.
   A nivel vascular tiene un efecto hipotensor, cardiorrelajante y fibrinolítico disminuye la coagulación y la destrucción de trombos, siendo de utilidad en pacientes de recuperación postinfarto.
   El ajo inhibe la agregación plaquetar, actuando sobre la permeabilidad de la membrana de las plaquetas y sobre la cadena de pasos que acaban en la coagulación (formación del trombosano), siendo importante su utilización preventiva para las afecciones arterioscleróticas.
   Es un buen antiséptico, bacteriostático fungicida (hongos), vermífugo (parásitos intestinales), antirreumático, diurético y expectorante.
Alcachofa Cynara scolimus)
Se utilizan las hojas.
   Debe su acción al principio amargo cinarina y al ácido cafeico y clorogénico.
  Actúa disminuyendo los niveles de Colesterol y los triglicéridos en sangre. Además es útil en la “esteatosis hepática” (hígado graso), activando la síntesis de sustancias proteicas, por lo que se emplea en las afecciones hepáticas en general.
   Otras de sus acciones son la de promover la síntesis de ácidos biliares (función colerética) y la acción diurética.
   Es desaconsejable prescribirla en el período de lactancia, al conferir a la leche materna un sabor amargo.


Ortosifon (Ortosifon stamineus)
Se utilizan las hojas.
   Se denomina también “té de Java”.
   Contiene un glucósido (ortosifonina), saponósidos (sapofonina), taninos, aceite esencial y sales minerales (principalmente sales de potasio).
   De entre sus acciones destaca su potente acción hipocolesterolemiante y colerética, así como su acción diurética, que favorece primordialmente la eliminación de ácido úrico, urea y cloruros.


Pilosella  (Hieracium pilosella)
Se utiliza la planta entera.
   Contiene sustancias cumarínicas, aceites esenciales, tanino, flavonas, polifenoles (ácido cafeico y clorogénico), y manganeso.
   Además de su efecto estimulante, anticoagulante y diurético, su principal propiedad es reducir el Colesterol.


Alfalfa  (Medicago sativa)
Se obtiene a partir de la sumidad aérea.
   Debe su acción al contenido en ácidos aminados, flavonoides, taninos, sales minerales, vitaminas A y K.
   Ejerce una acción hipolipemiante, al actuar a nivel de la estimuleón pancreática, y es muy útil en el crecimiento de las dislipemias en general y de la arteriosclerosis.

Berenjena (Solanum melongena)

   Rica en ácido clorogénico y cafeico. Acción reductora del Colesterol, colerética y protectora hepática

 

 

 

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